1 de abril de 2009. Restaurante Gourmet Oscar Torrijos

Para esta cena de miércoles nos dirigimos al Pla del Real, al barrio de Mestalla, allí encontramos un chef con mucha solera en Valencia: Oscar Torrijos. Para ello, entramos en el Hotel Westin *****, donde todo es elegancia y sobriedad, que es donde se encuentra un restaurante acogedor y con una excelente distancia entre mesas. Nos reciben y seguidamente nos ubican en una mesa cercana a la ventana de cristal que preside el salón y que es desde donde se puede observar el trasiego de la cocina, y viceversa. Allí todo es diligencia, y reina, una aparente tranquilidad, se trabaja cuidadosamene pese a que el comedor tiene bastantes comensales.

Nos traen las cartas y una bandeja con rebanadas de tres panes diferentes y un queso de hier bas para untar. Así que comenzamos a entretenernos y a disfrutar.

Desde el principio nos inclinamos por uno de los menús que ya tienen elaborados y por el vino sugeridos, pensamos que hace un interesante recorrido por las especialidades y que resultará equilibrado en todos los aspectos, no nos equivocamos: El menú Tentación (si, nombre sugerente y platos con nombres más sugerentes todavía). decidimos invitar a nuestra mesa a Finca la Estacada del 2002, un tinto de las Tierras de Castilla, que sale muy potente e imperioso, esto es, con pretensiones de dominar la cena, aunque se aprecia un fondo aromático y cremoso que hace sospechar que se irá calmando conforme le dejemos respirar, asi ocurre efectivamente.

Seguidamente nos traen un aperitivo de la casa compuesto de saquito de masa brie relleno de crema de pescado y una tacita de un cremoso consomé de foie. Coincidimos en lo que es de lo más delicioso.

Ya no hay excusas para que comience el espectáculo: Y va llegando a nuestra mesa un impresionante pulpo crujiente con salsa romescu y patata. Delicioso. Una Sopa de mejillones y azafrán, servida en dos fases y pese a la poca afición de Karoleta por las sopas, reconoce que está perfecta y los mejillones están en su punto.

Un pescado del día, consistente en una espléndida merluza sobre un lecho de verduritas y una reducción de caldo de pescado, con una boina de carpaccio de gambas y espuma de pescado. La merluza está espectacular: tierna, en su punto, gustosa...Nos hace enmudecer.

Y el plato de carne: un cordero asado con cuscus, suave, tierno. Un plato delicado pese a la contundencia que podría facilitar la carne. El cuscus como guarnición viene con un tono de soltura que lo acompaña perfectamente.
Llegamos al postre, nos traen un divertido plato de panna cotta con frutos rojos: una lámina de panna cotta sobre una papilla de frutas, con una lluvia de frutos rojos y un helado de hierba buena. Que constituye un tremendo fin de fiesta. Para acompañarlo nos tientan con un vino dulce, ofrecimiento que aceptamos sin esfuerzo: una copa de vino dulce de podredumbre noble (botritis) Gewustraminer que consigue un matrimonio perfecto con el postre.

Quesoy remata la cena con su consabido ristreto y para que nos entretengamos mientras se termina el café y Karoleta se termina su copa de vino, nos agasajan con una bandeja de dulces: unos diminutos bizcochitos de almendra, un vaso de espuma de fresas (¡impresionante!) y un delicioso bombón de chocolate.
Una cena inolvidable.

1. Ingredientes reconocibles: 8
2. Saludable: 8
3. Emplatado y decoración: 10
4. Raciones generosas: 6
5. Cocina regional: No
6. Tecnología punta: Si
7. Sabroso: 10
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 9
10: Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 68 sobre 80

(Si quieres saber más sobre en qué nos basamos para puntuar nuestro decálogo, pincha aquí)

En Valencia C/. Amadeo de Saboya 16 Tel 963 936 300

2 comentarios:

uriel dijo...

Siempre tengo una duda, ¿no se queda uno con mucha hambre con esos pellizcos servidos en platos gigantes?.
Es facscinante este bloc, mi enhorabuena.

KAROLETA BALLESTAR y ANDRES ALONSO dijo...

Muchas gracias por tu comentario Uriel.
Lo cierto es que quedarse con ganas de más hace que la memoria del plato sea incluso más positiva, más entrañable. El deseo no queda saciado y se añora volver. Pero te aseguro que no nos quedamos con hambre y ambos somos de buen comer. Son pequeñas raciones de muchos platos y al final te quedas satisfech@.

¡A disfrutar!