Esta noche nos vamos a un clásico del barrio del Carmen. En este momento es un restaurante de referencia a lo que a comida valenciana se refiere. Comenzó siendo una tasca de tapas y se ha convertido en un pequeño pero acogedor restaurante donde encontraremos platos muy de la tierra con unos toques, pequeños, de modernidad.
El exterior vale la pena pararse a mirarlo: esa balconada llena de azulejos con macetas llenas de plantas y flores, bien vale detenerse. Hay dos comedores y este exterior, el más bonito, es el de fumadores porque es la zona más ventilada. Nuestra mesa está en el comedor del interior que es la de no fumadores.
Las mesas, unas redondas y otras cuadradas y alguna de muchos comensales, están bien vestidas con manteles blancos. Algunos objetos de decoración que nos vuelven a recordar que estamos en un restaurante rústico y valenciano pero sin llegar a sobrecargarlo.
Nos traen la carta...muchos platos para picar que hacen que Karoleta (hoy le toca a ella) tenga dificultades para escoger: todos son platos apetecibles. Con el vino hay menos problema. Lo original es que la carta de vinos tiene dos bloques: una sección con la zona del vino, nombre del mismo y precio y otra sección con el nombre de la uva o uvas que lo integran. Nos inclinamos por descubrir algún vino no conocido. Así nos decidimos por un Sybarus reserva del 2001. Un coupage de tempranillo, cabernet y merlot, de la bodega Torroja de Utiel- Requena de una añada calificada como excelente. El vino sale embravecido nada más quitarle el corcho. Pedimos que nos lo decanten para que al oxigenarlo se vaya dulcificando (como así ocurre). Nos lo decantan en una bonita jarra de porcelana. En la segunda copa ya se ha domesticado.
Como platos pedimos: un 'desgarrat' (plato típico en este local de muy buena hechura con sabrosos pimientos, un bacalao bien presente y bien desmigado sobre unas láminas de una sabrosa mojama. Excelente plato. Esto comienza bien) y un revuelto de setas con paté de morteruelo (plato contundente y de generosa ración. El revuelto con setas, bueno, muy bueno pero lo impresionante era el morteruelo ¡Delicioso!...Nos lo devoramos). Como plato fuerte un medallón de cordero macerado al vino tinto (¡Bien! Sabroso y tierno cordero con una fantástica salsa de vino acompañado por una simples patatas fritas. ¡Tremendo!). Esta noche queremos dos postres. Después de traernos otra vez las cartas y preguntarle al dueño cuales eran los más recomendables, nos decidimos por una tarta de requesón con chocolate (¡Madre mía! poco dulce un chocolate denso y también poco dulce que hace las delicias de Karoleta y unos dátiles rellenos de dulce de leche (pese a que los ingredientes nos suenan a postre excesivamente dulce, es un postre delicioso dado que los dátiles son frescos y el dulzor lo aporta el dulce de leche. Están horneados. ¡Fantásticos!). Ahora si...en este momento Quesoy entra en el sopor de una opípara cena. Sopor que combate tomando una botella de agua mineral con gas San Narciso.
Para rematar la cena, el consabido ristreto que debe explicar cómo se realiza acompañado por una mistela de Turís. Además nos trae una completa carta de licores de hierbas y otros licores (como la absenta) de gran tradición en nuestra zona. También nos comenta que quiere ampliar las entradas de mistelas y moscatel.
Buena y tradicional cena.
En Valencia, c/Juristas nº 4. Tel 96 3923538
El exterior vale la pena pararse a mirarlo: esa balconada llena de azulejos con macetas llenas de plantas y flores, bien vale detenerse. Hay dos comedores y este exterior, el más bonito, es el de fumadores porque es la zona más ventilada. Nuestra mesa está en el comedor del interior que es la de no fumadores.
Las mesas, unas redondas y otras cuadradas y alguna de muchos comensales, están bien vestidas con manteles blancos. Algunos objetos de decoración que nos vuelven a recordar que estamos en un restaurante rústico y valenciano pero sin llegar a sobrecargarlo.
Nos traen la carta...muchos platos para picar que hacen que Karoleta (hoy le toca a ella) tenga dificultades para escoger: todos son platos apetecibles. Con el vino hay menos problema. Lo original es que la carta de vinos tiene dos bloques: una sección con la zona del vino, nombre del mismo y precio y otra sección con el nombre de la uva o uvas que lo integran. Nos inclinamos por descubrir algún vino no conocido. Así nos decidimos por un Sybarus reserva del 2001. Un coupage de tempranillo, cabernet y merlot, de la bodega Torroja de Utiel- Requena de una añada calificada como excelente. El vino sale embravecido nada más quitarle el corcho. Pedimos que nos lo decanten para que al oxigenarlo se vaya dulcificando (como así ocurre). Nos lo decantan en una bonita jarra de porcelana. En la segunda copa ya se ha domesticado.
Como platos pedimos: un 'desgarrat' (plato típico en este local de muy buena hechura con sabrosos pimientos, un bacalao bien presente y bien desmigado sobre unas láminas de una sabrosa mojama. Excelente plato. Esto comienza bien) y un revuelto de setas con paté de morteruelo (plato contundente y de generosa ración. El revuelto con setas, bueno, muy bueno pero lo impresionante era el morteruelo ¡Delicioso!...Nos lo devoramos). Como plato fuerte un medallón de cordero macerado al vino tinto (¡Bien! Sabroso y tierno cordero con una fantástica salsa de vino acompañado por una simples patatas fritas. ¡Tremendo!). Esta noche queremos dos postres. Después de traernos otra vez las cartas y preguntarle al dueño cuales eran los más recomendables, nos decidimos por una tarta de requesón con chocolate (¡Madre mía! poco dulce un chocolate denso y también poco dulce que hace las delicias de Karoleta y unos dátiles rellenos de dulce de leche (pese a que los ingredientes nos suenan a postre excesivamente dulce, es un postre delicioso dado que los dátiles son frescos y el dulzor lo aporta el dulce de leche. Están horneados. ¡Fantásticos!). Ahora si...en este momento Quesoy entra en el sopor de una opípara cena. Sopor que combate tomando una botella de agua mineral con gas San Narciso.
Para rematar la cena, el consabido ristreto que debe explicar cómo se realiza acompañado por una mistela de Turís. Además nos trae una completa carta de licores de hierbas y otros licores (como la absenta) de gran tradición en nuestra zona. También nos comenta que quiere ampliar las entradas de mistelas y moscatel.
Buena y tradicional cena.
En Valencia, c/Juristas nº 4. Tel 96 3923538
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