12 de marzo de 2014. Ricard Camarena Restaurant. c/ Doctor Sumsi, 4 tel 963355418


Especialidad del local: cocina de autor
Ambiente: acogedor
Plato que no te puedes perder: ostra valenciana, aguacate y 'horchata' de galanga y caballa glaseada, boniato, pimienta negra y limón
Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: no pedimos, era el menú carta (selección de platos por el chef)

1. Ingredientes reconocibles: 8
2. Saludable: 10
3. Emplatado y decoración: 10
4. Raciones generosas: 8
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: si
7. Sabroso:10
8. Equilibrio: 10
9. Vajilla y cristalería: 10
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación EMT 75 sobre 80
Puntuación  PIG:4

Esta noche nos vamos al restaurante de uno de los grandes, Ricard Camarena. Estuvimos disfrutando de sus platos en 2010, cuando estaba cocinando en Arrop. Ahora estamos en su casa.
El restaurante destila estilo pero no llega a abrumar, es acogedor, íntimo. Nos dejan elegir la mesa de dos que tienen libres. Nos traen las cartas y nos dejan leyendo.
Nuestra sorpresa es cuando es Ricard quien acude a nuestra mesa para hablarnos y ayudarnos a elegir. Nos dejamos guiar por él: elegirá los platos que vamos a disfrutar.
También nos traen las cartas de vinos. Detalladamente ordenados por precio. Nos decantamos por un viejo conocido, Malleolus del 2009. 8 de julio de 2009 La Sal. Vino intenso, sabroso, cremoso. Con muchos matices en nariz. Rico de tomar.
Nos traen un pan envuelto en un atillo de tela que abren en cada mesa: hogaza pequeña de harinas integrales, muy oscuro, sabroso. Con corteza muy crujiente y una miga esponjosa y algo húmeda. Pan para disfrutarlo él solo.
Y comienza el espectáculo: 
Canapé de anguila y cacau del “collaret". Una anguila sobre un brioche, napada con una espuma y cacaos que aparecen en algunos bocados. Plato intenso, con un toque picante que nos enamora.
Sopa fría de calamar, pepino y cilantro. Sopa refrescante que ayuda a limpiar las papilas para el siguiente plato. Volvemos a encontrar el picante en esta sopa. 
Los toques picantes que encontramos en distintos platos, potencian más (si cabe) los sabores de los otros elementos del plato. Cada picante es diferente: algunos limpian la lengua, otros se ubican en los laterales de la lengua. Pero ninguno es estridente ni pretende eclipsar los otros sabores. Sublime juego de hierbas  distintas y picantes distintos en cada plato.
Ostra valenciana, criada en el puerto de Valencia, aguacate y "horchata" de galanga. Impresionante plato. La ostra viene precortada y preparada para tomar en varios bocados. Plato complejo y delicioso.
Habitas, cebolletas, cocochas y jugo de tomate en salazón. Unas habitas muy muy pequeñas, con intenso sabor y someramente cocinadas; la cebolleta asada, las cocochas en su punto (poco hechas) y el jugo de tomate asado es tremendo, profundo, intenso. Cada cucharada nos hace cerrar los ojos y nos remonta a nuestra infancia, a esas habas que comíamos cuando nos  las traían recién cogidas, en el pueblo, en el campo. Ese jugo de tomate y esa cebolleta asada que nos recuerda esas verduras que en todas las casas se hacían. Nos encanta.
Caballa glaseada, boniato, pimienta negra y limón. Un nuevo plato soberbio. El plato llevaba una pincelada de limón, intenso, como un glaseado de limón, la caballa estaba gustosa, rica y junto al dulzor del boniato, el picante de la pimienta negra y el ácido del limón, nos llevaron (particularmente a mi) a disfrutar de este plato, de cada bocado. Plato que nadie se debe perder.
Alcachofas ecológicas, fritas y al vapor, veloute de pollo al jerez y trufa de "Morella". Unas alcachofas de 8 días (que como nos explicó Ricard es el tiempo en el que cogen todo su sabor. A partir de ese día, van creciendo hojas y distribuyendo el sabor por ellas) muy pequeñas, unas fritas y otras al vapor, con un sabor intenso a alcachofa, en un delicado caldo de pollo y unas láminas grandes de trufa que le aportan un aroma inconfundible. Para este plato David Rabasa, somellier (y que está pendiente de todas las mesas, de todas las copas, de todos los vinos, que siempre tengamos el nivel adecuado de vino en la copa) nos sirve un vino de Madeira que compite con las alcachofas. Para nuestra sorpresa, este vino gana y con creces a las alcachofas, limpia las papilas y las deja listas para el siguiente plato.
Presa ibérica de bellota en adobo, puerros asados y bonito seco. Carne jugosa y muy sabrosa. Cada bocado con el dulce de los puerros asados y el salado de las láminas de bonito seco nos hacen disfrutar. 
Como postres tenemos dos: 
Calabaza asada, yogurt y jengibre. Un postre ligero, de dulce calabaza asada, un suave sabor a jengibre y un yogurt helado formado en pequeñas esferas. Nos lo devoramos.
Remolacha, eneldo y leche fresca. Es un postre super helado. La remolacha junto a algunas fresas, está junto a una crema de leche, todo ello helado pero en un buen punto para degustar los diversos sabores. Hay unas gotas de un intenso sabor a eneldo. Es un postre fresco, ligero. Nos encanta.
Quesoy remata la cena, esta fantástica cena, con su consabido ristreto. Yo apuro el vino que aún queda en mi copa mientras comentamos los platos. No nos ponemos de acuerdo en el plato que nadie se puede perder, así que he puesto los dos elegidos. 
Pese a que las raciones no son excesivas, con todos los platos del menú no te quedas con ganas de más...¿o si? Apetece repetir algún plato pero no por hambre, por puro vicio. 
Al final, Ricard Camarena acude a cada mesa a preguntar qué tal ha ido la cena. Es reclamado por todas partes pero podemos disfrutar de una charla con él. Incluso nos hacemos unas fotos ;-). junto a la cocina que comunica con su otro local, el más informal pero de cocina igualmente sabrosa, el Canalla bistro by.Ricard Camarena y que ya visitamos hace un año. 
Realmente animamos a que, alguna vez, se acuda a este restaurante a disfrutar de los sabores puros, serios y muy nostalgicos.

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