Estamos perdiendo la costumbre de perdernos así que, aparcando en la puerta, nos encontramos con un local amplio, bien iluminado, con mesas bien vestidas y con toda la atención del dueño.
Después de ojear la carta de vinos, carta clásica donde las innovaciones vienen de la mano de los vinos de la comunidad valenciana, nos inclinamos por uno de ellos: El Sequé del 2005, vino tinto de Alicante que al primer trago es áspero y rotundo, pero en nariz tremendamente aromático, como corresponde a un vino hecho con uva
monastrell pero que durante la cena y dejándolo descansar se convierte en un muy agradable compañero de cena. A estas alturas, en la mesa adyacente, uno de los comensales ha encendido un puro. El fuerte olor del humo del puro comienza a hacer de las suyas en nuestras 'narices'. Con ello, le comentamos si sería posible cambiarnos de mesa y, por
.jpg)
supuesto, con amabilidad, trasladan
.jpg)
todas nuestras 'cosas' a otra mesa mejor ubicada, lejos de olores que distorsionen nuestra cena. Y vamos a los platos.
Es una carta con muchos entrantes, algunas ensaladas, platos
.jpg)
de pasta italianos y
pizzas y pescados y buenas carnes. Con toda la carta leída, pedimos como entrantes: anchoas
.jpg)
del Cantábrico (
Quesoy sabe de la debilidad de
Karoleta por estos salazones; en este caso vienen de nuevo excesivamente desaladas, no mucho pero más de lo requerido para que sean buenos salazones, y alguna que otra barba, tampoco excesivas. Pese a todo ¡deliciosas!. Eso si, la cama de tomate preparado en la que estaban suspendidas, hizo las delicias de
Quesoy), unas gambas al
ajillo (plato sencillo y típico pero que venía con unas gambas de talla
XXL, enormes, y bien
.jpg)
ajustadas de ajo y guindilla. Buenas, buenas y buenas). Estos dos platos se llevaron por delante todo el pan tostado que nos habían traído para acompañar...así que fuimos a por el segundo plato de pan tostado para acompañar a nuestro último entrante: un plato de jamón ibérico Lazo bien cortado, a muy buena temperatura y de una textura y sabor delicioso. Muy bueno. Como plato de carne nos inclinamos por un solomillo al
foie: hecho a nuestro punto, muy poco hecho, con una generosa capa de
foie fresco que le confería
.jpg)
un exquisito contraste de sabores y acompañado por una salsa que llevaba desde la grasa del
foie hasta una reducción de algún vino dulce (¿tal vez moscatel?) y unas pasas bien remojadas.
.jpg)
Un plato realmente fantástico. Pese a nuestra hartura, como postre y sin leerlos, nos inclinamos por dos sugerencias: una tarta de queso manchego (de presentación impecable, acompañada de caramelo ¡una delicia!) y, como no, un 'tapón de chocolate' (impresionante
coulant de chocolate relleno de chocolate tibio con una suave salsa de frutas rojas. ¡tremendamente delicioso!).
Quesoy remata la cena con su café corto, muy corto y fuerte de café, su
ristretto.
En Valencia, c/ Vicente
Peris, 2 Bajo.
Telf: 96 3400710