12 de febrero de 2014. La Bodeguita de María c/ Chile, 4 Teléfono:963 40 48 27



  • Especialidad del local: cocina tradicional con toques creativos
    Ambiente: acogedor, íntimo
    Plato que no te puedes perder: manitas de cerdo deshuesadas con morcilla y caramelo
    Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: si

    1. Ingredientes reconocibles: 8
    2. Saludable: 9
    3. Emplatado y decoración: 9
    4. Raciones generosas: 9
    5. Cocina regional: no
    6. Tecnología punta: no
    7. Sabroso: 9
    8. Equilibrio: 9
    9. Vajilla y cristalería: 9
    10. Relación calidad-precio: 8
    Puntuación EMT 70 sobre 80
     
    Esta noche de miércoles, Quesoy no ha hecho reserva pensando que como siempre, sería fácil encontrar sitio para cenar. Intentamos en un restaurante pero estamos en plena feria CEVISAMA por lo que Valencia se encuentra llena de comensales así que en este primer intento nos quedamos sin mesa. Estamos en el distrito El Plá del Real por lo que andamos por el barrio Mestalla porque está llena de restaurantes. Pero tenemos el problema que en muchos ya hemos estado. Al final me decido, le presto-dejo-doy uno que tenía en mi agenda de restaurantes para ir. La Bodeguita de María. Así por nombre no lo recordábamos pero al entrar nos recibe alguien que Quesoy en seguida reconoce como alguien conocido. Sólo más tarde y después de charlar un rato, recordamos que este restaurante ya lo visitamos en su anterior emplazamiento  (el 30 de mayo de 2007, para ser exactos). Bueno, no estará mal ver qué están haciendo ahora, después de tantos años y en su nuevo local.
    El local es amplio lleno de comedores reservados y pequeños que invitan a la intimidad, a los amigos, a la diversión. Nos gusta. Nos ubican en uno de ellos, algo más grande pero con mesas con buenas distancias y muy bien vestidas. Es el primer restaurante en el que nos encontramos 'servilleteros' de metal. Si que nos habíamos encontrado servilleteros de papel, de publicidad del local, pero estos no. Nos gustan.  Nos dejan las cartas y nos pedimos unas cervezas que vienen con unas papas (la caminata nos ha abierto la sed y el apetito).
    Tienen un menú nocturno que queremos probar pero también algunos platos que están fuera. Con todas estas ideas, nos disponemos a cenar.
    El vino es el que tienen en el menú nocturno Viñas de Calles 2009, de la bodega Vegamar, un vino tinto tempranillo y syrah, amable, sabroso y muy correcto. Pese a que viene a buena temperatura, hace tanto calor en Valencia que pedimos que nos lo refresquen más
    Como entrantes pedimos: chanquetes rebozados con huevo y trufa rallada (plato apetitoso), alcachofas confitadas con foie fresco (la combinación es deliciosa), vieiras a la plancha sobre escabeche suave de cebollitas y all i oli (¿qué decir de las vieiras? buena plancha, buen sabor y todos los elementos las hacen ricas, ricas. Vienen en conchas) y manitas de cerdo deshuesadas con morcilla y caramelo (este plato aún lo recuerdo de su anterior local. A quien le gusten las manitas de cerdo ¡¡no se lo puede perder!! es un delito lo impresionantes que están).
    Como plato fuerte pedimos un chuletón de buey poco hecho, muy poco hecho. Viene a nuestro gusto. Buena carne sabrosa. El plato viene con unas patatas realmente buenas.
    El postre: trufas de chocolate con helado de vainilla. Correcto.
    Quesoy remata la cena con su consabido ristreto mientras termino mis trufas y mi vino tinto.
    Me alegra que este local esté en este emplazamiento, bastante más fácil de localizar. Volveré seguro.



  • 8 de enero de 2014. Restaurant Commo Fusion, C/ Pascual y Genis 3, CP 46002 Valencia, tel.963523649

    Especialidad del local: cocina fusión
    Ambiente: acogedor, íntimo
    Plato que no te puedes perder:ceviche
    Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: si

    1. Ingredientes reconocibles: 7
    2. Saludable: 9
    3. Emplatado y decoración: 9
    4. Raciones generosas: 9
    5. Cocina regional: no
    6. Tecnología punta: no
    7. Sabroso: 9
    8. Equilibrio: 9
    9. Vajilla y cristalería: 8
    10. Relación calidad-precio: 8
    Puntuación EMT 68 sobre 80
    Puntuación del grupo PIG: 3

    Esta noche de miércoles vamos a un restaurante peruano, el único peruano que tenemos en la ciudad de Valencia ( me corrigen, con este son cuatro los restaurantes peruanos en Valencia. Habrá que buscarlos ¿o no?). Confieso que es una cocina que me gusta mucho. Cada vez que voy a Madrid me gusta cenar o comer en uno de los muchos locales de cocina peruana que existen. Me parece una cocina divertida, original y llena de sabores. Pero vamos a la nuestra.
    Al mirar la carta, me sorprende que haya sólo un ceviche y sólo un tiradito (ambos platos me encantan). Luego, en la conversación que tuvimos con Vanessa (chef del restaurante) nos descubrirá el por qué.
    Pero vamos a la cena. Hay bastantes referencias de vinos, muchos blancos, cavas y champagnes. Bien. Para la cena de hoy, nos decidimos por uno blanco José Pariente del 2012, un verdejo estupendo que va a ser un fantástico compañero de mesa.
    Como aperitivo nos traen unas galletitas saladas y un bocado de queso, con salsa y brotes.
    Como entrantes pedimos unos wan tan rellenos de langostinos con salsa tamarindo. Ricos y crujientes wantan con un relleno sabroso y una salsa deliciosa, dulzona y ácida que les va a los langostinos como anillo al dedo.
    Tiraditos nikkei (dorada con zumo de lima). Abundantes trozos de dorada macerada en lima y más cosas que somos incapaces de detectar. Viene con su maíz tostado que hace las veces del pan (aunque nos han puesto unos panecillos de queso y de nueces).
    Ceviche de mariscos. Aquí ya hemos pedido que nos traigan más picante (los platos lo requieren) y nos traen el rocoto (una salsa hecha con un chile tremendamente picante) y que es deliciosa cuando se mezcla con el pescado. El ceviche está rico rico. Y cuando terminamos el plato, en el macerado que queda, ponerle rocoto y más maíz...¡¡nos hace disfrutar de la lindo!!
    Atún grill con costra de sésamo con quenelles de patata rústica. Buen trozo de atún con una crujiente capa de sésamo. Lástima que estuviera demasiado hecho para nuestro gusto.
    Como postre nos recomiendan una espuma de lúcuma con tres leches: un bizcocho empapado en una especie de leche especiada. La lúcuma, la espuma, es un sabor sorprendente y desconocido para nosotros pero nos gusta, nos gusta mucho.
    Quesoy remata la cena con su consabido ristreto. Nos sorprenden con unas tremendas trufas de pisco y un pisco como digestivo (muy alcohólico).
    Antes del postre y dado que habíamos hablado mucho con Dani (quien nos atiende), Vanessa (la chef del local) sale de la cocina para hablar con nosotros. Hablamos y le pedimos que se atreva a más, que tenga en su carta más platos puramente peruanos. Nos comenta la dificultad de poner el pescado crudo (cuando explican los platos, hay gente que no los quiere probar o incluso que les piden que le pasen el pescado por la plancha). La recomendación es que mantenga platos más fáciles para el gusto de aquí pero que introduzca platos de su cocina porque poco a poco la gente nos acostumbramos (igual que hemos hecho con la cocina japonesa. No obstante la nueva cocina peruana, la nikkei, es una fusión entre la cocina peruana y la japonesa) y es una cocina divertida, sana y muy original. En esta conversación le hablamos de que tenemos un blog, que vamos descubriendo locales por Valencia (llevan unos ocho meses en este local)...también hablamos con Jan dueño junto a Vanesa del local. Hablamos del local, de la carta, de los platos. La conversación es muy interesante y estamos con ellos algo más de una hora.
    A estas alturas ya habíamos pedido la cuenta aunque no nos la habían traído todavía. Nuestra sorpresa fue al traer la cuenta. Jan nos dijo que quería tener un detalle con nosotros, y el detalle fue que nos invitaban a la cena. Le explicamos que nuestra forma de ser independientes es justamente pagar la cuenta. Jan insiste que les hemos dado mucha información valiosa y que quieren tener ese detalle. Quedamos que volveremos, cenaremos y pagaremos nuestra cena. Esperamos que esta próxima visita tengamos más ceviches diferentes y más platos de esta original cocina.



    Y el 29 de enero, miércoles, volvemos a este restaurante a realizar nuestra cena. Nos vuelven a situar en la misma mesa de la otra vez y observamos con agrado que tienen varias mesas ocupadas.
    Revisamos la carta mientras degustamos un pisco sour: refrescante, delicioso y a partes iguales, peligroso (entra bien pese a la cantidad de alcohol que tiene).
    Como detalle de la casa nos ponen unos bombones de morcilla: potentes y muy sabrosos.
    Repetimos el vino José Pariente porque para esta cena me parece el más adecuado (Quesoy está sorprendido que dos cenas seguidas las hagamos con vino blanco).
    Como entrante pedimos un crujiente de aji de gallina: fantásticas croquetas muy muy crujientes y con buen sabor de gallina. Nos gustan.
    Dúo fusión de pescado: buenas láminas de dorada con salsa de rocoto y salsa de aji amarillo. Plato divertido por las texturas, por los sabores, por el picante...Rico, rico.
    Ceviche de marisco: no les hemos dado tiempo a cambiar la carta por lo que repetimos este ceviche. Como la primera vez, nos encanta, fresco, sabroso, divertido. Para no perderselo.
    Anticuchos de secreto ibérico con especias de los Andes: pinchos de secreto con la carne bien aderezada.
    El postre: tarta de oreo con chocolate blanco, helado de frambuesa y tierra de galleta y canela. ¡Delicioso!
    Esta noche y sin que sirva de precedente, Quesoy no toma café. Nos terminamos el vino que tenemos en las copas y volvemos a disfrutar de una grata conversación.
    Nos gusta el local, nos gusta su cocina, nos gusta sus dueños. Repetiremos.