29 de agosto de 2007. 33 Lounge y seguimos sin Quesoy, que hoy hace la crítica de Marty desde París

Quesoy sigue en su viaje veraniego (pero ya regresa para el miércoles próximo). Así que las amigas de la vida vuelven a acudir al rescate de Karoleta para la cenade los miércoles. Además, vienen sugiriendo el local para el blog. Gracias Carmen. Y gracias a todas.
Nos encontramos en un restaurante que ha cambiado su localización, por lo que el local es nuevo. Decorado con tintes sicodélicos y modernos, llenos de color pero sin estridencias que puedan herir el buen gusto. Funcional y bien distribuidas las mesas, con buena separación entre unas y otras.
Para comenzar y mientras esperamos que acudan todas las 'comensalas', se nos presentan unas cervezas con un bonito envase y unas copas de vino blanco de Daniel Belda (que necesitaba enfriar más. Estamos en Valencia y el bochorno de esta noche es insoportable). Ya con las cartas en la mano observamos que hay, para las cenas, unos cinco platos de primero, cinco de segundos y otros tantos postres. La carta de vinos es corta y, muchos de ellos, desconocidos para nosotras así que nos inclinamos por un gran conocido Enrique Mendoza, merlot. Un tinto alicantino que siempre sabe portarse, acompañando las cenas con discreción y aportando unos buenos matices en los sorbos que se le degusta. Como primeros, y para compartir, nos inclinamos por casi probarlos todos; así que se solicitan: carpaccio de ternera (bien aliñada y muy tierna la carne), hatillo de morcilla con piñones (un plato contundente pero suave al paladar debido a la masa brie y a una espléndida salsa a base de pimiento que redondeaba el plato . ¡Fantástico!), mousse de foie (presentado con láminas crujientes de moscatel y una confitura de manzana verde. ¡Una delicia!) y un crujiente de queso de cabra (bocado lleno de sabor). Las presentaciones de los platos esmeradas, bien trabajadas para que la vista participe dando el visto bueno. Los mmmmm a estas alturas era el sonido más pronunciado por todas. Como segundos se piden: suquet de rape (con una presentación muy tradicional y hogareña. De buen sabor y buena hechura), un confit de pato (de destacar el punto del pato, crujiente por fuera y tierno y jugoso por dentro. ¡Felicidades al cocinero!) y solomillo con salsa de setas (acompañado por crujientes de hortalizas. El punto del solomillo, fue el solicitado que variaba desde normal hecho, al punto y muy poco hecho. A Karoleta, que le gusta muy que muy poco hecho, le impresionó que pese a estar napado por la salsa de setas, el solomillo no se hubiera cocido por dentro, cosa bastante habitual. ¡Bravo, bravo, bravo!). A estas alturas el apetito se había satisfecho y no había mucho espacio para el postre. Pero como el blog manda, había que pedir algo. Así pedimos un helado de caramelo toffe (nada dulce ni empalagoso debido a que el helado contenía bastante hielo lo que lo hacía ligero) y un soprendente y fabuloso flan de romero con sopa de piña (muy original y de excelente sabor).
Esta noche la cena se clausura con varios cafés con hielo y alguna infusión para aligerar la fabulosa y opípara cena.

En Valencia, c/ San Dionisio, 8. Telf: 96 3924161
http://www.33loungerestaurant.com/



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Quesoy desde París. París Mon Amour, es el título de uno de los libros que pienso llevarme de vuelta de este viaje y es que esta noche haremos un excelente repaso de la gastronomía gala, en una completa cena de despedida. Marty es un restaurant bien situado, junto a la parada de metro Gobelins, repleto de especialidades que nos ofrece su chef Emilien Cilia, destacan, sin duda, las ostras que tienen tradicionalmente a precios y tamaños populares, así que tomamos la carta y vamos combinando menús y platos escogidos de la carta hasta llegar a un verdadero festín. En primer lugar nos damos permiso para llevar a nuestra mesa una de las mejores opciones en champagne rosado del momento, el Veuve Clicqot Ponsardin Rosé millesime 2000, excelente, y un vino tinto del nuevo mundo, que nos hace hablar de esta excelente carta de vinos que posee este local, y ello porque no olvidamos que nos encontramos en la capital del primer país productor mundial de vino y defensor a ultranza de sus caldos, aunque todo tiene explicación. Nuestro tinto "Casillero del Diablo" es chileno, de uva Carménère, variedad de uva que originalmente se cultivó en la región de Medoc (Burdeos), para perfectamente producir tintos intensos, y que se ha aclimatado en las tierras de Concha y Toro. El resultado nos sorprende muy gratamente y aunque viene sin refrescar (en Francia, al igual que en España, muchos no ven bien enfriar el tinto en verano) nuestro vino resulta ser muy atrevido de sabor, con un cuerpo muy agradable, persistente y muy aromático. Vamos con las viandas: como detalle de la casa un gustoso gazpacho de verduras, siguiendo la misma receta del gazpacho andaluz (está muy de moda en París iniciar cualquier comida con el, incluso en el desayuno en lugar del tradicional zumo de naranja del tradicional desayuno continental). Entrantes: ostras finas, medianas de tamaño y abraza muy sabrosas, no deben pasarse nunca por alto en este local que las recibe diariamente desde la isla de Rè (La Rochelle) el mismo origen de las "Gillardo" degustadas en la cena de 'SentoEnopata'. Agua mineral Evian, agua mineral con gas Bodoit. Otros entrantes: brochette Gigot y terrine de foie. Plato principal de carne, la especialidad de la casa: lengua de vaca Marty (Tete de veauMarty), brocheta de cordero (Brochette Gigot), steack tartar y chateaubriand. Plato de pescado: raya con patatas al vapor. Postres: coulant chocolat equatorial, isla de helado sobre crema inglesa y soufle.

En Paris, 20 Avenue des Gobelins (metro gobelins) 75005, Tf: 0143313951 www.marty-restaurant.com

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22 de agosto de 2007. Patanegra y sin Quesoy, que sigue de corresponsal en París haciendo la critica de "La petite hostelerie"

Esta cena de miércoles Karoleta la va a realizar con las amigas de la vida (algunas de ellas) a las que ha pedido 'socorro' para poder realizarla dado que Quesoy anda viajando por sus vacaciones. Así que seremos más de dos en la mesa.
Entramos en un local abarrotado de objetos: plantas, sillones, sofás, lámparas. Todo esto queda a la izquierda...toda la derecha son mesas distribuidas para comer, con lámparas-globo de papel que dan la luz suficiente para saber qué estas intentado picar de los platos.
La sorpresa son las cartas: son discos de vinilo que en la portada trasera lleva el menú y en el disco de vinilo, encontramos los postres y los licores para acompañar. Una carta de lo más original.
La primera lectura de la carta de vinos nos deja sin recursos. Poquísimos vinos conocidos. Pero una de las amigas comenta que el Selección de Otoño está bien. Es un tinto de la bodega Cherubino Valsangiacomo D. O Utiel-Requena del 2001 de sabor intenso, a maderas y moho. No nos encandila pero es un modesto compañero de mesa. Sólo les quedaba esta botella y el segundo que nos traen, con la recomendación de quien nos sirve el vino, es un Selecto de la bodega Veredareal D. O Utiel-Requena, un vino tinto que se comporta como un joven pese a su crianza, impetuoso, provocón y con un intenso sabor a fruta roja reciente. Hubiéramos jurado que era un vino joven por su alcohol fresco e intenso en boca. No son para recomendar pero se comportaron que era lo importante. Eso si, vinieron perfectamente refrescados como toca con los tintos en nuestra zona con noches tan calurosas. ¡Perfecto!
La cena se plantea como un 'todo para todas' así pedimos como entrantes: una ensalada de ventresca (con generosos trozos de lomos de atún y espléndidamente aliñada) y otra ensalada de mollejas de pato confitadas (salteadas también con setas. Ensalada sorprendente y las mollejas suaves y muy tiernas). Ya en platos algo más fuertes pedimos: unos espárragos trigueros asados con tapenade ( paté de aceitunas), delicioso contraste; un surtido de patés (humus, paté de lentejas, y dos fantásticos patés de mejillones y otro de berberechos. Sorprendentes y de un sabor extraordinario). También queso de cabra con cofitura casera (un clásico que nunca defrauda) y un queso de tetilla ahumado a la plancha (¡sensacional!). Para los patés y los quesos nos trajeron unas galletas que con un toquecito dulce que nos pidieron que probáramos para ver qué tal resultaban con ellos....era el crujiente que siempre falta tanto al paté como al queso. ¡Buena combinación!. Como postres pedimos variados un helado de la pata (un helado de delicioso caramelo sobre una crujiente teja) y un delicado helado de violetas (¡fantástico!) pero no faltó el brownie de chocolate negro (muy seco pero que en cuanto se le ponía en contacto con los helados, se volvía el delicioso postre que es).
Como no está Quesoy, la cena se cierra con deliciosos y estupendamente preparados gintonics y unos licores de hierbas.

En Valencia, c/ Barón de San Petrillo, 3. Telf: 96 3890954 .
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Quesoy desde Paris. Me encuentro este miércoles sin Karoleta en un pequeño local de la zona de St Germain. Francamente debo decir que es de los que te recomiendan los comerciantes del barrio, tiene precios asequibles y pequeños manjares que ha ido sirviendo desde que se fundara en 1902. Comenzamos con la elección del vino en formato de media botella, un Burdeos Pavillon Royal, tinto joven y correcto sin mas, y con una típica sopa de cebolla (soupe a l'oignon), generosa en caldo y en queso, de sabor hogareño y de agradecer en un día con lluvia como este. Seguimos con unos estupendos caracoles (escargots), medianos de tamaño, pero muy sabrosos y una deliciosa combinación de sabores a partir de unir en boca los mejillones a la marinera (moules farcies) con las patatas fritas (frites) que sirven inseparablemente con ellos, vamos descubriendo que los sabores terminarán por conquistarnos y de ello se encarga también una generosa ensalada
de salmón realmente conseguida y un magret de pato (magret du canard) también delicioso, tanto como nombrarlo en el país que ha dado fama a estos términos que tanto utilizamos.... magret, coulant.... Como postre tomamos un helado de chocolate blanco regado con Calvados (aguardiente de manzana) y un café expresso (petit noir) muy correcto, con lo que terminamos la visita a este local acogedor y recomendable para quien tenga a bien darse una vuelta por aquí.

En París. 35 Rue de la Harpe 75005 Telf: 0143544712.

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15 de agosto de 2007. La masía Romaní

Esta noche vamos de celebración. El día 16 de agosto del 2006 y tras una cena entre semana, en un miércoles, nació la idea de hacer de estas cenas algo más especial, algo que fuera divertido y, al final, algo que no lo olvidáramos. Así que con el tiempo decidimos que había que escribirlo. De esos principios nació este blog. Así que estamos de aniversario, nuestro primer aniversario y el primer aniversario (de contenido que no de fecha) de nuestro 'elmiercolestoca'. ¡Felicidades!
Estamos en racha, y esta noche tampoco nos perdemos y llegamos, pese al tráfico, a nuestro destino. Es una masía a las afueras de Bétera deliciosamente pintada y decorada que hace la sensación de encontrarte como en casa. El ambiente es sugerente y hermoso.
Como estamos de celebración, para beber Quesoy propone un champagne Gosset Grand Rosé, AOC Champagne, a lo que Karoleta accede porque estamos de aniversario....¡y que bueno que accedió! Es un champagne rosado, suave, equilibrado, de trago fresco y aromático con muchos tonos de frutas. Una delicia que sólo él ya podría hacer una cena muy especial. Gracias Quesoy. Nos vienen a cantar los platos que están fuera de carta. Con todos los platos en nuestra memoria y un grave problema de elección nos decantamos por: de entrantes unos milhojas de foie (bocado exquisito de un hojaldre delicado relleno de foie con cebolla caramelizada y un sombrero de frutos secos y caramelo...una delicia), unas anchoas del cantábrico ( anchoas esponjosas y de buen tamaño y ¡sin una barba! pero con la costumbre de desalarlas excesivamente. Muy ricas. Acompañadas por unos trozos de queso mozzarella y 'esgarrat') y un pulpo sobre una lecho de un cremoso puré de patata (la textura del pulpo era excelente). Como platos fuertes nos decantamos por unas pechugas rellenas de foie con una reducción de PX (un plato de sobresaliente alto para quienes nos gustan los platos de carne dulces) y un kefta de cordero (plato que trasladó a Karoleta a la cena de Amman: bolas de cordero sobre un pan de pita acompañado de tabulé y salsas -la de yogur, la especie de salsa rosa y la picante-. Fantástica recreación de un plato árabe. ¡Delicioso!). A estas alturas ya no teníamos ni un pequeño espacio para el postre pero dado que quedaba mal que fuera un local sin un postre y dado que aún nos quedaba champagne (la comida es tan entretenida y deliciosa que se nos olvida la bebida) nos decidimos (cómo no) por un brownie con helado de mandarina....¡soberbio!.
Para rematar esta celebración, Quesoy pide un ristreto que viene impecable.

En Bétera, Valencia. Camí de la Pobla s/n. Tlf: 96 1690773