MENU IDEAL DE LOS MIERCOLES DE MAYO 2007

Protocolo del vino: el del vino Santa Rosa en Valencia Orient
Pan: Wasabi
Entrante: las manitas de cerdo rellenas de morcilla con reducción de PX de la Bodeguita de María
Pescado: Taco de atún de Valencia Orient
Carne: las carrilladas con reducción de Oporto de La bodeguita de María
Postre: Fresas rellenas de mascarpone de Porto pasta
Ambientación: Porto Pasta

30 de mayo de 2007.La Bodeguita de Maria

Entramos en un pequeño restaurante, pero con espacios muy bien aprovechados, acogedor y de bonita decoración de estilo rustico, que combina con unas cuantas cavas para mantener el vino en su perfecto punto. Dado que no está lleno, tienen el gusto de ubicar las mesas llenas alejadas unas de otras, aunque para ello dos personas deban ocupar una mesa para cuatro comensales, hecho que muchos locales no hacen por si...
Nos comunican que la cocina es de mercado y por lo tanto no hay carta, así que nos traen la de los vinos y comienzan a cantarnos lo que hay de platos entrantes, pescados y carnes. Como vino nos inclinamos por un argentino, un malbec, pero se había terminado (aunque sigue en la carta). Después de comentar Quesoy su predilección por los vinos del nuevo mundo con quien nos iba a servir el vino, acabamos asintiendo a la recomendación del somelier, un Pago de Carraovejas, para compensar, vino fuera de la carta, lo mismo que el Alion o el Mauro. Aceptamos y acertamos con este vino de uva tinta de la Ribera de Duero, crianza del 2004. Vino contundente, con mucho cuerpo y altamente cremoso que conjuga a la perfección con los platos de la comanda. Entrantes: con unos nombres que seducen por si solos, nos inclinamos por un carpaccio de pulpo: tierno, bien aliñado y de impecable presentación; unos medallones de manitas de cerdo rellenas de morcilla, tan originales como delicados, y ello pese a lo impactante de sus ingredientes, delicioso al paladar y de elaboración magistral y unos hojaldres de ajoarriero con confitura de melocotón: ¡Impresionante! con el ajoarriero tibio, lo que le aportaba una novedad y potenciaba el sabor dulce de la confitura. Un plato sorprendente. Aquí ya no pudimos contener las dos lágrimas que se nos caían, sobre todo porque pese a lo generoso de la ración, ¡¡¡el plato se acababa!!!. Plato fuerte de carne: nos inclinamos por unas carrilladas con reducción de Oporto y crujiente de chirivía: presentación impecable y textura de la carrillada tierna, muy tierna. ¡Delicioso!. Cada vez que se nos retiran los platos, se nos pregunta qué nos ha parecido...teniendo en cuenta que los platos se marchan siempre vacíos ¿qué nos han podido parecer? ¡bueno, bueno y más bueno!. Algún día diremos que no nos ha gustado para que nos traigan otro igual. El postre: se nos sugiere un surtido de postres para dos pero con la consabida debilidad de Karoleta por el chocolate, nos inclinamos por una tarta de chocolate con crema de chocolate y avellanas con una bola de helado de mandarina, un matrimonio perfecto, que nos hace soltar los últimos mmm de la velada, y ello a pesar de no poder acompañarlo con una copa de Calvados (tener este aguardiente de manzana en la carta de licores es para nota, y si lo conseguimos y procedemos a enfriarlo en una copa de balón con hielo para verterlo una vez frio en otra seca, sería para "cum laude"). La casa tiene el detalle de invitarnos a un impecable orujo de hierbas casero.
Quesoy termina la cena con un ristreto que se demanda y es entendido sin problemas (¡muy bien!)

En Valencia, c/Alcublas, nº 2. Telf. 963404827


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23 de mayo de 2007. Restaurante Valencia Orient

Nos encontramos con un restaurante recién inaugurado. Un local moderno con una distribución impecable, con grandes paneles y divisorias de cristal que separan los distintos ambientes. Esto hace que se tenga la sensación de estar en un pequeño restaurante, íntimo, incluso con salas de una sola mesa donde el ambiente reservado está asegurado. Detrás de una inmensa cristalera repleta de pequeños objetos de bronce, podemos observar todos los movimientos del chef y de su personal de cocina. El servicio de sala, pese a ser abundante, peca todavía de imprecisión, comprensible si tenemos en cuenta el poco tiempo que llevan trabajando en equipo (estamos hablando de escasamente una semana en funcionamiento). Eso si, el restaurante nos recibe con una bonita entrada oriental, que realmente se parece a los aledaños de un jardín zen, y que aterriza en una cava de cristal, refrigerada y con forma de escaparate, repleta de excelentes vinos, lo que permite ofrecerlos ya a la temperatura adecuada. La amabilidad del personal, consigue que nos sintamos muy bien atendidos.

Después de mirar la carta de vinos, nos ratificamos en el que ya teníamos visto en la cava, así que invitamos a acompañar nuestra cena a un tinto alicantino, un reserva Santa Rosa, del 2002, de hechura impecable criado en las bodegas de Enrique Mendoza, y que nos enamoró al primer sorbo. ¡Delicioso!. La somelier que nos lo provee, realiza un fantástico protocolo de vino, decantándolo perfectamente y con un impecable envinado de las copas, haciendo la prueba del vino que nos va a servir (en esta mesa, ambos Karoleta y Quesoy estamos de acuerdo en que deben probar el vino antes de servirlo, aunque esto sea motivo de grandes discusiones entre gastrónomos y someliers. En esta mesa no existen dudas al respecto.). Como comentario, decir que quien nos sirve este caldo, es una enamorada de los vinos Valencianos y se nota que tiene debilidad por Les Alcusses, segundo vino de Celler de Roure (que compartimos, aunque habitualmente nos inclinamos por su hermano mayor, Maduresa en nuestras cenas de los miercoles) y nos informa que ha recibido el segundo premio de vinos tintos jóvenes en el concurso de vinos realizado por someliers de toda España en una cata a ciegas. Tomamos nota.
Las viandas: Quesoy se inclinaba por un menú de degustación, pero se nos informa que sólo es para mediodia. Como detalle de la casa se nos presenta un plato con una tempura de langostino, enorme y tierno, y delicadamente decorado con una reducción de salsa de ostras. Así que nos decidimos por unos entrantes de corte oriental: sushi variado (de buena elaboración), y un sashimi de carabinero (con un tomate confitado delicioso). Los platos fuertes: un taco de atún rojo con cebollas confitadas y crujientes variados (enorme taco, con un punto impecable de plancha) y un solomillo de buey con mantequilla de erizos de mar (un hermoso solomillo de inmejorable punto de plancha, de ternura deliciosa. De lo mejor en carne que hemos probado en los últimos tiempos, y hemos probado bastantes, por cierto). Se nos pregunta qué tal la cena y si tenemos alguna crítica que hacerles (como si supieran de la existencia de elmiercolestoca, cosa imposible hasta el momento en que ya está pagada la cuenta) y por hacerles una crítica constructiva, Karoleta les sugiere que deberían realizar el sushi con atún en lugar de salmón ya que los tekamaki son exquisitos y confiesa que también son su debilidad. Acogen de buen grado la sugerencia y la trasladan a la cocina agradeciendo el comentario.
Llegamos a los postres y Quesoy se decide por una esfera de helado de avellana (de bonita presentación, con una salsa también de avellanas, que quitaba el habla, y unos canutillos rellenos de crema de una delicadeza extrema) y un segundo postre llamado 'chocolate, cuero, roble y tabaco' (con una puesta en escena tan laboriosa como afortunada, que imita la posición que en un cenicero ocupan estos elementos recreándose en sus formas en este plato rebosante de originales sabores, entre los que destaca una gruesa porción de chocolate. Tremendo).
Quesoy cierra la cena con un expreso, el cual para endulzarlo le traen dos recipientes de exquisito diseño, al nivel por supuesto del local, la vajilla y la cristalería, con azúcar blanca y moreno. Todo un detalle.

En Valencia, c/ Joaquín Costa, nº 22. Telf. 963741490


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16 de mayo de 2007. La Bodegueta y sin Karoleta

Hoy karoleta me deja sin partener para cenar, por causas mayores...así que me decido a ir acompañado de otro comensal, Andreu, también aficionado a la gastronomía http://recuerdosdeunpez.blogspot.com/ , el lugar elegido: Atendiendo la sugerencia de una de las seguidoras de nuestro blog (gracias, Asun) Visitamos La Bodeguita, en el corazón de una de las zonas de copas más concurridas de Valencia, Buena carta de tapas y de vinos, aunque se echa de menos mas referencias de medias botellas (375 cl.) o en formato de 0.5 litros, ya que Andreu, pese a su experiencia en catas y maridajes, en esta cena sólo bebe agua (tres botellines). Después de ocupar una mesa en el interior del local (también tiene terraza) pedimos en primer lugar el pan, tostado con tomate para untar y el vino, este último viene de la cava a buena temperatura y allí estuvo entrando y saliendo con cada copa al no poder tener un enfriador (mesas demasiado juntas), El tinto es un Semele, un vino excelente con más cuerpo de lo normal y que ya compartimos Karoleta y yo el miércoles dedicado a Tragaltres, a cuyos datos me remito. El primer entrante, un crujiente de langostino con una pasta griega el kataifi, sencillamente exquisito, para los amantes del crujiente advertir que con uno por cabeza no tienes, pese al buen tamaño del langostino, ni para empezar, nos llega al mismo tiempo un entrante de verdadero peso calórico, el morteruelo de caza, manjar típico de la Zona de Castilla-La Mancha que encontramos en este caso muy sabroso pero un poquito pasado de canela, seguimos con un plato de carne de ciervo trinchada con cebolla frita que se convierte en el plato fuerte protagonista de la noche, o eso creíamos, ya que Andreu se quedó con hambre y ante la duda de hacerle un traje o pedir otro plato fuerte, opte por uno de rabo de toro, relleno de foie, acompañado de cebollitas caramelizadas que ya no emocionó a nadie pese a una elaboración realmente correcta. Terminamos la cena con un brownie, del que echamos en falta el chocolate fundido manando desde el interior, seguido de un café sólo, perfecto, y el detalle de la casa, un chupito de mistela de Segorbe, muy afrutado y perfecto de frío (helado).

En Valencia, Juan Llorens, 60. Tel 963850100

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9 de mayo de 2007. Wasabi

Este restaurante es una sugerencia de una de las seguidoras de nuestro blog (gracias Esti). Así que con alguna recomendación, esta es nuestra elección para este miércoles. Nos encontramos con un restaurante asiático con decoración moderna y acogedora pese a lo reducido del local. Mientras Karoleta mira la carta de platos para elegir los que formarán parte de la cena, Quesoy hace lo mismo con la carta de vinos, no para elegir (dado que le corresponde a Karoleta) sino para ver qué tienen en la bodega. Quesoy lanza un reto: 'sé qué vino vas a pedir'. Ante el reto, Karoleta recoge el testigo, mira la carta y siiiiiiiiiiiiii, allí está: Pago de Luna. Este vino, y a su bodeguero, lo conocimos en Vinoélite (Feria del vino, realizada en Valencia en abril de 2007) y pese a decirnos que se encuentra en 70 restaurantes de Valencia, aún no lo habíamos encontrado. Esta es la noche; queda oficialmente invitado a nuestra mesa. Es un vino tinto de la tierra de Castilla, del 2005, cremoso en boca, con grandes patas y de sabor tranquilo. Buen acompañante.
Dado lo atractivo de la carta, Karoleta se decide por pedir un menú de degustación para cada comensal, pero indicando que dado que son aperitivos, entrantes, pescado, carne y postre, que intentaran que fueran platos diferentes para cada uno (así duplicarán lo probado). Y comienza el espectáculo. Nos traen una bandeja con panes diversos, eso si, chinos: excepto el pan de gamba (mejor y con más sabor a gamba que los habituales) los demás son desconocidos y tienen forma de las infantiles 'nubes' dulces, aunque no tienen ni esa textura ni, evidentemente, son tan dulces. Como entrantes se nos traen unos aperitivos compuestos por esparrago con verduritas, crujiente de verduras y un excelente wan-ton de curry. Le siguen unos entrantes de sushi variado (rellenos diversos) y ensalada tibia con jurel con salsa wasabi suave. Los segundos entrantes son unos rollitos vietnamitas y unos tallarines con langostino, verduras y salsa wasabi. Llegamos al pescado: perca con salsa ponce (deliciosa salsa y excelentes verduras, por no hablar del pescado que nos deja agradablemente sorprendidos) y pulpo con espárragos (de textura cocida y sabor y vista asado, una sorpresa en gusto no esperable junto a su tierno masticar. Delicioso). Y como carnes: una especie de brocheta de pollo con panceta y arroz con verduras (de vista simple pero un punto de elaboración del pollo impecable y jugosa) y unos canelones de carne y tofu postres: (¡Excelentes!). Para rematar se nos presentan dos el gran blanco con salsa de albaricoques (delicado y con una combinación de dulce y ácido bien equilibrada) y unos profiteroles de coco con salsa de chocolate (sorprendente sabor y buen postre, sólo mejorable, a gusto de Karoleta, por una salsa de chocolate del verdadero, del negro, negro). Rematamos la cena con el consabido ristreto de Quesoy y unos chupitos de licor de hierbas para aligerar el festín.

En Valencia, c/ En Plom, 9. Telf 963922070 - 615552595



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2 de mayo de 2007. Porto Pasta

Al fin cenamos en uno de los restaurantes que se han vuelto emblemáticos por la presencia de la 32nd America's Cup. Después de mirar del derecho y del revés la carta de vinos, Karoleta sugiere un vino tinto de Chozas Carrascal, 2004, denominado "las 8" en honor de las ocho variedades de uva de su "coupage" el cual, y desde su enfriador, se encargará de dirigir con sus curiosos y abundantes matices, el festival de sabores que está a punto de comenzar... Detalle de la casa: aceitunas en salsa especiada y virutas de grana padano. Primer entrante: ensalada de foie micuit, una ensalada de reserva, sugerida tras la nefasta noticia: acababan de servir la última ensalada de polipo con langostinos, por la que Quesoy siente algo más que debilidad. Sin embargo el foie, eclipsó perfectamente el resto de sabores vegetales y despertó, como siempre, nuestra admiración. Segundo entrante: pizza Napolitana, de perfecta masa, en su punto, muy fina y terminada con ingredientes en crudo, parmesano, requesón y anchoas. Plato fuerte de pescado: taco de atún de buena ejecución. Plato fuerte de carne:
solomillo a la salsa de fungi porcini, tal vez por la salsa, excesivamente hecho. El postre: llegamos a él sin casi sitio. Nos volvieron a dar la noticia de que el preferido de Quesoy, el "sofia loren" se había terminado, y Karoleta al oír 'chocolate' dijo, ese...Así que vino casi sin hacerse notar, no quería molestar.... pero nos dejó impresionados: fresas rellenas de mascarpone bañadas en chocolate bastante negro y con virutas. Fantástica conjunción de cremoso, ácido y chocolate. Sin comentarios. Terminó Quesoy con un ristreto (aunque tuvimos que explicarlo porque desconocían lo que era).

En Valencia, Tinglado número 2 del Puerto de Valencia. Tel 963814096



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