16 de enero de 2008. Tacita de Plata

Muy cerca de las torres de Serrano nos encontramos con esta taberna andaluza decorada moderna pero con los toques que no nos permiten olvidar que es una taberna andaluza (claveles, adornos que nos recuerdan los enrejados de las ventanas andaluzas) pero todo en blanco y negro con algún toque de color en rojo. Buena distribución de las mesas. Pero vamos a lo importante.
Leemos las largas cartas y tenemos serios problemas para decidirnos tanto en el vino para nuestra cena como en los platos. Al final y por sólo una impresión sobre la forma de la botella, nos decidimos por un ribera del Duero, Dominio de Atauta del 2004 que sale como un morlaco: fuerte, lleno de alcohol y taninos pero nos hace sospechar que una vez aireado va a ser todo un señor vino. Pedimos que nos lo decanten y, en efecto, vino lleno de matices, muy sabroso y con larga duración en boca. Nos gusta, si. Como platos, nos inclinamos por irnos a las tapas creativas y dejar las tapas tradicionales y las andaluzas para otra ocasión. Pedimos unas berenjenas rebozadas con miel (muy delicadas y con buena fritura), lasaña sanfaina (rellena de txangurro, deliciosa, bien rellena. Un bocado exquisito), patata serrana (patata asada rellena de jamón ibérico y una ligera capa de queso. Bien equilibrada y de delicioso sabor), saquito de morcilla (masa brie rellena de morcilla, habitas baby y ajetes. Un fantástico bocado que nos recuerda al tradicional bocadillo de morcilla con habas pero en bocado de lujo), ravioli de txangurro (un ravioli de calabacín relleno de txangurro. Buen bocado) y canelón de berenjena (berenjena rellena de confit de pato y cubierta de ligera bechamel con virutas de trufa negra. Bien, bien, bien. Esta fue la tapa que se llevó el premio. ¡Fantástica!). Como plato fuerte un solomillo de ternera con salsa de setas (muy tierno, fileteado y acompañado de unas patatas y unos pimientos rojos asados, bien aliñados con aceite, que hacían un buen contrapunto con la salsa de setas. Plato contundente pero delicioso). Como postre, Karoleta ya le había echado el ojo una selección de quesos con membrillo: cuatro quesos diferentes de intenso sabor con unos dados de membrillo no excesivamente dulce que nos deja ahítos y sonrientes.
Nos llama la atención que el local esté con bastantes mesas ocupadas por extranjeros y por gente que comenta restaurantes como el Bulli. Nos preguntamos si habrá alguna convención de restauración y no nos hemos enterado mmmmmm. Comentar que el servicio, pese a no estar el local lleno, es un poco lento lo que nos tiene entre tapa y tapa un tanto desocupados de lo importante alargando nuestra cena de los miércoles.
Quesoy remató la cena del miércoles con un ristretto que traen sin ningún problema.

En Valencia, c/ Blanquerías nº 12, Telf: 96 3911106



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