Volvemos un miércoles más al distrito de Ciutat Vella, al barrio de El Carme.Es un local que lleva años en funcionamiento. Al entrar observamos mesas con bancos corridos y ambiente despejado y luminoso. Vemos una cocina abierta desde la mesa donde nos ubican y que nos permite ver el trajinar de todo el personal de cocina.
El mantel individual lleva la carta por lo que nos dedicamos a la lectura. La carta de vinos es corta. Nos comenta que tienen un vino tinto y 
otro blanco de oferta de la semana. Pese a ser corta nos sorprende que haya una entrada de un vino californiano, eso si, blanco, otro argentino, uno más francés, alguno español y uno sudafricano. Nos oferta probar los dos que nos han llamado la atención dado que tiene botellas abiertas: el francés, un borgoña recio, ofensivo en bo
ca (tanto que Quesoy comenta que debe tener un problema de corcho) y el sudafricano, un delicioso vino que le invitamos a ser el acompañante de nuestra cena: Kumala, elaborado con uva pinotage, nombre que recibe en Sudáfrica la Cinsault (uva del sur de Francia, de la zona de Languedoc-Rosellón, que se ha aclimatado perfectamente a las altas temperaturas por lo que fueron en las colonias francesas de Africa donde los franceses las llevaron para su producción). Un fantástico vino que nos hace disfrut
ar de su sabor peculiar y su apacible trato.
Como cena tenemos dudas, así que solicitamos ayuda a quien nos atiende. Con sus recomendaciones y después de mover algo los platos de la carta, nos decidimos por: como entrante una tempura d
e verduras y langostinos (pese a que la tempura es más bien un rebozado, no tan etéreo como es lo esperable en una tempura, las verduras y los langostinos están de escándalo. El plato lleva dos salsas: una compuesta por soja y alguna reducción de carne, que está buena y otra que además de ser algo más espesa, lleva un toque dulce con mucho chile lo que la convierte en la mejor candidata). Como platos fuertes nos inclinamos por unos tallarines al wok de huevo con atún china moon (una cortada de atún que pese a no estar en su punto pronto lo olvidamos por todo el acompañamiento: genjibre, rábano, verduras y unos tallarines con verduras. El plato además de estético está impresionante) y curry rojo thai que nos oferta acomp
añarlo con pato (otro de los platos que nos gustaría probar). El resultado es un curry con muchas verduras y pato: un plato contundente con un delicioso sabor a leche de coco y 
picante acompañado por arroz. Nos deja sin palabras.
Estamos ahítos pero es miércoles y hay que tomar postre. Nos canta los postres y, por ser algo originales y no tomar otro brownie, nos decidimos por un parfait de queso de cabra con mango: ¡madre mía! casi tenemos que delimitar la propiedad de cada uno para que no se den conflictos bélicos en la frontera. ¡Impresionante! Junto con el postre, nos traen dos copas de cava Roger
de Flor (cava del Penedés): un cava para postre algo dulzón. 
Como remate de esta excepcional cena, Quesoy pide su consabido ristretto y Karoleta se une con un té que es una infusión equilibrante rica rica.
Fantástica y original cena.
1. Ingredientes reconocibles: 4
2. Saludable: 6
3. Emplatado y decoración: 7
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: Si
6. Tecnología punta:No
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 6
9. Vajilla y cristalería: 6
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 56 sobre 80
(Si quieres saber más sobre en qué nos basamos para puntuar nuestro decálogo, pincha aquí)
Sitio recomendable para grupos y gente joven. Dada la distribución de las mesas y que sean bancos corridos, no es un sitio para cenas románticas a no ser que esté poco lleno.
otro blanco de oferta de la semana. Pese a ser corta nos sorprende que haya una entrada de un vino californiano, eso si, blanco, otro argentino, uno más francés, alguno español y uno sudafricano. Nos oferta probar los dos que nos han llamado la atención dado que tiene botellas abiertas: el francés, un borgoña recio, ofensivo en bo
ca (tanto que Quesoy comenta que debe tener un problema de corcho) y el sudafricano, un delicioso vino que le invitamos a ser el acompañante de nuestra cena: Kumala, elaborado con uva pinotage, nombre que recibe en Sudáfrica la Cinsault (uva del sur de Francia, de la zona de Languedoc-Rosellón, que se ha aclimatado perfectamente a las altas temperaturas por lo que fueron en las colonias francesas de Africa donde los franceses las llevaron para su producción). Un fantástico vino que nos hace disfrut
ar de su sabor peculiar y su apacible trato.Como cena tenemos dudas, así que solicitamos ayuda a quien nos atiende. Con sus recomendaciones y después de mover algo los platos de la carta, nos decidimos por: como entrante una tempura d
e verduras y langostinos (pese a que la tempura es más bien un rebozado, no tan etéreo como es lo esperable en una tempura, las verduras y los langostinos están de escándalo. El plato lleva dos salsas: una compuesta por soja y alguna reducción de carne, que está buena y otra que además de ser algo más espesa, lleva un toque dulce con mucho chile lo que la convierte en la mejor candidata). Como platos fuertes nos inclinamos por unos tallarines al wok de huevo con atún china moon (una cortada de atún que pese a no estar en su punto pronto lo olvidamos por todo el acompañamiento: genjibre, rábano, verduras y unos tallarines con verduras. El plato además de estético está impresionante) y curry rojo thai que nos oferta acomp
añarlo con pato (otro de los platos que nos gustaría probar). El resultado es un curry con muchas verduras y pato: un plato contundente con un delicioso sabor a leche de coco y 
picante acompañado por arroz. Nos deja sin palabras.Estamos ahítos pero es miércoles y hay que tomar postre. Nos canta los postres y, por ser algo originales y no tomar otro brownie, nos decidimos por un parfait de queso de cabra con mango: ¡madre mía! casi tenemos que delimitar la propiedad de cada uno para que no se den conflictos bélicos en la frontera. ¡Impresionante! Junto con el postre, nos traen dos copas de cava Roger
de Flor (cava del Penedés): un cava para postre algo dulzón. 
Como remate de esta excepcional cena, Quesoy pide su consabido ristretto y Karoleta se une con un té que es una infusión equilibrante rica rica.
Fantástica y original cena.
1. Ingredientes reconocibles: 4
2. Saludable: 6
3. Emplatado y decoración: 7
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: Si
6. Tecnología punta:No
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 6
9. Vajilla y cristalería: 6
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 56 sobre 80
(Si quieres saber más sobre en qué nos basamos para puntuar nuestro decálogo, pincha aquí)
Sitio recomendable para grupos y gente joven. Dada la distribución de las mesas y que sean bancos corridos, no es un sitio para cenas románticas a no ser que esté poco lleno.
En Valencia, c/ Roteros nº 12 Tel 963 065 166
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