10 de febrero de 2010. La Ursula

Nos vamos al distrito de Extramurs al barrio de Arrancapins a buscar un local (un asador y museo del vino) que nos ha recomendado Lidia (de las Bodegas Hispano-Suiza): gracias Lidia. Al entrar en el asador nos topamos con un local repleto de ornamentos, pero sobre todo, las paredes llenas de botelleros con añejas botellas de vino. Detrás de la barra se observan muchas botellas de licores y un carrito lleno de botellas de ginebra. Estamos en un buen local, no cabe duda.
Nos permiten elegir mesa dado que, por ahora, no tienen ninguna mesa ocupada (a lo largo de la cena se llenarán otras dos mesas). Nos traen las cartas y nos disponemos a la lectura. Dado que el local nos lo ha recomendado Lidia, esto nos facilita la elección del vino: invitamos a nuestra cena de miércoles a un tinto de la Bodega Hispano-Suiza, Bassus Premium del 2007. Un tinto realizado con un coupage desde bobal, shyraz, merlot y otras consiguiendo un vino muy aromático donde prevalece la madera de esas barricas nuevas francesas que utilizan. En boca es rotundo, imperioso. Pedimos que nos lo refresquen algo más para que se amanse. Se convierte en un buen compañero para la cena que vamos a tomar.
Como entrantes: media ración de jamón de bellota (gustoso jamón que pierde algo de sabor al ser cortado con máquina) acompañado de unos trozos de vistoso pan de pueblo; anchoas caseras sobre un lecho de tomate triturado y buen aceite de oliva (buenas anchoas con algunas barbas y excesivamente desaladas. Nos gustan más saladas) y un impresionante foie micuit casero acomapañdo de mermelada de arándanos y pan tostado (¡Delicioso!).
Como plato fuerte: rabo de toro...¡fantástico! dos trozos de buen rabo de toro tremendamente bien estofado, acompañado de unas patatas. Nos encanta.
Llegamos a duras penas al postre: una crema de avellanas con una sopa de chocolate negro. Los trozos de avellanas se hacen presentes en toda la crema. Francamente bueno.

Y para rematarnos, además del consabido ristreto de Quesoy, y dado que son una especialidad de la casa, pedimos dos gintonics: con la ginebra Gvine (suave y muy aromática) y una tónica (Fever- Tree) realizada con quinina recuperando la elaboración artesanal. Esta tónica, en su momento,  dió origen a nuestro actual gintonic: como dicen los escritos, alrededor el 1820 el ejército indio, y para prevenir la malaria, comenzaron a tomar quinina. Para hacerla más agradable de tomar y matar el sabor amargo de la quinina, se mezclaba con un chorrito de ginebra. Se inventó un delicioso combinado más por necesidad que por placer. En cada trago de nuestro gintonic notamos el amargor de la tónica. ¡Perfecto!. Buen fin de cena.

1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 7
3. Emplatado y decoración: 8
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 7
10. Relación calidad-precio: 8
Total puntos: 66 sobre 80
Precio medio alto (sin contar el vino)

En Valencia c/ Palleter nº 33   Tel: 963 821 797 - 619 656 548

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