MENÚ IDEAL DE LOS MIÉRCOLES DE ABRIL DE 2007

Estimados mailto:amig@s/ como decían en Roma "rebus sic stantibus", las cosas según las circunstancias. Así nos ha ocurrido en este mes. Dos acontecimientos han hecho variar sensiblemente el "modus operandi" de "los miércoles toca": la visita a Jordania de Karoleta, que ha producido dos sabrosas entradas en el miércoles 11 de abril, y la celebración de Vinoelite en Valencia que ha servido de motor a una extraordinaria sesión gastronómica: "SENTO abraça ENÓPATA" que por primera vez nos sitúa en una mesa de 12 comensales en lugar de la de 2 que tradicionalmente nos sirven.

25 de abril de 2007. Cervecería Erajoma

Dado que subir más el listón de como lo había dejado la cena del miércoles denominada "Sento abraça enopata" es, por el momento, casi imposible, seguimos en la búsqueda de locales donde seguir divirtiéndonos gastronómicamente, rescatando, esta vez, un evocador lugar del pasado de Karoleta. Local ruidoso, que se comporta como un bar de barrio pero, con mantel y servilletas de tela. Es un sitio de estupendas tapas y de un muy respetable marisco, sin cocina, sólo con la plancha y la freidora y utilizando materias primas de calidad, consiguen una amplia variedad de platos donde todos sus manjares son muy naturales, nada salseados. Después del bautizo de vinos blancos del pasado miércoles, Quesoy ya piensa sonriente en que no hay retorno, y Karoleta se dispone a tomar la iniciativa, y acceder otra noche más, a costa de su gusto por los tintos, por un nada estridente Viña Sol, blanco clásico de Torres, del 2005, nada sorprendente, justo y un discretísimo acompañante para nuestra cena. Eso si, lo traen, sin petición, bien frío y zambullido en una cubitera para mantenerlo. Casi sin dejarle 'cantar' la carta (no esperéis ver nada escrito, no tienen carta) comenzamos pidiendo, y para disimular, un poco de pan tostado con tomate, pero lo importante vino luego. Pulpo a la gallega (que nos deja con total indiferencia), sepia con mayonesa (de más que correcta hechura para esta tapa que parece sencilla, pero nada fácil de conseguir), clochinas al vapor (¡excelentes!, en su punto, tiernas y poco hechas, con una concha perfectamente limpia), huevas de sepia (aunque son grandes, a criterio de Quesoy, están deliciosas y muy bien hechas a la plancha), navajas a la plancha (¡esto si es que son navajas! jugosas, sabrosas y en su punto de plancha), gambas a la plancha (llamadas 'de las grandes y para plancha'. En su punto de hechura, jugosas y de sabor impecable, y por supuesto a peso. Tuvimos que pedir dos más para poderlas fotografiar, porque al plato de las primeras no se le dimos tiempo al ser devorado al instante. No hay que dejarlas enfriar...) y dos montaditos de solomillo (al cual, el paso del tiempo ha disminuido el grosor de la carne, pero no así la jugosidad y punto de la misma). Como postre y dado que las tartas no fueron de nuestro agrado y tras 'antojo' de Karoleta, pedimos queso flor de Esgueva, aromático y a temperatura ambiente lo que le dejaba expresar todos sus sabores, acompañado por unos granos de uva: una delicia. Ya dicen que la uva y el queso saben a besos...nada que añadir.
Como fin de cena, y como manda la tradición, Quesoy pidió un café expreso.


En Valencia, Pl. Reyes Prosper, 7. Telf 96 3601075
(Dado que no reservan, hay que acudir a una hora temprana porque hay que tener en cuenta que este miércoles, se llenaron todas las mesas y aun hubieron personas cenando en la barra)

Ver mapa más grande

Miércoles 18 de abril de 2007. Ca Sento abraça Enópata

Bueno ¿por dónde comenzamos?...Esta es una cena de gala, capaz de eclipsar las demás, las de los miércoles toca, se trata de un acontecimiento especial en condiciones diferentes a nuestro "modus operandi". Vamos a ser nueve comensales, a menú, con los vinos y champagnes maridados y por lo tanto, cerrados. Las viandas y los vinos, han sido minuciosamente elegidos por dos maestros en sus respectivos campos: Raúl Alexandre, el gran cocinero de Ca Sento, que con sus mejores platos formará en esta cena equipo junto a Juan Ferrer y Rebeca Garcia, de Enopata, los cuales llevan tiempo seleccionando con detenimiento los caldos que mejor maridan con los platos del chef. Y con esta perspectiva nos sentamos esta vez, nueve, a la mesa de esta cena de miércoles.
El recibimiento: en un local pequeño, de ambiente neoyorquino, nos encontramos entre las manos con un fantástico champagne que nos sirve Maxim, el somelier que nos atenderá en la velada y que nos muestra orgulloso una botella de Comte de Blanc Millésime 2000 AOC Champagne (Francia), que resulta en boca, joven y provocón, presagio éste de como va a resultar esta deliciosa velada. A su vez, nos deleitan con una chuchería, consistente en un cornete de yuca relleno de txangurro, bocado delicioso que tomamos directamente con la mano de un pequeño vaso que lo contiene. Mientras tanto, se sirven sobre unos marcos de foto depositados en la mesa, panecillos con diferentes formatos y sabores: deliciosos, delicados y muy evocadores de otros tiempos, otros sabores. El entrante: nos sirven a continuación una impecable anchoa escalibada, sin barba alguna y una esponjosidad insuperable.
Cambiamos de tercio con otro champagne: André Clouet Millésime 2000 AOC Champagne (Francia), elegante y esperable. Impecable. Va a acompañar una Ostra Gilardó de La Rochelle con esférico de manzana Granny Smith (dado que Quesoy conoce la poca afición de Karoleta por las ostras, esperaba poder repetir. Karoleta le sorprendió comiéndosela de un bocado) : de fantástica presentación, sólo superada por la preparación de la ostra. Una gamba hervida del litoral (en su punto) y una sabrosa cigala en costra de sal. Sin palabras.









Ahora le toca el turno a un Ogereau Clos du Grand Beaupreau 2004 AOC Saennieres (Francia). Y sus platos van a ser caviar beluga con huevo, mantequilla y caldo de jamón (impecable presentación) y rodaballo con espardenyes, tomate natural, tapioca y aceite de oliva (nos devoramos hasta la crujiente piel del rodaballo. Insuperable textura y punto del rodaballo).










Y seguimos...un arroz con coliflor y sepia (disociado, cinco cucharadas de un delicioso arroz que viene en dos tiempos. Una vez con los platos delante, nos sirven una salsa caliente de tinta de calamar),
ravioli de queso Gorgonzola y Mascarpone con consomé de ternera y ventresca berenjena asada, jengibre y agua de tomate de atún con(...volvemos a quedarnos sin palabras y ya nos caen las lágrimas que hace tiempo intentamos contener. Realmente delicioso). Estos platos los mojamos con un Planeta Cometa del 2005 de Sicilia (Italia), vino de sorprendente tono oro viejo, y pese a su juventud, no pasa desapercibido ni deja indiferente.
Y ahora es el turno del foie con gelé de sauternes un plato delicado y contundente en sabor, acompañado por Château d'Yquem 1999 Premier Grand Cru Classé AOC Sauternes (Francia). Matrimonio perfecto.
La carne: Delicioso buey con polenta acompañado por único tinto de la noche: Contador 2001 DOC Rioja. Con cuerpo y carácter original e imposible de olvidar.
El postre. Unas fresas con coco y limón y un segundo postre, un ravioli de plátano caramelizado con helado de té que hace las delicias de los presentes. Para acompañarlos se nos llenan las copas con un Domaine des Quearres Selección de Granos Nobles de 1997 AOC Coteaux du Lyón Fay d'Anjou. A estas alturas, ya los aromas se confunden, los sabores cuesta más reconocerlos, pero los recuerdos quedarán ahí experiencia , en unaque en cuanto a las viandas la bebida y los maridajes resulta irrepetible. A pesar de ello, es claro que seguiremos disfrutando del recuerdo y, en cuanto haya ocasión, de los mailto://amig@s/ que estuvieron con nosotros en esta pequeña pero selecta mesa imperial.

La cena la cierra Quesoy, con un ristreto, y ya en la sobremesa, somos obsequiados con un fabuloso gintonic aromatizado con cítricos.

En Valencia, c/Méndez Núñez, 17. Telf: 963 301 775


Ver mapa más grande

11 de abril de 2007. Tawaheen Al-hawa

Este miércoles Quesoy no me acompaña a mi cena especial. Estamos de viaje por Jordania y mis amigas tienen a bien acompañarme a hacer los deberes de los miércoles. Después de asesorarnos con el guia sobre un restaurante, en Amman, que fuera de lugareñ@s y no de turistas, nos decidimos por este que para nuestra sorpresa las imágenes de sus servilletas son molinos de viento y un hidalgo Don Quijote de la Mancha (?). Es un local muy amplio pero han dispuesto medias paredes que eliminan la sensación de gran local (también posee una jaima pero dado que la noche es fresca, decidimos quedarnos dentro del local). Las mesas son amplias, como mínimo de 4 comensales y lo normal son de 8 en mesas cuadradas. La gente que hay son familias, muchos grupos de hombres, mucha gente fumando pipas de agua mientras cenan y algún grupo de turistas (escasos) que su guía ha tenido a bien llevarlos a cenar.
No nos traen carta pero nos sugieren tomar un 'mezze' (aperitivos variados) y un sish kabab para terminar. La elección de la bebida fue realmente fácil dado que no tienen alcohol en los restaurantes (si tienen alcohol es casi una garantía de que es un restaurante para turistas). Así que ante la oferta de zumos diversos, refrescos, agua y cerveza sin, nos inclinamos por las dos últimas: unas botellas de agua y cervezas sin que nos recuerda a las primeras 'sin' españolas (muy poco conseguidas). Pese a la bebida, no consigue eclipsar el festín que será esta cena. Para comenzar nos trajeron pan de pita de diferentes sabores: con sésamo, con semillas de amapola, pasta de filo (unas láminas finísimas de pan de pita) y otro con más burbujas de aire que lo hacían muy esponjoso. Comienza el desfile de platos: humus (paté de garbanzos), babagamoush (paté de berenjena asada), aceitunas deliciosamente aderezadas (algunas de ellas tremendamente picantes), tzatziki (crema de yogur con pepino, menta y ajo), falafel de garbanzos, falafel de carne muy especiada, hojas de parra rellenas de arroz y verduras, tabouleh (ensalada de cilantro, perejil y otras verduras aderezadas con aceite de oliva y limón), keppe (unas albóndigas de carne especiada y trigo) y bueno, supongo que de algo me olvido seguro (me disculpo porque en la foto, como veis, ya están casi todos los platos medio vacios...estaba todo tan bueno que no pudiemos controlarnos para hacer la foto antes). Lo mejor es que teníamos a nuestra disposición unos tres camareros que nos servían en los platos para que no nos olvidáramos de probar ninguno de los aperitivos, lo que favorecía la cena. Y pese a que habíamos pedido un sish kabab de pollo, cordero y ternera (ya sabéis que el cerdo no es bienvenido a las mesas árabes), dos de cada, nos rendimos al poco apetito que a estas alturas de cena tenemos: así que sólo pedimos para poder probarlo, pero nada más. Se repite la acción: los camareros disponen sobre cada plato de cada comensal una pasta de filo con unos trozos de pollo, de cordero y de ternera (como una hamburguesa en forma de longaniza muy especiada) y acompañado por verduras asadas: tomate, patatas, pimiento y cebolla. Para terminar nos trajeron una enorme fuente de fruta fresca: plátanos, manzanas y naranjas, que para ellos es una manjar exquisito (de hecho no suele haber fruta como postre, sino los afamados pastelitos de pistachos u otros frutos secos con miel y hojaldre, dado que la fruta es un artículo de lujo). Para rematar la cena, tomamos algunos cafés turcos (que una vez se consigue tener la paciencia de esperar a que el café repose en el fondo de la taza, es una delicia el sabor del café aromatizado con cardamomo) y unas infusiones de menta fresca (realmente aromáticas, digestivas y deliciosas). A estas alturas de la cena, muchos comensales se habían levantado para bailar al compás de la música que había en directo: hombres y mujeres, jóvenes y no tanto, bailaban con la música cadenciosa árabe y quienes permanecíamos sentad@s palmeábamos para acompañar la música. Fue una cena de miércoles, muy pero que muy diferente.
Por cierto, si podéis, no os perdáis un viaje a Jordania, un país hermoso y acogedor con gente hermosa y acogedora.


Ver mapa más grande

11 de abril de 2007, Gioconda restaurante

Paseando en familia por el Barrio Carmen de Valencia, en un miercoles con Karoleta de viaje por tierras de Jordania, decidimos la troupe y yo entrar en un local llamativo desde el exterior aunque de aspecto tranquilo en su interior. Apenas nos sentamos nos pusieron unos temtempiés (aceitunas, tomate y cacahuetes) junto con el pan para untar. Se trata de un pequeño restaurante bien distribuido y decorado alternando los naranjas con el vengue. Servicio atento y rápido, las mesas son cómodas y bien decoradas, ideales para una velada con luz tenúe. Empezamos degustando una cazuela de 4 quesos, buenísima, compuesta de tomate, queso, y ajo y especias. Después seguimos la velada con un solomillo al oporto y setas, tan tiernas que se desacían en la boca mmmhhhh, deliciosas, un plato bastante competente, otro plato fuerte y con carácter propio, un solomillo con foie y patatas camperas en su punto de sal, a destacar el acertado punto de la carne y una más que perfecta plancha del foie, provocando el conjunto en boca una fantastica explosión de sabores. Y como tercer plato fuerte, los espaguetis negros de tinta de sepia, acompañados con una deliciosa y cremosa salsa de cuatro quesos, un toque magistral para este plato de una mas que original presentación en forma de torbellino. El vino de la casa, un imponente tinto, de nombre Corolilla, varietal Bobal, cosecha 2003, criado por Bodegas Murviedro en barrica nueva de roble francés, perfecto de aromas y con una suavidad excepcional en boca. Fin de fiesta con un brownie (bizcocho de chocolate con chocolate fundido con bola de helado de vainilla) una verdadera batalla de chocolate y una tarta de tiramisú tan suave que hacía imperceptible el café, a la vista de tanta suavidad, nos dejamos aconsejar y endulzar con un vino natural de moscatel, de baja graduación,, , el Estrella 10, que pone broche a una cena de excelentes viandas, agradables vinos e impagables sonrisas juveniles. Al final un ristreto como mandan los cánones.
En Valencia, c/ Beltrán Bigorra, 10. Telf. 963065852 y 647813057

Ver mapa más grande

4 de abril de 2007. Fudd Menú

Nos encontramos en un local vanguardista, moderno y con decoración de los 70: plástico y objetos decorativos a la vez que útiles. Lo cierto es que han creado dos espacios independientes e interconectados: la zona de paso, un pasillo amplio, y la zona de mesas, bien dispuestas y separadas, creando así un local muy cómodo y bien distribuido de una planta baja con pocas alternativas. Felicitaciones a la persona que se encargó del interiorismo del local. Ahora vamos a lo importante. Aquí no hay nada que pedir, es un menú cerrado, único, que diariamente cambia y como en las bodas.... lo que hay es lo que hay. Lo comes o lo dejas. De hecho pensé despues de quedarme con cara de circunstancias cuando ví que el primer plato era un hervido completamente trituradito ¿se estará volviendo cómodo Quesoy eligiendo locales donde no tiene ni que elegir los platos o se habrá quedado ya sin dientes? Hmmmmmm, lo cierto es que empecé a relajarme un poco, cuando decidimos salirnos del menú en lo que a la bebida se refiere, y así elegir un vino tinto de una carta correcta pero sin grandes pretensiones. Por petición especial, Quesoy acepta la sugerencia de Karoleta: Summa Varietalis del 2003, un tinto de las bodegas del Marqués de Griñón. Que se presenta con la potencia de ser un rey de la mesa..., hasta que llegamos a las carrilladas, claro está. Sin duda hubiera mejorado el maridaje solicitando la copa de vino blanco del menú con los entrantes, para seguir con el vino de carta conforme llegamos al plato principal. Este miércoles toca en Fudd, menú compuesto de 'Bollit' valenciano con 'capellans' a la llama (bacalao asado) y aire de 'carlota' un plato de hervido que juega con tres texturas, tres temperaturas y tres colores, verde para la 'bachoqueta', amarillo para la patata y naranja para la 'carlota'. Original y agradable de comer, denota ya desde el principio la presencia de tecnología punta en la cocina, texturizadoras potentes, cocina al vacío... lo que sin duda es un paraíso para amantes de la "paco jet". El segundo plato: 'coca' de bonito con tomate confitado y yogur de piñones (creativa forma de presentar una empanadilla de atún de toda la vida, con un resultado visual y gustativo, espléndidos). El tercero: una carrillada de ternera sobre torrija de patatas a lo pobre y crujiente de nabo, que nos dejó sorprendidos gratamente por su facilidad para degustar lo que tradicionalmente ha sido un plato contundente, y ello sin perder ese delicioso sabor tradicional. El cuatro plato, un postre, se trata de un 'pastiset' de boniato (salvo su sabor, nada que ver con los habituales pasteles de boniato) una 'coca' (bizcocho esponjoso) sobre un lecho de boniato, con sombrero de helado de anís, acompañada por unas natillas deliciosas; impecable. Todavía no sabemos cómo, pero pese a la dura disciplina del local en cuanto al menú, Quesoy consiguió traer a la mesa un postre de calabaza en tres texturas: crema, helado y espuma con unos pequeñitos dados de un queso viejo y galleta de pipas de calabaza. ¡Delicioso! pese a la ausencia de chocolate. Para finalizar, Quesoy pidió su doble expreso, que vino con abundante crema color avellana, genial.


En Valencia, c/ Joaquín Costa, nº 7. Telf.: 963748558


Ver mapa más grande

MENÚ IDEAL DE LOS MIÉRCOLES DE MARZO DE 2007

Detalle de la casa: el huevo de codorniz con lecho de camaroncitos y langostino de Giorgio & Enrico
Entrante: Balanchales gratinado de Giorgio & Enrico
Plato de pescado: salazones de la Taberna La Sacristia
Plato de carne : gijot de cordero estilo quijotesco de Giorgio & Enrico
Postre: coulant de farmbuesa con helado de Lágrimas Negras
Vino: Nodus reserva 2002 de Utiel-Requena
Protocolo del vino: Giorgio & Enrico
Ambiente y local: Giorgio & Enrico