Nos vamos al distrito de Ciutat Vella, al distrito de Sant Francesc a encontrarnos con un local que lleva abierto unos meses.
Nada más entrar nos encontramos con un ambiente: una especie de café con tienda delicatessen. Nos acompañan al fondo del local donde se ubica el restaurante. Mesas de madera maciza, que contrastan con la ligereza de las sillas. Del techo cuelgan unas bombillas en cada mesa, las cuales se pueden graduar la intensidad de la luz pudiendo crear diferentes ambientes.
Nos dejan elegir mesa y nos dejan con las cartas y un bol repleto de chips de yuca y palomitas de ¿curry?
Tenemos un menú d_noche sin sustos: dos entrantes, un plato de cuchara o ensalada, un segundo y un postre por comensal con precio cerrado. De su carta de vinos invitamos a Penta: tinto de Tierras de Castilla, coupage de cinco uvas que consiguen un vino goloso, fácil de beber, aromático. Nos encanta y pedimos que nos lo refresquen. Traen una cubitera de diseño. Algo que nos encanta es que nos traen una botella llena de agua no mineral fresca sin pedirla ¡Excelente detalle!
Como entrantes pedimos una crema catalana de torta de casar: cremoso puré de patatas con una generosa ración de queso torta de casar. La mezcla es fabulosa. Con este entrante viene un cestillo de rebanadas de pan de olivas negra y otras de semillas. Ambos están fantásticos solos, así que acompañados...¡soberbios!
Otro entrante son unos kolokithokeftedes con salsa tzalziki: deliciosas croquetas de calabacín acompañadas de una salsa de pepino con salsa agria. Muy buenas.
Un nigiri shusi de idiazábal ahumado con chipirón: un risotto de idiazábal con una boina de chipirón a la plancha. Es una lástima que dejamos que el risotto se enfríe pero es plato está rico rico.
El último entrante es tubo de rabo de toro: carne de rabo de toro dentro de pasta brie acompañado con un chupito de reducción de salsa del guiso que invita a sucar y sucar el cilindro de carne de rabo. ¡Impresionante!
Como platos de cuchara pedimos un ceviche verde con vieiras: verduritas crujientes con una deliciosa vieira a la plancha. Y un huevo escalfado con patatas en aceite de trufa: plato de delicado sabor.
Como segundos platos pedimos 'tres solomillos, tres salsas, tres sales': solomillo de cerdo, pato y buey con salsa de manzanas verdes, boniato y limón y sales diversas (vienen en unos tubos de ensayo: maldon, negra, ahumada, arcilla, aceite y vinagre balsámico). El juego con estos elementos convierte cada bocado en algo diferente. Nos gusta.
El otro plato fuerte es un figatell de carrillera con setas y salsa de apio: rico rico rico.
Como postres, y pese a estar ahítos, nos decidimos por una sopa de peras que hace las delicias de Quesoy y un 'shock oh late', helado de chocolate, sobre crema de chocolate, bañado con cacao, canela y peta zetas que pese a no ser chocolate negro, enamora a Karoleta.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto y Karoleta le acompaña con un vaquerito de Jack Daniels. Para endulzar el café, traen una cesta con unos frascos que contienen azúcar aromatizada con violetas, canela, vainilla y naranja además de azúcar blanca, moreno y sacarina. Nos hace volver a jugar con los sabores.
Buena y divertida cena.
1. Ingredientes reconocibles: 7
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración: 9
4. Raciones generosas: 10
5. Cocina regional: no
8. Equilibrio: 9
9. Vajilla y cristalería: 8
Total puntos: 69 sobre 80
En Valencia c/ Creu Nova nº4, Tel 963 258 919
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