21 de septiembre de 2011. *Coloniales Huerta* c/ Maestro Gozalbo, 13 Tel 96 334 80 09

Especialidad del local: tapas creativas
Ambiente: acogedor
Plato que no te puedes perder: Figatell de rabo de toro, salazones (especialmente, arenques)


http://elmiercolestoca.blogspot.com/2011/09/21-de-septiembre-de-2011-coloniales.html 
Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: Si


Puntuación EMT: 70 sobre 80
1. Ingredientes reconocibles: 9
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración: 8
4. Raciones generosas: 8
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 9
9. Vajilla y cristalería: 9
10. Relación calidad-precio: 9
Si, repetimos local. ¿Y por qué? porque nos quedamos con ganas de tomar salazones. Nos hemos pasado la semana soñando con los arenques que vimos, con las huevas...Así que aquí estamos para realizar una cena de salazones.
Para acompañar a esta cena, invitamos a nuestra mesa a un cava. Antes, hablamos con Kena, somelier del local. Dado que queremos un cava fuerte y con cuerpo para que aguante y acompañe bien los salazones, nos indica que tomemos Refugi, reserva del 2007 de Loxarel Vitivinicultors, un cava muy fino en boca pero con una acidez estupenda que nos limpiará la boca a la perfección.
Y vamos con la cena.
Como detalle de la casa nos traen unas papas caseras (fantásticas) y unos trocitos de fuet tremendos. Nos traen un cubo con panes diversos, con un cuenco de buen aceite de oliva y sal. Comenzamos bien.
Antes de los salazones pedimos un foie micuit con brevas: estupendo micuit (eliminado el frío con un delicado pase de calor) que conjuga a la perfección con los trozos de higo que hay en el plato. Nos encanta, así como el pan de leche tostado que nos transporta a las meriendas de la niñez donde con mezcla como chorizo u otro embutido nos llenaba de felicidad.
Dips de polenta con dos salsas: una de tomate (deliciosa) y otra de queso que no nos termina de convencer. Es el plato que menos nos ha entusiasmado.
Impresionante figatell de rabo de toro con puré de manzanas y cebolla. Sin dudarlo, es un plato estrella.
Como salazones pedimos: huevas de atún (delicadas, elegantes), huevas de maruca (para los amantes del salazón. Fuertes, sabrosas) y un arenque. Este nos viene preparado: los lomos han sido pasados por plancha lo que potencia su ahumado (¡¡diosmioquéricoestá!!) y las huevas vienen en otro plato acompañadas de mantequilla en pomada (Aquí si que ya nos ponemos serios. Este es un bocado soberbio: huevas saladas, con profundo sabor a mar, dulcificadas por la mantequilla). Quesoy acaba con todo el salazón sin pestañear. Karoleta está ahíta y estos manjares se merecen una lenta y profunda degustación, por lo que pide poderse llevar lo sobrante. Se lo envasan y ¡para casa! Hemos hecho corto con el cava (esperable) y nos sirven dos copas de cava Vegalfaro que rematan a la perfección la cena.
Nos saltamos el postre porque nuestras papilas están del todo saturadas de sal y sinceramente, no nos atrevemos con ninguno de los manjares que encontramos en este local.

 Quesoy finaliza la cena con su consabido ristreto mientras Karoleta le acompaña con un vaquerito Jim Beam.
En esta cena nos ha atendido Kena, Sergio (ambos muy atentos a que nuestras copas tuvieran siempre cava), Katherina y al final salió de sus fogones Taso con el que tuvimos una larga y muy interesante conversación. Nos anuncia novedades y propuestas de nuevos platos. Hablamos de salazones (no obstante, es de origen griego y tremendo conocedor de platos con salazones) de los arenques, de posibilidades. Casi volvemos a cenar de lo sabrosa y nutriente que es la conversación. 
Y nos despedimos hasta la próxima.

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