5 de agosto de 2015. Ciro c/ Rascanya, 16 Tf 963 46 78 07

Especialidad del local: cocina creativa, tapas creativas
Ambiente: informal
Plato que no te puedes perder: cocochas al ajillo
Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: si
 
1 Ingredientes reconocibles: 8
2 Saludable: 8
3 Emplatado y Decoración: 8
4 raciones generosas: 9
5 Cocina regional: no
6 Tecnología punta: no
7 Sabroso: 9
8 Equilibrio: 9
9 Vajilla y cristalería: 10
10 Relación calidad-precio: 9
Puntuación EMT 70 sobre 80
Puntuación PIG 4

Estamos en Campanar y vamos a buscar un local que repetimos. Tiene nueva ubicación y queremos actualizar la información que teníamos. 
Encontramos Ciro sin problema. Se han desplazado unas manzanas de su anterior ubicación pero han conseguido un local más amplio, bien decorado, muy acogedor y con algunas mejoras que nos gustan mucho: tienen un conservador de las botellas de vino abiertas, los que ofrecen por copas, con buena temperatura y eliminando el oxigeno para conservar correctamente el vino. Nos gusta.
Nos dejan elegir la mesa de dos que más nos guste de entre las que están vacías. 
Tienen varias mesas ocupadas y a lo largo de la cena aún llenarán más mesas.

Pedimos unas cervezas (que vienen con unos cacaos fritos) y nos quedamos con la cartas. Nos preguntan si hemos estado antes y nos comentan que las cenas son de tapas para compartir y que hay algunos platos fuertes. Por cierto la vajilla excepcional de diseño y conservación, no solo cambia en cada plato sino que cambia de modelo según la comanda, del servicio del vino nada a destacar salvo la presencia de vinos franceses en la carta y en la mesa eficiente enfriador de "le creuset".
En este local ofrecen menús (variados y de diferentes precios) sólo en las comidas. Pedimos también la carta de los vinos y nos quedamos leyendo.


Como compañero de mesa pedimos un godello de Valdeorras, Bolo un vino de la bodega de Rafael Palacios. En nariz toques de flores blancas y mucho mineral. En boca es untuoso, elegante, envolvente y con una acidez muy buena. Nos encanta.
Pero vamos a la cena.
Como entrantes nos pedimos un tataki de bonito con picada de tapenade. Delicioso bonito, cremoso, muy sabroso, bien marinado que con la picada de aceitunas, huevas y otros encurtidos hacen un plato fresco y divertido.
Nos traen un cesto con trozos de pan de hogaza. Parece una hogaza gallega por la miga tan gustosa, con buenos agujeros y una corteza gruesa y crujiente. Buen pan.
Piruletas de langostinos con ajetes y mayonesa de soja. Buen bocado.
Impresionantes cocochas de bacalao al ajillo. Plato para amentes de las cocochas; gelatinosas, muy sabrosas, con un toque a ajo y a pimentón algo picante que las encumbra. Plato que nos hace suspirar.
Como plato fuerte pedimos un entrecot de ternera con salsa teriyaki. Buen entrecot que pedimos muy muy poco hecho y así viene. Nos lo han fileteado. Viene bien hecho por fuera y totalmente crudo pero atemperado por dentro. Tierno, sabroso y la salsa teriyaki lo hace más sabroso.
Como postre pedimos lo que nos ofrecen: tres mini postres uno de fruta (melón con sangría), uno crujiente (piñones garrapiñados. Muy buenos) y un buen cremoso de chocolate.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto mientras apuro las últimas gotas de mi godello.
Buen sitio, buena cena.