Esta noche nos dejamos llevar por una recomendación. Gracias Manolo.
Vamos al barrio de Patraix donde hemos ido muchas veces pero no a cenar sino a comprar y catar los buenos productos de una enoteca: Enópata.
Este restaurante se ha trasladado de su anterior localización. Es un local amplio con una muy buena disposición entre mesas y estas muy bien vestidas: en tonos marrones y blancos. Una decoración moderna y una muy buena luz en cada una de las mesas.
Miramos con detenimiento la carta mientras como detalle de la casa nos sirven unos montaditos de espuma de queso cabrales con unas tiras de pimiento de piquillo. Deliciosos. Karoleta ya ha decidido cuales van a ser los platos de la cena pero cuando ya van a tomar nota ¡Oh, sorpresa! tienen fuera de carta anchoas del Cantábrico... ¿cómo no vamos a pedir anchoas? mmmmm. Recapitulemos...Bien, cambio de platos. Para acompañarnos en la cena, invitamos a un Abadía Retuerta Selección Especial del 2004: sabroso, equilibrado, con buenos aromas y que se va a comportar como lo que es, un caballero tranquilo.
Como platos nos decidimos por: una anchoas del cantábrico con aceite de trufa y espolvoreadas con voletus (¡madre mía! las anchoas perfectas: excelentemente desespinadas, en su punto de hechura y de sal. Desconocíamos lo bien que maridan con los voletus; este realza el sabor de la anchoa pero le confiere un sabor colosal. ¡Bien, bien y bien....tocamos el cielo!) y unos crujientes de manitas de cerdo (canelones rellenos de manitas de cerdo y morcilla de burgos. Plato delicioso, de complicada hechura pero que después de las anchoas pierde el buen puesto que podría tener). Como platos fuertes: un taco de atún del Norte (excelente taco de atún, bien planchado por fuera y crudo por dentro, acompañado de unas fantásticas alcachofas. Todo esto regado con un aceite al aroma de ajo con piñones y reducción de naranja. ¡Delicioso! la naranja le confiere un toque ácido que le va que ni pintado) y un entrecot con foie y papas (¡Oh! una mantequilla de foie que se deshace al contacto con el calor del entrecot que viene en su punto: crujiente por fuera y crudo por dentro. ¡Muy buen plato!). Para seguir soltando lágrimas de felicidad llegan a nuestra mesa dos postres de sabor imponente: un brownie tibio con esencia de naranja y helado de chivas 12 años (¡¡¡madre mía!!!! pese a que el helado de chivas resultaba algo 'hieloso' estaba fantástico. Una mezcla de las que hacen historia) y un pastel de queso Idiazabal con confitura de tomate y una boina de un helado que no conseguimos recordar. Eso si...ambos postres ¡¡¡sensacionales!!!. Para digerir bien la cena, nos invitan a una copa de cava de Castillo de Perelada que hace las delicias de Karoleta.
Para terminar Quesoy degusta su ristreto que es servido a la perfección.
Una cena soberbia, de las que hay que recordar y repetir.
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Vamos al barrio de Patraix donde hemos ido muchas veces pero no a cenar sino a comprar y catar los buenos productos de una enoteca: Enópata.
Este restaurante se ha trasladado de su anterior localización. Es un local amplio con una muy buena disposición entre mesas y estas muy bien vestidas: en tonos marrones y blancos. Una decoración moderna y una muy buena luz en cada una de las mesas.
Miramos con detenimiento la carta mientras como detalle de la casa nos sirven unos montaditos de espuma de queso cabrales con unas tiras de pimiento de piquillo. Deliciosos. Karoleta ya ha decidido cuales van a ser los platos de la cena pero cuando ya van a tomar nota ¡Oh, sorpresa! tienen fuera de carta anchoas del Cantábrico... ¿cómo no vamos a pedir anchoas? mmmmm. Recapitulemos...Bien, cambio de platos. Para acompañarnos en la cena, invitamos a un Abadía Retuerta Selección Especial del 2004: sabroso, equilibrado, con buenos aromas y que se va a comportar como lo que es, un caballero tranquilo.
Como platos nos decidimos por: una anchoas del cantábrico con aceite de trufa y espolvoreadas con voletus (¡madre mía! las anchoas perfectas: excelentemente desespinadas, en su punto de hechura y de sal. Desconocíamos lo bien que maridan con los voletus; este realza el sabor de la anchoa pero le confiere un sabor colosal. ¡Bien, bien y bien....tocamos el cielo!) y unos crujientes de manitas de cerdo (canelones rellenos de manitas de cerdo y morcilla de burgos. Plato delicioso, de complicada hechura pero que después de las anchoas pierde el buen puesto que podría tener). Como platos fuertes: un taco de atún del Norte (excelente taco de atún, bien planchado por fuera y crudo por dentro, acompañado de unas fantásticas alcachofas. Todo esto regado con un aceite al aroma de ajo con piñones y reducción de naranja. ¡Delicioso! la naranja le confiere un toque ácido que le va que ni pintado) y un entrecot con foie y papas (¡Oh! una mantequilla de foie que se deshace al contacto con el calor del entrecot que viene en su punto: crujiente por fuera y crudo por dentro. ¡Muy buen plato!). Para seguir soltando lágrimas de felicidad llegan a nuestra mesa dos postres de sabor imponente: un brownie tibio con esencia de naranja y helado de chivas 12 años (¡¡¡madre mía!!!! pese a que el helado de chivas resultaba algo 'hieloso' estaba fantástico. Una mezcla de las que hacen historia) y un pastel de queso Idiazabal con confitura de tomate y una boina de un helado que no conseguimos recordar. Eso si...ambos postres ¡¡¡sensacionales!!!. Para digerir bien la cena, nos invitan a una copa de cava de Castillo de Perelada que hace las delicias de Karoleta.
Para terminar Quesoy degusta su ristreto que es servido a la perfección.
Una cena soberbia, de las que hay que recordar y repetir.
3 comentarios:
Muchisimas gracias por su elaborado trabajo. No nos sentimos tan merecedores de este comentario, pero egoistamente hablando nunca biene mal unas palmaditas en la espalda. Muchas Gracias.
Luis Rubio
Gracias por su comentario y gracias por la deliciosa cena.
¡A disfrutar!
He vuelto con mi grupo de amigas a cenar a este restaurante.
De nuevo no me ha defraudado: micuit acompañado de cebolla e higos caramelizados (fantástico), jamón a a castellana (delicioso jamón con pimientos y queso de cabra) y crujientes de manitas de cerdo (que esta vez si degustamos y disfrutamos). Entrecot de buey con mantequilla de foie (espectacular), atún del norte (muy bien planchado) y presa (para quien la comió, excesivamente salseada). Tarta de queso idiazabal (mmmmm), brownie (delicioso) y sorbete de mandarina (refrescante). Todo regado por tinto Emilio Clemente (Utiel-Requena).
Luis se acercó al final de la cena y agradeció el comentario que se le hizo sobre la cena de elmiercolestoca. Nos comentó que va a poner menús al mediodía y que va a introducir arroces. Bien hecho. Ha quitado las anchoas por el precio tan excesivo que tienen en este momento (una pena. Esperamos que vuelvan).
¡A disfrutar!
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