25 de Junio de 2008. Chez Lyon

Es noche vamos al centro, al pleno centro de Valencia a buscar un restaurante francés que tiene solera. Lleva abierto muchos años y Karoleta le tenía ganas porque nunca había ido.
El restaurante es sobrio, sin ningún adorno excesivo, con mesas bien vestidas y camareros solícitos. Nos sentamos en una amplia mesa para cuatro comensales porque deseamos un espacio sin humos y es donde los techos son más altos así que seguro no nos enteramos si otros comensales fuman. Siempre es de agradecer estos cuidados.
Nos traen las cartas. Y mientras las ojeamos nos regalan dos buenos detalles de la casa: un cocktail de buena entrada, suave y refrescante que nos indican está hecho con cava y unas gotas de Cassis (llamado Kir Royale en honor al heroico Felix Kir, alcalde de la ciudad de Dijon en tiempos de la 2ª Guerra Mundial y de tendencias izquierdistas). Nos lo bebemos disfrutándolo. Lo acompaña un bol con una crema de queso aderezada con hierbas y ajo que nos hace casi terminar con todo el cestillo de pan tostado.
Como hay un segundo que seguro queremos pedir, la cena se diseña alrededor de ese plato. Preguntamos por la carta de vinos y también si hay algún vino fuera de carta. Nos dicen que algún valenciano debe haber. Mientras leemos aparece el deseo de tomar de nuevo cava. Se lo agradecemos al cocktail de bienvenida. Vemos algunos no conocidos por nosotros. Preguntamos y nos dicen que suelen salir bien. Así que nos decidimos por Recaredo, un brut nature de 2004, un cava de Sant Sadurní d'Anoia. Es un cava seco, con burbuja pequeña que en un principio se muestra algo revoltoso pero luego se convierte en un cava suave, manso. Le detectamos tanta suavidad que casi echamos de menos algo más de sabor. Seguro no va a imponerse en la cena; acompañará sin volverse notorio.
Como entrantes nos decidimos por unas habitas baby con foie (pequeñísimas habitas con trocitos de foie que pese a que de sabor estaban impecables vienen encharcadas en aceite lo que convierte el plato en algo pesado y desapacible), unas setas Famigliola (pequeñas setas en una salsa de vino que nos hacen olvidar el aceite de las habas. ¡Deliciosas!) y tarrina de foie-gras (un excelente foie gras de soberbio sabor que devoramos al instante). Como plato fuerte pedimos un Steak Tartar. Como saben que todos los platos los compartimos, tienen el detalle de emplatarlo en dos medias raciones. Fantástico detalle. El steak tartar viene en un plato muy decorado con una salsa de mostaza tremendamente picante, pepinillos y cebolla y una carne en forma de hamburguesa bien picada, gustosamente adobada y de delicada textura. En boca está jugosa, con buena combinación de sabores y suave de tacto. ¡Nos encanta!. Nos lo terminamos sin hablar, sin comentar. Realmente excelente. El único pero es que nos hemos perdido su elaboración (nos encanta ver al 'hacedor' del milagro de convertir un trozo de solomillo cortado a cuchillo con ingredientes sueltos, en un delicioso y complejo plato donde todos los elementos tienen una proporción medida y un orden fijado. Bueno...todo no se puede tener). Como postre pedimos, sin mirar la carta, uno que contenga chocolate. Nos sugieren una tarta de chocolate la cual bañarán en chocolate tibio. Nos traen dos porciones de tremenda tarta de chocolate napada con tremendo chocolate tibio. Chocolate chocolate chocolate por todas partes. Terminamos hasta el último trozo. ¡Pero qué buena!
Quesoy termina la cena con su ya conocido café bien corto y bien cargado.
Otra noche más que nos tenemos que dar un largo paseo antes de darla por terminada. Buena cena para una buena noche.

En Valencia. c/ En Llop nº 4 Tel 963 515 634

18 de Junio de 2008. Restaurante Lluna de Valencia

Esta noche de luna llena, nos vamos de excursión. Vamos a un local que lleva abierto muchos años pero que siempre es un placer volver a estar.
La casa donde se ubica es una casa de campo, rodeada de huertas. Al entrar al comedor nos impresionan su techo, elevado y de madera, cruzado por unas imponentes vigas e iluminado por una enorme y única lámpara de araña.
Nos colocan en una mesa cerca de las ventanas traseras. Las mesas bien vestidas y con una distribución correcta.
Nos traen un bol con diferentes panes y las cartas. Nos entretenemos ojeando la de vinos. Hoy le toca a Quesoy y ninguno de los vinos parece ilusionarle. Son todos conocidos y los que no, no apetecen. Así que al final de toda la carta se encuentra con los cavas y champagnes y se inclina por un Juve & Camps reserva familiar. Viene bien enfriado y con la burbuja estrecha y juguetona que suele tener este cava. En boca notamos una acidez correcta y un paso ligero por boca. Va a ser un buen compañero de cena, no tenemos ninguna duda.
Como platos entrantes nos inclinamos por unas anchoas sobre coulis de tomate (si bien eso pone en carta, lo cierto es que más bien parece salmorejo lo cual le viene a las anchoas como anillo al dedo. Ellas están impresionantes, espléndidamente desespinadas y ligeramente desaladas. Karoleta está emocionada ¡deliciosas!), terrina de foie macerado en armagnac (una ración impresionante de un exquisito micuit acompañado por dos salsas dulzonas. Plato que nos hace suspirar), ensalada templada de vieiras y langostinos (pese a que no somos aficionados a las ensaladas en nuestras cenas de los miércoles esta, con vieiras, pone las ensaladas en otro escalafón. Las vieiras están gustosas, sabrosas y los langostinos no se quedan cortos. Un aliño con aceite de azafrán con un toque de vinagre balsámico hacen de esta ensalada un plato delicado, lleno de contrastes y buenos sabores. ¡Buena,buena y buena!) y un crujiente de queso de cabra acompañado de membrillo (lo emplatan por separado, todo un detalle. Un excepcional crujiente de masa brie relleno de un delicioso queso de cabra que marida a la perfección con el membrillo en salsa que acompaña al plato. Es una especialidad del chef Juan Tamarit). Como plato fuerte nos decidimos por un solomillo de buey al vino tinto (un impresionante solomillo con una no menos impresionante reducción de vino que le confiere el sabor dulzón que tan bien conjuga con las carnes rojas. El solomillo viene en un punto delicado: un poco más y hubiera estado demasiado hecho para nosotros que nos gusta la carne verdaderamente poco hecha. Al comentarlo con quien nos atiende, una vez terminado el plato, nos dice que nos lo hubiera cambiado sin ninguna pega. Comenta que tienen un jefe de plancha que consigue el punto de carne tan difícil de cruda por dentro pero sin estar fría. Tendremos que volver para comprobarlo. Aún así, nada que objetar al plato: carne tierna y sabrosa donde las haya, con una salsa impresionante y unas verduritas tiernas y muy sabrosas. Impresionante plato). A estas alturas estamos realmente ahítos dado que las raciones son muy abundantes. Nos ha comentado quien nos atiende que a él personalmente no le gusta los 'platos minimalistas', le gusta ver la comida en el plato y ver raciones importantes. Por eso en el restaurante, los platos contienen unas raciones más que generosas. Estamos totalmente de acuerdo. Por todo ello, pero para no perder las buenas costumbres, sólo pedimos un postre. Queremos uno que contenga chocolate negro (ya conocéis la debilidad de Karoleta...) y nos propone un helado parfait de nueces caramelizadas napado de chocolate negro. Nos viene una más que generosa ración de helado en un solo plato con una imponente cantidad de tibio chocolate negro. Pese a que el helado a Karoleta le parece demasiado dulce, está impresionante. Con muchas dificultades, pero nos rebañamos el plato.
Quesoy remata la cena con un café corto, muy corto y muy cargado. La cena se lo merece. Después nos damos un largo paseo para rebajar la cena y disfrutar de esta noche con esa espléndida luna.
Desde luego, muy buena cena.

En Almassera (Valencia). Camí del mar nº 56 Tel 961 851 086 y 961 851 006

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11 de junio de 2008. Nostre bar

Hemos vuelto al pub Office. Teníamos que seguir hablando de detalles para la exposición. Allí estaba Luis con quien hemos concretado asuntos mientras nos tomábamos una copa de vino. Una vez terminada y dado que la cena iba a ser en ese mismo barrio, el de Ruzafa, nos hemos ido paseando a encontrarnos con nuestro local de destino. Este local ha sido aconsejado por unos seguidores del blog: gracias Julio y Paco.
Tiene el aspecto de una tasca: todo en madera con bancadas fijas al suelo. A Quesoy le recuerda el aspecto de cualquier franquicia de hamburguesas. Nos traen la carta de comida y ahí comienzan las sorpresas: buena materia prima, buenas y exóticas carnes. Nuestro ánimo se viene arriba. La carta de vinos, extensa y con entradas desconocidas. Eso si, con precios tremendamente ajustados. Hay varios candidatos a acompañar nuestra cena. Pedimos consejo a Francisco, dueño del local y quien nos atiende. Conoce los vinos y nos los describe como si fuera una cata. Pese a que todos son buenos candidatos, Karoleta se decanta por pedir un vino de Castilla La Mancha: AD Pater (bodegas Torres Filoso) vino compuesto de Tempranillo y Cabernet Sauvignon el cual, según nos cuenta, su productor le hace descansar en tinajas de barro antes de pasarlo a barricas (método tan antiguo que ahora solo es posible verlo en las películas de romanos). Viene fuerte, alcohólico pero en nariz se notan especias y complejidad que hablan de un magnífico compañero siempre que se le trajine un poco. Con ello, Francisco, después de envinarnos bien las copas, nos lo decanta, envinando antes también el decantador (¡sobresaliente!). Y si, una vez oxigenado nos encontramos con un vino carnoso, amable, fácil de tomar, con muchos aromas y con paso lento. Un delicioso compañero.
Para cenar nos decidimos por anguilas ahumadas (que vienen acompañadas con un poco de lechuga, gelatina de tomate y aceite de azafrán. Están francamente buenas, aunque la presencia de ciertas espinas hacen que los bocados sean en ocasiones desapacibles), un carpaccio de calamar con aliño de tinta y sal negra(¡Espectacular! tierno, sabroso, con todo el sabor del calamar, con un aliño de buen aceite de oliva emulsionado con ajo y perejil que nos hace recordar el sabor de nuestro sepionet de toda la vida. Impresionante) foie al jugo de trufa acompañado con mermelada de tomate verde y mermelada de cebolla (pese a estar realmente bueno, ya nos había comentado que no era foie, que era paté, nos decepciona porque echamos de menos más intensidad en el aroma de trufa), un surtido de cecinas: vaca, ciervo y jabalí que vienen con una botellita de buen aceite de oliva para aliñarlas en el plato (¡madre mía! por ellas vale la pena volver y volver. La de vaca y ciervo están deliciosas pero la de jabalí...¡ay la de jabalí! está soberbia. Con ellas suspiramos). Como plato fuerte nos inclinamos por una carne exótica: medallones de antílope acompañados por tempura de berenjena (¡dios mio! qué tierna, qué suave, qué deliciosa). Los postres nos indica que tiene unos helados todos ellos muy sugerentes. Pedimos uno de escaramujo con confitura de pétalos de rosa (bueno, bueno y bueno) y otro de menta con chocolate negro (¡Ohhhh! qué bueno, qué buen sabor a menta. ¡Qué bien combina con el chocolate negro!...Karoleta le hubiera puesto más chocolate, mucho más). Nos los devoramos hasta el final. Para acompañarlos Francisco nos propone algún vino dulce. Nos canta los existentes y nos inclinamos por un Tokaj de 5 putonios (¡está para morirse de placer!) y un vi de gel (¡delicioso!). Vamos de una a otra copa hasta que los rematamos.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que viene con la largura de un café normal.
Buena cena con deliciosos productos originales. Fue una sorpresa encontramos con Tonino (uno de los reporteros de CQC) en el mismo local de la cena. Karoleta se lanzó a saludarle, a pedirle un autógrafo y a invitarle a nuestra exposición de elmiercolestoca. Nos prometió que intentaría acudir. Será bienvenido.

En Valencia, c/ Carlos Cervera, nº 8. Tel 963 203099 y 619 991 972


Inauguración de la Exposición Elmiercolestoca

Un ratito antes de la cena del miércoles 4 de Junio, hemos recalado en el pub Office C/ Cádiz, 47 de Valencia - Spain, para concretar con su responsable, Luis, el desarrollo de la exposición en este local de nuestro recorrido gastronómico en internet. Desde aquí le agradecemos su inestimable colaboración para convertir nuestras ideas en realidad, gracias que hacemos extensivas a Jose, responsable de por los materiales y equipo facilitados, y a todas aquellas personas que nos habéis animado ponerla en marcha.
Así las cosas, a partir de su inauguración el próximo jueves 3 de julio de 2008 a las 19h. estáis tod@s invitad@s a presenciar y disfrutar la primera exhibición "sin red" de Elmiercolestoca, si el formato elegido os gusta, seguro que podremos repetirla en más ocasiones.
Para evitar problemas de aforo, la exposición estará en funcionamiento una semana (de jueves a jueves excepto el martes que es día de descanso del personal del pub Office) con el horario del local: de lunes a viernes de 17 a 24 h y el fin de semana con un horario mas amplio.
Allí estaremos y gustosamente compartiremos experiencias, ideas y sugerencias para seguir haciendo posible que elmiercolestoca se consolide como la página de referencia de la restauración de calidad que se está haciendo en Valencia.

Recordar...estais tod@s invitados. del 3 al 10 de julio de 2008

4 de junio de 2008. El Racó de Rafa

Nos dirigimos de nuevo hacia el barrio de Campanar en busca de un restaurante donde esta vez... no tenemos reserva. Quesoy va ha decidido confiar en su suerte. Por si acaso, confiesa tener un plan B, incluso un C. Pero no le hacen falta. Encontramos aparcamiento en la puerta y una luminosa mesa libre.
Llegamos al Racó de Rafa, un restaurante bien decorado, acogedor y con una excelente cava de cristal que hace las veces de separador entre dos espacios: el comedor y un comedor algo más privado donde pueden estar hasta un máximo de 12 personas. Lo que mas nos gusta a primera vista es poder observar y mirar todas las 'joyitas' de vinos, cavas, champagnes, aguas y quesos que tienen. También podemos ver la colección de ginebras y otros licores...Buen sitio, si señor.
Quesoy juega esta noche con ventaja, el responsable de sala es Paco Cardona, un viejo amigo y compañero de otros menesteres, es quien nos va a atender con gran amabilidad pero sin saber que vamos a contar nuestra cena de hoy en este diario gastronómico hasta que se paga la cuenta. Nos dejan las cartas y nos sirven un detalle de la casa: unos aperitivos japoneses y unas deliciosas aceitunas aliñadas con mucho limón. Tras tantear la carta y las sugerencias fuera de ella, nos dejamos guiar por los consejos y comentarios de Paco quien nos sitúa de golpe ante una comanda repleta de productos marinos. Quesoy se lanza sin dudar a solicitar unas almejas de carril, pero se han terminado por lo aquilatado de su adquisición dada la coyuntura que vive el sector de la restauración. En cualquier caso existe suficiente oferta como para considerar esta cena como un festín lleno de descubrimientos ¡¡¡¡Va a ser la primera cena de miércoles donde todos los platos sólo tengan pescado y otros productos del mar¡¡¡¡
Para acompañar a la cena (si, ahora la describo) nos decantamos por un cava gran reserva: Gramona Celler Batlle de 1999. Sensacional, con una burbuja suave, presente pero no imperativa en boca, que deja que todo el sabor del cava se expanda y perpetúe después de ser tragado. Delicioso cava para una cena que requiere un compañero que sea, esté y se note pero acompañe sin exagerar.
Para cenar, nos inclinamos como entrantes por: unas ortigas de mar (¡Qué delicia! ¡Qué sorpresa! ¡Pero qué buenas! Especie de albóndigas realizadas a base de anémonas de mar...bocado extraño que a Karoleta le hace recordar un bocado a base de hígado de pescado que comía de pequeña y que le encantaba. Paco nos comenta que el animal del que se hacen, una anémona carnivora, es realmente feo; nos explica que es donde se escondía Nemo en la película de dibujos animados. Pero no nos vayamos...Nos encanta, nos sorprende, nos hace estar largo rato en silencio intentando buscar sabores conocidos y texturas. ¡Plato sorprendente con sorprendente sabor!. Muy pero que muy buen comienzo), unas ostras en tempura (Karoleta se deja otra vez seducir dado que a Quesoy le encantan...ya que la noche ha comenzado como una aventura, seguimos asumiendo riesgos. Excelentes ostras de Bretaña hechas en una delicada tempura pero que convierten las partes gelatinosas de las ostras en un bocado algo mas consistente pero sin dejar de ser suave y con un intenso sabor a ostra. Nos vuelve a dejar mudos...mirándonos y con la sonrisa del que ha vuelto a dar en el blanco) y unas cigalas con ajetes (excelentes cigalas, todas ellas ganadoras y con sus dos pinzas intactas, hechas en su punto, con intenso sabor. ¡Soberbias!). Como plato fuerte: un taco de atún rojo que viene sobre un lecho de patatas gallegas y con una vinagreta de frambuesa que le pone el toque ácido que tan bien le va al atún (de perfecta hechura, de tamaño considerable y con un acompañamiento que realza su sabor hasta la excelencia. ¡Fantástico!...rebañamos una vez más el plato). Como postre sólo pedimos uno porque estamos realmente ahítos. Eso si, Quesoy premia a Karoleta por sus avances 'ostreros' pidiendo uno que tenga chocolate negro. Nos traen un impresionante bizcocho de chocolate que lleva una capa de chocolate blanco con una crema de albaricoque y cubierto de chocolate derretido francamente amargo y unas fresas fileteadas (¡vaya fin de fiesta! postre delicioso, de delicado sabor pero con un chocolate contundente que se hermana hasta la perfección con el ácido de la fresa. ¡Extraordinario!).
Quesoy remata la cena con un cremoso ristreto y Karoleta se deja seducir por primera vez en una cena de miércoles por un té verde de un digestivo sabor. Nos invitan a una copa de calvados que viene servida a temperatura ambiente, que es la suya (aunque a Quesoy le gusta más a temperatura ambiente del pais de origen a la hora de tomarlo, es decir, algo más enfriado) y que degustamos hasta la última gota. ¡Magnífica y delicada cena, repleta de sorpresas!

En Valencia, c/ Terrateig nº 6. Tel 963 474 862

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