22 de septiembre de 2010. A' Peregrina

Esta noche de miércoles nos vamos al distrito Ciutat Vella, al barrio de La Xerea, a buscar un local de reciente apertura. Es un restaurante gallego, con un nombre que se corresponde con el de la hermana de un viejo y sabroso local visitado por los autores de este blog "O Peregrino". Lo encontramos sin dificultad. 
Al llegar nos recibe la propietaria de ambos, Consuelo. Vemos que tiene instalada una terraza con mesas bien vestidas y está bastante llena con comensales cenando. Nos había reservado una mesa en esta terraza pero Karoleta no es muy amiga de cenar en terrazas (tomar un aperitivo si, pero ¿cenar? mmmm. Para gustos, colores). Así que sin más, nos invitan al interior del local y que elijamos la mesa que nos guste. Elegimos una del fondo del local, cerca de los ventanales. Las mesas muy bien vestidas, aunque a la nuestra le faltaban las servilletas de tela que llegaron más tarde a petición de Karoleta. El local, sin climatizar (tenía apagado el aire acondicionado) y con una temperatura sensiblemente alta, no dejaba de ser agradable y acogedor con colores suaves (salvo el techo. Suponemos que para crear la sensación de menor altura). Nos gusta.
Nos traen las cartas y nos quedamos leyendo. Nos traen un detalle de la casa, unos buñuelos de bacalao (un tanto gomosos para nuestro gusto). Al rato nos traen una ensalada (sinfonía de ensalada: tomate, pimiento, lechuga, frutos secos, salmón...) y nos invitan a probarla. En este punto pensábamos que era un obsequio por habernos reconocido, pero no era así, tal como fuimos viendo a lo largo de la cena. Mantuvimos oculta nuestra identidad hasta después de pagada la cuenta, como es normal.. 
Quien nos atendía nos propone que sea la chef la que nos prepare y elija los platos de nuestra cena.
Aceptamos. Por ello le pedimos que nos sugiera un vino para acompañarla (dado que no sabemos qué platos van a acudir a nuestra mesa). Nos propone un blanco (vaya...) un albariño del 2009, Terras Gaudas (D. O. Rias Baixas): suave, afrutado, con ese toque ligeramente ácido (como cítricos) que suelen tener estos vinos. Viene a temperatura impecable.

Como primer entrante nos traen unos berberechos gordos gallegos que vienen en una ligera salsa. Nos gustan a pesar de que su calibre no es excepcional y que vienen, por la larga cocción en caldo, con un gran numero de valvas vacías. Hemos de confesar, que de normal, apreciamos más unos simples (pero siempre impecables) berberechos al vapor. También vienen unos trozos de empanadas gallegas: de berberechos (rica rica) y otra de zamburiñas (¡deliciosa!). Unos chipirones rebozados, un pelin sosos. Unos trozos de morcilla dulce de Burgos acompañados por unas lascas de manzana: nos gusta la idea de acompañarla con unos pellizcos de cacao (como si estuviera salando la morcilla). Muy buena y original. 
En este punto nos preguntan cómo vamos, si siguen con entrantes o pasan a un segundo plato. Decidimos ir directamente al segundo plato. Nos ofrecen pescado (buen bacalao) y carnes (todas de ternera de Lugo). Optamos por carne: un solomillo, acompañado de patatas y unas verduras con muchas y variadas setas.
El solomillo viene a nuestro gusto: bien planchado por fuera y nada hecho (pero no demasiado frío) por dentro. Nos agrada mucho que se trate de un solomillo de verdad, entero (nos hemos acostumbrado a llamar solomillo a medios solomillos) que se factura según su peso. La carne es cremosa, muy tierna, sabrosa, delicada. Nos encanta. Para acompañarlo pedimos dos copas (lo ofertan en la carta) de vino tinto: Monteabellón del 2007, un Ribera del Duero 100% tempranillo, potente, cremoso, muy aromático. Soberbio. Pero en lugar de cobrarlo por copas, en la nota descubrimos que nos han cobrado una botella, ¿problema de comunicación?.
Así que una vez pagadas las dos botellas (Albariño y Ribera), pero no vacías, pedimos que nos las preparen para llevar. Nos las preparan sin  problemas en bolsas de papel para botellas, .
Llegamos a duras penas al postre por lo que escogemos un sorbete de frambuesas: tres bolas de sorbete de frambuesas bañados en una sopa de frutas ligera, que no distinguimos bien (¿piña?) y con una lluvia de frutos secos.
Como detalle de la casa nos invitan a orujos: uno de hierbas y otro blanco. Muuuuy potentes.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que viene sin problemas.

1. Ingredientes reconocibles: 8
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración:7
4. Raciones generosas: 6
5. Cocina regional: si 
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 8
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 6 (nos pusieron dos copas desiguales para el vino de cada uno)
10. Relación calidad-precio: 7
11. Se publicita en internet: no
12. Nos sirvieron lo que pedimos de la carta: no pedimos
Total puntos: 59 sobre 80
Precio medio-alto  (sin contar el vino)

En Valencia Plaza Santa Margaríta nº1  Tel 655 80 27 62


15 de septiembre de 2010. La Solana

Nos vamos de excursión, a Benimamet, a encontrar un local que le teníamos echado el ojo. Nos cuesta un par de vueltas encontrarlo, pero sin más problemas llegamos al restaurante. 
Es una casa grande, con dos pisos y con una terraza trasera llena de plantas. Al hacer la reserva proponen prepararnos la mesa en la terraza dado que las noches ya son más agradables. Accedemos.
Así nos ubican en una mesa en la terraza, con poca luz, y nos preparan la mesa para cenar. Hay dos mesas ocupadas pero sólo están tomando algo y utilizando la wifi del local. Nos traen las cartas y nos dejan meditando.
Para acompañar nuestra cena nos inclinamos por Drassanes 2006, un tinto de la bodega Cherubino Valsangiacomo.

Un vino muy correcto de aroma algo a madera pero sobretodo frutos negros. En boca es cremoso, muy goloso, con buena persistencia y muy amble de beber. Nos gusta mucho.
Lo tenemos claro: de entrantes unas zamburiñas que nos devoramos. Unos huevos rotos con bacon, patatas y queso mozarella: plato contundente, abundante y con una mezcla rica (sin riesgos).
Y un pulpo a feira (el plato estelar de la noche, sin duda): tierno y generosos trozos de pulpo delicadamente aderezados y sobre unas rodajas de patata.
A estas alturas ya tenemos claro que hemos pedido excesiva cena, pero seguimos.
Como plato fuerte: entrecot de ternera de Lugo acompañado por patatas y pimientos de Padrón. La carne trinchada, tierna y bien planchada (a nuestro gusto, poco, muy poco hecha).
A duras penas conseguimos terminar la carne y probar los pimientos.

Como postre: unas bolas de helado de chocolate, sangrina y mojito. Todos están muy buenos y nos ayuda a bajar la abundante cena que terminamos de disfrutar.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que viene poco cargado para como le gusta.
Karoleta le acompaña con un vaquerito de Knockando una malta escocesa que le ayuda a digerir la abundante cena,  el cual es un detalle de la casa. Buen detalle que Karoleta disfruta hasta la última gota.

Contundente y abundante cena de miércoles.



1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 8
3. Emplatado y decoración: 7
4. Raciones generosas: 10
5. Cocina regional: si 
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 8
8. Equilibrio: 7
9. Vajilla y cristalería: 7
10. Relación calidad-precio: 9
11. Se publicita en internet: si (facebook)
12. Nos sirvieron lo que pedimos de la carta: si
Total puntos: 66 sobre 80
Precio medio-bajo (sin contar el vino)

En Benimamet (Valencia) c/ Campamento nº 15  Tel 963 633 729

8 de septiembre de 2010. Arrop

Esta noche vamos a uno de los grandes de Valencia: Arrop. Es una noche excepcional porque no cenamos solos. Esta noche, y sin que sirva de precedente, seremos cuatro a la mesa de elmiercolestoca. 
Nada más entrar nos encontramos con un hermoso local donde los restos de muralla han sido integrados en una arquitectura moderna, funcional y que realza mucho más la presencia de los restos,
Lleno de cristales hace que ese local, que está escavado en los cimientos del hotel que abrirá en breve (Hotel Palacio Marqués de Caro), te haga olvidar que estás en un subsuelo: tienes la sensación de levedad de acogida grata.
Nos ubican en una mesa muy bien vestida, con una distancia entre mesas impecable y con una atención de nuestros movimientos detallista pero sin notarse la presencia.
 Para ello hemos andado por el lateral de la gran cava que nos hace ojear una presencia enorme de vinos franceses, alemanes, españoles... Va a ser una muy buena cena, lo presentimos.
Nos traen las cartas y nos decidimos por tomar el 'menú a la carta' consistente en tres entrantes que elige Ricard Camarena (el maestro de los fogones), un segundo a elegir entre los que hay en carta y un postre elegido por su maestro pastelero. Como veremos mas adelante, nos van a sorprender , antes de los postres, con una propuesta fuera de menú realmente apetitosa: dos tablas de quesos del mundo que vienen en un carrito especial, de cristal ahumado y que encaja dentro de la estructura de la cava que comparte con el, el mismo diseño y materiales, como si de un puzzle se tratara.
Este carrito, desde el punto de vista funcional, permite mantener los quesos a temperatura óptima de conservación y que tras acercarlo a los comensales consigue situar estos manjares a la temperatura optima de consumo (22º),. El ingenio y la belleza, como podemos observar, rebosa desde los fogones y contagia sin medida al resto de este precioso local.
Para acompañar a este largo, inesperado y heterogéneo menú, nos inclinamos por un Recaredo Brut Nature del 2004: cava impecable, fácil de beber y excelente compañero de mesa.



Hablando de los entrantes, Quesoy pide que nos pongan, fuera de menú, un pequeño steak tartar para que podamos probarlo. También nos indican que en lugar de un sólo plato fuerte, podríamos probar dos medias raciones por comensal, una de pescado y otra de carne, y así hacernos una mejor idea de los diferentes platos principales que podemos degustar. Aceptamos la sugerencia y nos preparamos para lo que va a ser una larga y opípara cena.
Los primeros en salir a escena son los detalles de la casa: unas aceitunas aliñadas, unas galletas de aceite y un queso de servilleta tierno (en textura cremosa). Comenzamos muy bien. También nos ofrecen distintos panes: de agua, de harinas y de aceite. Escogemos diferentes para probarlos. Con ellos viene un cuenquito que llenan con aceite de oliva arbequina (¡cómo nos gusta este aceite!)
También nos traen un pequeño entrante de steak tartar de vaca gallega: bien especiado, suave, con una carne tierna y cremosa. Delicioso.
Y vamos a lo serio, a lo más serio: comenzamos con una ensalada de tomate y bonito en una presentación sorprendente. Dentro del tomate que está formando una especie de bolsa está el relleno de un bonito aderezado con más verduras. ¿El sabor? la ensalada de tomate y atún de verano, la de toda la vida. Rico rico.
Segundo entrante: una ensalada de salazones con verduras ligeramente encurtidas.
Un plato fantástico, fresco, lleno de sorpresas para el paladar, con verduras y frutas en un encurtido muy suave, nada molesto, y con unos salazones que se van encontrando a cada bocado. Y como bocado estelar una impresionante anchoa: esponjosa, impecablemente desbarbada, desalada de manera maestra. Impresionante.
Siguiente entrante: un huevo frito en emulsión de panceta. Buen plato que contiene todos los sabores que anuncia pero en presencia diferente a la habitual. Nos lo devoramos.
El último entrante es una pescadilla en salazón con jugo de amontillado: textura y hechura del pescado, impecable. El conjunto, sorprendente.
Como pescado: un bacalao con berenjena frita con salsa de soja y fondillón. El bacalao terso y rompiéndose en láminas. La berenjena con un intenso sabor a asado-ahumado. La salsa, matrimonio perfecto con la contundencia del pescado.
Como carne: lomo de vaca vieja con verduras de verano. La textura del lomo es tierna, cremosa, muy muy poco hecho (a nuestro gusto sin preguntarnos el punto de carne), sabroso. Las verduras son variadas también hay frutas e incluso orejones. Nos deleita hasta el último bocado.
Nos acercan un carrito de quesos. Pensamos que es el postre y elegimos tres quesos (nos encantan los quesos y no podemos resistirnos): un queso catalán cremoso que nos recuerda a un buen camembert. Nos encanta.
Un queso valenciano de Cuatretonda, sabroso, rico rico y un queso parecido al stilton que no podemos recordar el nombre (un queso azul suave, bien curado y sabroso). Para contrastar estos quesos nos ponen una bandeja con tostadas de pan, pera (que tienen un toque como de café. Deliciosas) y unas nueces de macadamia fritas y rebozadas.
Para nuestra sorpresa viene un postre, un dulce: café con leche quemada, mantequilla y macadamia....¡diosmio, qué lástima no tener más hambre!
Para este plato de postre nos ofertan algún licor. Nos decidimos por gintonics: uno de ginebra Rafles, más seca y otro de ginebra Citadelle. Ambos suaves y bien integrados. y un licor: Marc de champagne de Moët Chandon muy alcohólico,  recordando al fondo de los orujos, en nariz un fuerte aroma a hollejos. Buenos digestivos para rematar una soberbia cena.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que viene acompañado de unas láminas de pasta crujientes, con azúcar y piñones por encima. Sin hambre, pero nos las terminamos.
Una vez finalizada la cena, y pagada la cuenta, nos presentamos y Juanma (jefe de sala) tiene el detalle de enseñarnos el restaurante al completo: nos comenta la zona que van a preparar en breve como una terraza donde el sol se colará por el techo, en medio de los restos de muralla. También nos invitan a entrar en la cava. Nos comenta que Ricard Camarena no se encuentra en el local (otros compromisos) y que seguro le habría gustado saludarnos y que le comentará nuestra presencia. Lo mejor fue su deseo de que nuestra cena hubiera estado a la altura de lo esperado por nosotros. Le confesamos que si, que hemos disfrutado de una fantástica cena en un fantástico local. Todo ha contribuido a que la cena fuera eso, fantástica: la comida, el local, el servicio, las atenciones, los pequeños detalles. Perfecta cena.

1. Ingredientes reconocibles: 8
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración: 10
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: si
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 9
9. Vajilla y cristalería: 10
10. Relación calidad-precio: 9
Total puntos: 73 sobre 80
Precio alto (sin contar el vino)

En Valencia c/ Almirante nº14  Tel 963 925 566

1 de septiembre de 2010. Pago del Monje


Retomamos las cenas de los miércoles una vez finalizado el mes veraniego por excelencia, agosto.
Vamos al distrito de L'Eixample, al barrio de Gran Vía a buscar un local recomendado por dos amigas: gracias Virginia, gracias Merce. Es un local que ya lleva tiempo abierto pero que ha cambiado de dueño hace tres meses.
Como ocurre muchos miércoles, nos encontramos con un local vacío. Nos ubican en una buena mesa, amplia y bien iluminada. Las mesas tienen una correcta separación y están impecablemente vestidas.

Quien nos atiende, Pilar, nos indica que muchos vinos no están en carta porque están modificando la misma. Nos invita a entrar en la cava y elegir alguno de los vinos no escritos en la carta. Entramos y revisamos. Encontramos varios de nuestro agrado. Comenzamos con un Marqués de Haro del 2005 un vino de la Rioja Alta que es una 'joyita' que tienen a un precio tremendamente barato (para lo que se encuentra en tienda) igual porque quieren vaciar la cava.
La pena es que sale con corcho (ha sufrido mucho) y sin más problema nos invita a elegir otro de sus vinos. Esta vez elegimos un Mauro del 2006, un Ribera del Duero impecable que sale aromático, cremoso, muy goloso y amable de beber.
Nos encanta. Sólo pedimos que nos lo refresque algo más. El precio de los vinos es muy ajustado. Buena medida para invitarnos a elegir buenos vinos a mejores precios.
Una vez más, Pilar nos guía por la carta de platos para que no tuvieramos dudas de su contenido y su presencia en cocina. Casi todos los platos están presentes. Con toda la información nos decidimos por, como entrantes, unas croquetas del chef que esta noche están rellenas de pato y foie.
Cremosas pero que echamos de menos más contundencia en el sabor del foie. Unos saquitos de morcilla con habitas y con coulis de tomate: saquitos de pasta filo rellena de buena morcilla bien especiada, con habitas baby y decorado el plato con tomate bien dulzón.

Una mezcla bien resuelta. Salteado de sepia con boletus: chipironcitos en su tinta con setas, unas setas sabrosas que nos recuerdan el ahumado (¿de su cocción? ¿de la sal utilizada?). Buen plato.
Como plato principal pedimos cochinillo con manzana al Armagnac: una forma diferente (y deliciosa) de tomar el típico cochinillo. Un plato dulce, con un cochinillo tierno, tierno. Nos gusta.
Al principio de la cena Quesoy pregunta (porque lo ve en carta formando parte de una ensalada) si tienen el queso Torta de Casar.
 Si tienen así que deciden montar un postre para matar el 'deseo' de Quesoy: nos ponen media torta de casar calentada acompañada de pan tostada, frutos secos, membrillo, frutas de la pasión, fresas y uvas (que solicitan a un local cercano porque Karoleta le comenta a Pilar que es la fruta que mejor le sienta a dicho queso). ¿Resultado? ¡¡Impresionante!! un festival de sabores. Seguimos pensando que la uva  blanca y el queso son el matrimonio más feliz de la noche. Una vez más Pilar se mueve y resuelve para que nuestra cena sea lo deseado.

Para acompañar el postre y dado que nuestro vino ya escasea, nos propone tomar un moscatel o algún vino dulce. Karoleta le comenta su poco gusto por estos vinos así que Pilar nos propone un gintonic preparado por ella. Quesoy se apunta a la copa de gintonic.
Nos traen dos gintonic bien preparados con limón utilizando ginebra Hendrick's. Está delicioso y el limón muy matizado. Le preguntamos el secreto y no tiene reparos en confesarnos que utiliza unas gotas de sacarina para matar la acidez del limón. ¡Fantástico! Por cierto, es detalle de la casa. Buen detalle.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto.

1. Ingredientes reconocibles: 9
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración: 8
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 9
10. Relación calidad-precio: 9
Total puntos: 69 sobre 80
Precio medio (sin contar el vino)

En Valencia c/ Conde Altea nº 34   Tel 963 953 696