PARTICIPA EL JUEVES 30 DE JULIO DE 2009 EN LA SEXTA CENA Y DE GALA DE LOS LECTORES DE ELMIERCOLESTOCA




Esta vez, nos vestimos de gala, para la sexta cena de grupo en el Restaurante Gourmet Oscar Torrijos, cena que será maridada con los vinos seleccionados por la Bodega Emilio Clemente.








MENÚ

Aperitivos y panes especiales de la casa

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Pulpo crujiente con patata confitada y salsa romescu

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Gazpacho “Abderramán” con melón, sorbete de ajoblanco y mejillón

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Pescado del día con la guarnición apropiada

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Bombón de Cochinillo crujiente con tarta de peras

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Postre: Piña y coco

Vinos, aguas y café incluidos












FICHA TECNICA


DIA Y HORA: JUEVES 30 DE JULIO 2009 A LAS 9 y 9.30 pm. sentados

RESTAURANTE: OSCAR TORRIJOS

MARIDADA CON LOS VINOS SELECCIONADOS POR BODEGAS EMILIO CLEMENTE

Lugar: THE WESTIN VALENCIA

Fotografía: Sergio y Susana: sergarch@hotmail.com y cusues@hotmail.com)



Amadeo de Saboya 16,
Acceso directo por General Gil Dolz s/n
Servicio de aparcacoches y parking disponible

Plazas: 30

Vinos: Se envian al Chef para cuidarlos y relajarlos en el lugar de degustación, una semana antes del evento.

Platos: Los platos de las viandas serán todos individuales

Etiqueta: Nuestra sugerencia es trajes de gala acordes al lugar donde se va a realizar la cena

Reservas: Riguroso orden de ingreso en la cuenta de Caixa Popular abierta al efecto, mas información karoleta@elmiercolestoca.com y quesoy@elmiercolestoca.com

29 de julio de 2009. Tahine Carme

Volvemos al distrito de Ciutat Vella, al barrio del Carmen a encontrarnos con un local que es recomendación de unas amigas y seguidoras del blog. Gracias Rosa, gracias Carmen.
En una estrecha calle de este barrio nos encontramos un local que por fuera no parece demasiado atractivo pero que al entrar nos topamos con un ambiente moderno y minimalista, unas mesas espléndidamente vestidas y un ambiente francamente agradable, con buena disposición entre mesas. Se observa una planta superior con una mesa imperial que hace las veces de comedor más privado y una fantástica terraza con plantas que debe ser impresionante verla de día.
Nos ofertan sentarnos en cualquier mesa. Una vez más, este miércoles vamos a ser los únicos comensales. Pedimos las cartas. Nos atenderá durante toda la cena, y con gran paciencia ante nuestras preguntas, Juani. En la carta de vinos (con buenas entradas y muy bien detallada) nos encontramos con uno de nuestros primeros amores: un vino que nos trae recuerdos de hace años, de hablar con su creador y enamorarnos al primer sorbo de este vino: Pago de Luna, que ahora ya es del 2006 y pese a que no es de barricas nuevas como el del 2005, se presenta con un color cereza impresionante, un aroma rotundo y una entrada en boca golosa, cremosa, llena de matices y sobre todo, llena de recuerdos de aquel primer Pago de Luna. Nos encanta.
Como detalle de la casa y mientras esperamos, nos traen un botón de queso mascarpone adornado con una anchoa y huevas. Bocado delicioso. Acompañando, unos panecillos recién horneados. Como cena vamos a pedir, como entrantes un carpaccio de presa ibérica: delicioso carpaccio bien aliñado aunque no visible el aliño, con unas lascas de grama padamo recien cortado que aromatizan el plato, la mesa y nuestro apetito. El otro entrante son unos raviolis de vieiras con espuma de mariscos: plato delicado, cuyo aroma y sabor a marisco contrasta con su textura, la espuma y los raviolis están para quedarse sin palabras. Nuestro plato vuelve a cocina limpio, limpio.
Como plato fuerte nos inclinamos por un rabo de toro con humus, champiñones y tomates secos: una pelota de carne de rabo de toro deshuesada, deliciosa, tierna y sabrosa (aunque a Quesoy le parece que le falta sal. A Karoleta le parece impecable) con un suave humus que entona perfectamente al lado de la contundencia de la carne y un acompañamiento, que sobre todo los tomates, nos hacen disfrutar más si cabe de este plato.
Como postre, y pese a que hay uno de chocolate, Karoleta pide una torrija emborrachada de horchata (la curiosidad la puede): enorme torrija bien empapada de horchata tibia, con una cobertura crujiente de caramelo y sobre una pincelada de crema de café. Quesoy se sorprende por la temperatura del postre, tibio, dado que lo normal en la horchata es el estar fria. A Karoleta, y dado que no está muy dulce, le entusiasma... deleitándose con esa pincelada de crema de café (huebiera deseado que en vez de pincelada, fuera brochazo).
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que debe explicar.
Deliciosa cena llena de matices.

1. Ingredientes reconocibles: 8
2. Saludable: 8
3. Emplatado y decoración: 9
4. Raciones generosas: 9
5, Cocina regional: No
6. Tecnología punta: Si
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 9
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 69 sobre 80

Buen local para cenas íntimas y de grupos con gusto por la buena mesa.

En Valencia, c/ Corona nº 8 Tel 963 156 042

22 de julio de 2009. Restaurante Chust Godoy

Esta noche nos vamos a buscar uno de los grandes de Valencia al distrito de Ciutat Vella, al barrio de La Seu: Chust Godoy. Gracias Natalia por haber inspirado la visita a este local.
Es una zona algo desangelada, solo animada por este restaurante y el hotel Ad Hoc, que tienen justo al lado, aunque su existencia, cercana a las Torres de Serranos de Valencia, es bien conocida por los amantes de la buena mesa.
Al entrar nos encontramos con un acogedor local, bien decorado, con mesas de excepcional tamaño y muy bien vestidas, con una distancia entre ellas inmejorable, es de destacar que posee tambien un pequeño comedor y una estancia privada con mesa imperial permanente montada, en el primer piso. Esta noche elegimos mesa en el local, como viene ocurriendo los últimos miércoles, dado que compartimos las instalaciones solo con una familia de ingleses que ya se encuentran degustando una opípara cena.
Seguidamente nos traen las cartas. El ambiente es rotundamente familiar, nos atiende Christian, hijo de Carmen (también encargada de la sala y de parte de la cocina) y de Vicente, un excepcional chef que da vida a los fogones.
Después de leer la carta de vinos, nos inclinamos por un Marboré, un vino Somontano, del 2003: aromático, rotundo, impertinente por su rudeza pero que sabemos que se amansará en cuanto le demos tiempo, lo dejemos respirar y lo refresquemos algo más (pese a que viene a una más que correcta temperatura, pero es que hace mucho calor en Valencia), Christian nos lo decanta y lo zambulle en una cubitera con hielos para calmarlo un poco más, con lo que se convierte en un maravilloso compañero de mesa.
Mientras esperamos los platos nos traen un detalle de la casa: un chupito de gazpacho (que agradecemos) acompañado de un tartar de atún sobre un pan de gambas: ¡sabrosísimo!, nos hace pensar en una cena deliciosa. Seguidamente nos traen dos enormes panecillos caseros: uno como un brioche y otro más pan de pueblo, acompañados de buen aceite de oliva.
Como platos nos decantamos por, como entrantes: unas croquetas gourmet sobre una fondue de cebolla (como una salsa soubise, una bechamel con cebolla): fantásticas y gustosas croquetas caseras de ave que junto a su cama de salsa soubise se convierten en un delicado bocado y un capuccino de setas con huevo de corral y lámina de foie: plato de cuchara de una hechura complicada, llena de técnicas, cuyo resultado es una delicada crema de setas con un huevo poché en su punto, con una lámina de foie que se ha hecho con la temperatura de la crema (que está tibia, no caliente) y con una boina de espuma que nos hace recordar los capuccinos de café. Es un plato para nota, con el añadido de venir emplatado en dos medias raciones (tremendas medias raciones) ya que el plato es dificil de compartir.
Como plato fuerte pedimos un steak tartar el cual preparan en la cocina pero que nos permite oir el golpeteo del cuchillo desmenuzando el solomillo de buey. Antes de sacarlo emplatado, Carmen viene con un bocado del mismo, ya aliñado para saber si lo queríamos más condimentado. Karoleta es quien lo prueba y dado su amor por lo picante, y con el consentimiento de Quesoy, lo piden algo más 'subidito' de sabor. El resultado: emplatado en dos medias raciones viene un cubo de carne bien aliñada, bien triturada, que nos hace quedarnos sin palabras. Acompañado de unas rebanadas de pan tostado: no dejamos nada en el plato. Venía acompañado por un bol de ensalada de brotes tiernos con tomatitos cherry de nuevo bien adobada por un buen aceite de oliva y vinagre de módena que aligera el bocado rotundo que tiene el steak tartar. Nos encanta.
Y llegamos a los postres: un soberbio couland de chocolate (con mucho y cremoso y negro chocolate en su interior) acompañado por un helado de dulce de leche. Este plato nos derrota, está impresionante pero nuestros apetitos están satisfechos. Aún así, hacemos el esfuerzo y de nuevo el plato entra en cocina limpio, limpio.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que viene realizado a la perfección. Karoleta pide un chupito de bourbon que viene en un vasito helado: rico rico.
Esta ha sido una excepcional cena.

1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 8
3. Emplatado y decoración: 9
4. Raciones generosas: 9
5, Cocina regional: No
6. Tecnología punta: Si
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 9
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 71 sobre 80

Excelente local para comidas-cenas de empresa, cenas íntimas y gentes que deseen disfrutar de la buena mesa.

15 de julio de 2009. Cuvee Restauración

Esta noche de miércoles nos volvemos a encaminar al distrito de L'Eixample, al barrio de Russafa, a buscar un local que es recomendación de una amiga y seguidora del blog: gracias Marisa.
Está ubicado en una plaza por lo que tiene una terraza muy tranquila de tráfico pero la noche está tan bochornosa que preferimos guarecernos en el interior del local buscando el fresco del aire acondicionado (aunque en ciertos momentos de la cena no sentimos fresco de ningún tipo).
Nos traen las cartas y un detalle de la casa: unos panecillos de pan de pueblo con un plato con cuencos que contienen aceitunas, tomate y ali-oli.
La carta de vinos es bastante extensa (dado que este local es una extensión de una tienda de vinos con el mismo nombre ubicada en la calle Literato Azorín la cual abastece los caldos a este local) y con un precio muy ajustado. Dado el calor, nos decantamos por un cava: Blanca Cusine de la Bodega Pares Balta del Penedes del 2006. Un cava elegante, armónico, sereno, muy sereno, con una burbuja presente pero nada escandalosa, que viene a buena temperatura y que para mantenerla zambullen la botella en una cubitera con hielos.
Para cenar, y como entrantes, nos inclinamos por: media ración de salazones (ya sabeis la inclinación y devoción de Karoleta por los salazones) que consiste en unas finas lonchas de mojama, bonito y maruca (suaves pero salazones, al fín y al cabo), brandada de bacalao con pulpo (un flan de una deliciosa brandada con una cubierta de pulpo fino, fino, que devoramos sin piedad), unas cigalitas salteadas con jamón y pimiento: sabrosas cigalitas que nos hacen chuparnos los dedos (bueno que nos trajeron toallitas para lavarnos las manos) y unas patatas con espuma de ali-oli y crujiente de jamón (fantástica reinterpretación de las famosas patatas bravas con buenas materias primas y que convierte un plato tradicional en algo más).
Como plato fuerte: un entrecot de buey con guarnición de patatas. Excepcional entrecot de buena hechura (poco hecho, como nos gusta), extremadamente tierno y sabroso.
Como postre: unas trufas caseras (soberbios bocaditos de chocolate) y unos trozos de pastel ruso (un hojaldre fino relleno de una nata con mucho sabor a crema, a nata. Rica rica de verdad) que vienen acompañadas de unas copitas de PX detalle de la casa. Buen matrimonio. Observamos en la cuenta que tampoco nos han cobrado el postre (¿otro detalle de la casa? ¡Fantástico!)
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que toma hasta la última gota.

1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 7
3. Emplatado y decoración: 6
4. Raciones generosas: 6
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: no (salvo la espuma de all i oli)
7. Sabroso: 8
8. Equilibrio: 6
9. Vajilla y cristalería: 6
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 58 sobre 80

(Si quieres saber en qué nos basamos para puntuar nuestro decálogo, pincha aquí)

Buen local para cenas de grupos, cenas informales, tomar una picadita en barra, una cerveza (tienen muchas en carta) en la terraza...

En Valencia, Plaza Manuel Granero, 9 Bajo Tel: 963 806 247

8 de julio de 2009. La Sal ( Hotel Ad Hoc)

Esta noche Quesoy está con ganas de excursión, así que cogemos la autovía hacia Lliria a buscar un local que ¡oh, sorpresa! ¡¡está cerrado!!.
Cambio de planes. Nos volvemos hacia Valencia. En un momento dado, frente al desvío de La Cañada, en un segundo intento de encontrar un local para cenar y después de conducir por campo a través.... ¡oh, sorpresa!, el local con un cartel que dice 'restaurante abierto todas las noches' ¡¡está cerrado!!.
De nuevo debemos cambiar los planes, y a la tercera, haciendo buena la frase del compositor Jacob Gershovitz "la vida se parece mucho al jazz, es mejor cuando improvisas", nos dirigimos sin desfallecer al tercer local donde poder cumplir, como todos los miércoles, el objetivo de disfrutar de una excelente cena. Llegamos a Bétera en busca del hotel Ad Hoc, en cuyo interior se encuentra el restaurante "La Sal", El local es grande pero acogedor, con mesas amplias y bien vestidas, algunas de ellas ocupadas por residentes del hotel. Nos disponen en una mesa y nos traen las cartas.
La carta de vinos está bien surtida de entradas que nos apetecen y nos decidimos por un Malleolus del 2006, de la gama alta de las Bodegas de Emilio Moro (Ribera del Duero), bodega del que degustamos la gama media en Larrén y la económica en La barraca de Canyamelar: ya en nariz nos parece goloso, lleno de matices especiados y frutas maduras. En boca nos resulta jugoso, tierno, considerado y con una persistencia notable. Delicioso.
Para comenzar tienen un detalle: dos chupitos de gazpacho que hacen de buen inicio de cena. Junto a ellos viene un cestillo de pan con distintos panes (entre ellos una focaccia que debemos partir como buenos compañeros de mesa) y unas terrinas de mantequilla.
Como platos nos decidimos por un excepcional foie marinado acompañado de espuma de calabaza e higos al oporto que nos hace quedarnos sin palabras. Viene con unas tostas de pan,
Otro entrante: pulpo sobre lecho de patatas confitadas y boina de rúcula, con pimentón de la Vera. Reinterpretación del pulpo a la gallega, más fino, más delicado pero de idéntico sabor. La rúcula le da un contraste muy interesante al plato.
Como plato fuerte: un solomillo con foie con compota de membrillo. El solomillo viene a nuestro gusto (muy muy poco hecho) pese a estar cubierto por una fantástica salsa de foie con trozos de foie que nos hace dirigirnos al cestillo de pan para comenzar el fascinante acto de 'sucar'. El contraste del dulce de la compota redondea el plato.
Como postre al pedir uno que lleve chocolate, nos recomiendan un brownie: un esponjoso bizcocho de chocolate con nueces con unas boinas de chocolate con naranja amarga sobre una crema de mango. ¡Soberbio!
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto y nos ofrecen unos digestivos. Nos inclinamos por unos chupitos de Calvados: potente licor que hace nuestras delicias y casa a la perfección con el chocolate aunque su mejor partener siempre será la tarta tatin.
Una cena excepcional.

1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 7
3. Emplatado y decoración: 10
4. Raciones generosas: 8
5. Cocina regional: No
6. Tecnología punta: No
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 7
9. Vajilla y cristalería: 9
10 Relación calidad- precio: 9
Puntuación total: 69 sobre 80



En Bétera (Valencia) c/ Botxi 6-8 - Torre en Conill - Tel 961 698 194

ver mapa

1 de julio de 2009. Trencaperols

Esta bochornosa noche vamos al distrito Ciutat Vella, al barrio de El Pilar a encontrarnos con un local arrocero por excelencia pero que comienza a hacer 'pinitos' en abrir por las noches.
Como todos los miércoles, cuando llegamos el local está vacío (aunque al rato, se llenan otras mesas con los arroceros nocturnos).
Nos ubican en una amplia mesa y nos traen las cartas. Miquel, uno de los socios del local y quien nos atenderá toda la noche, nos advierte que la carta de vinos es corta. Leemos y nos decidimos por preguntar si tienen algún vino o cava fuera de carta. Nos comenta que tiene un cava de la tierra: Na Sol de Rechenna brut de la Unión Vinícola del Este, cava impetuoso, fresco, alegre, muy impertinente pero que nos encanta para esta noche tan calurosa. Le pedimos que le ponga algo a la botella para que no pierda el frío y lo cubre con una camisa helada pero que a nuestra barrigona botella le viene algo apretada.
Mientras decidimos los platos, y como detalle de la casa, nos ponen dos cuencos pequeños de un gazpacho muy muy suave con crujiente de jamón y cebolla deshidratada (al que no dejamos no presentarse) y unos generosos tacos de queso manchego suave aderezado con aceite aromatizado (que tampoco dejamos reposar). Karoleta tiene hambre de verdad.
Como platos nos decidimos por: un carpaccio de bonito y langostinos (delicioso carpaccio bien adobado), un brick de morcilla de Ontenient (un cucurucho de masa brie generosamente relleno de una excelente morcilla con piñones y decorada con miel. La mezcla del dulce de la miel y la morcilla hacen un matrimonio perfecto) y, a petición de Quesoy, capellá sobre coulis de tomate (un capellá -bacaladitos salados y secos- a la plancha, bien desespinado, sobre un lecho de tomate. Pese a lo salado, no dejamos ni un bocadito).
Como plato fuerte nos inclinamos por una carne: entrecot con sorpresa de temporada. Lo pedimos muy muy poco hecho, y así viene y acompañado de unas rodajas de patata asada sobre un lecho de pimientos con tomate. Plato contundente que nos supera y nos vence. Nos vemos obligados a dejar algunos trozos del entrecot. Una lástima.
Pero llegamos al postre: una mousselina de queso y café con cobertura de chocolate. Deliciosa pero que ya nos hace rendirnos por completo.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto y para remate final nos traen dos chupitos con la botella de mistela que traen desde Xaló. Un agradable detalle.


1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 6
3. Emplatado y decoración: 7
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: SI
6. Tecnología punta: NO
7. Sabroso: 7
8. Equilibrio: 5
9. Vajilla y cristalería: 6
10 Relación calidad- precio: 9
Puntuación total: 59 sobre 80

(Si quieres saber en qué nos basamos para puntuar en nuestro decálogo, pincha aquí)

Buen local para grupos, para cenas y comidas. También para familias. Tienen, ahora en verano, una agradable terraza para las noches algo más frescas que la de hoy.

En Valencia c/ Carniceros nº 5 Tel 963 922 525