22 de julio de 2015. La Llorona Taquería c/ Pintor Salvador Abril, 29 Tf 963287397

Especialidad del local: tacos mexicanos
Ambiente: informal
Plato que no te puedes perder: taco de carnitas
Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: Tuvieron el buen detalle de decirnos, desde el principio, los platos que ya no tenían.
 
1 Ingredientes reconocibles: 7
2 Saludable: 8
3 Emplatado y Decoración: 7
4 raciones generosas: 9
5 Cocina regional: si
6 Tecnología punta: no
7 Sabroso: 9
8 Equilibrio: 9
9 Vajilla y cristalería: 8
10 Relación calidad-precio: 9
Puntuación EMT 66 sobre 80
Puntuación PIG 4

Nos adentramos, una vez más, en el barrio de Ruzafa. Esta vez vamos a un local de comida mexicana. 
Llegamos sin problemas, nos ubican en una mesa y ¡sorpresa! está lleno, pero lleno lleno. Es un local informal, lleno de gente joven y gente que le guste la comida mexicana dado que no hay otro tipo de comida. 
Si bien es cierto que está bastante 'domesticada' en picante y demás. Pero no nos adelantemos.
Nos atenderán Laura y Sara que estarán siempre sonrientes y dispuestas a explicarnos los platos o cualquier pregunta que tengamos sobre los mismos.
Pedimos unas cervezas (unas Modelo Especiales, una rubia muy muy flojita) que viene con unas papas y un biberón de salsa tibia algo picante, juntos hacen un buen aperitivo y nos dejan la carta de comida no sin antes comentarnos los platos de los que no disponían y de los platos que habían fuera de carta.
Hablamos y decidimos. Vamos a seguir con cervezas porque no es comida que se lleve bien con el vino. Pero esta segunda pediremos una Negra Modelo (sabrosa, bien equilibrada y que acompaña a la perfección los platos especiados y picantes). Más tarde, Quesoy se pasará a la Heineken de barril y yo continuaré con la Modelo (que tiene robado el corazón).
Pero vamos a la cena. Como entrante pedimos uno de los que estaban fuera de carta: una especie de ceviche (aunque la proteína esté cocinada) de camarones, rabanito, aguacate, mucho cilantro y una salsa deliciosa. Buen entrante que devoramos sin hablarnos. 
Como plato fuerte pedimos tacos. Pedimos medias raciones (dos en vez de cuatro) para poder probar los máximos posibles. Los primeros tres son de pollo al limón (fino, con buen sabor a limón), de solomillo (delicioso, tierno) y de carnitas (el mejor de la noche. Tierno, muy sabroso). 
Los tacos vienen con las salsas: una de tomate verde y aguacate (muy fresca y y agradable), otra de chile (con los ingredientes en crudo. Fantástica) y otra de chile pero cocinado (con los ingredientes cocinados). 
Estas dos últimas son picantes pero deliciosas. Hacen que cada bocado del taco, sepa diferente dependiendo de la salsa. Recomendamos probar el taco sin salsa y luego decidir si lo salseas y con qué (¡a jugar!).
Los siguientes son los de pollo encacahuetado (con un potente sabor a cacahuete) y de cochinita pibil (siempre delicioso).
Estamos totalmente derrotados pero pedimos un postre para llegar hasta el final. Cuando oigo 'chocolate con chile' se me enciende el deseo. Quesoy decide pedir ese postre: es un pudding de plátano con chocolate tibio (echamos de menos el picante porque sería lo que haría de este postre un algo más).
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto.
Para rematar la cena nos sirven unos tequila reposado. Ricos ricos.  
Hablamos con quien nos ha atendido durante la cena, nos dice que el dueño es mexicano, Jose, que justamente esa noche no está en el local. Le comentamos que entendemos que el picante esté asomado porque hay mucha gente que no les gusta pero que a ese postre le falta. Agradable conversación después de una muy agradable cena. ¡Cómo nos gustan los tacos! ¡¡¡Que viva Mexico¡¡¡

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