Esta noche nos vamos al barrio Ciutat Vella, exactamente al barrio de El Mercat, a las callejuelas que rodean la plaza redonda. Allí Quesoy ha descubierto un restaurante de comida caribeña. Al entrar vemos todos los aditamentos típicos de estos locales: madera, adornos, colorido, combinados, santos, música salsa (eso sí, suavecita para no molestar en exceso), velas...todo lo que los convierte en sitios caribeños. El nombre del local viene de la santería cubana, así que a su entrada vemos un San Lázaro de considerable tamaño que en santería se traduce por Babalú-Ayé (del sincretismo con la religión cristiana con la santería cubana). A sus pies, un cesto con ofrendas, en este caso, dinero, tan habitual en la santería (y en todas las religiones). Y este será nuestro local de miércoles.
No hay mucha gente y nos colocan en una mesa de cuatro. Vemos que tienen una carta de vinos respetable, nada extensa, pero asombrosa en un local de estas características donde los cockteles caribeños, las cervezas y los zumos de frutas exóticas suelen ser las bebidas por excelencia. Nos inclinamos por un vino argentino, Urban del 2002, de la zona de Mendoza, realizado por un coupage de malbec, tempranillo, merlot y alguna uva más. Viene caliente y no tiene consideración ni con nuestra boca y menos con nuestra garganta. Pedimos que nos lo enfríen. Pese a esto a Quesoy le sigue resultando tremendo peleón. A Karoleta le parece que con la bajada de temperatura, se ha atemperado que no domado. Es un vino potente, con altos taninos y un toque estridente que no termina de agradarnos. Pero no retiramos la botella. Nos acompañará en esta noche de platos exóticos.
Después de leer entrantes tan sugerentes como desconocidos como tostones, yuca con chimichurri y otros, decidimos hablar con quien nos atiende. Como de segundo sí nos ha comentado cual es su favorito, nos recomienda un menú de degustación de entrantes y luego pidamos unos segundos. Aceptamos la recomendación y con ello nos traen un enorme plato de surtido de entrantes que nos cuestan reconocer: si encontramos yuca frita, plátano macho, tortillas con relleno de verduras con mucho cilantro, unas bolas de ¿?, unas pequeñas tartaletas rellenas de algo que parece atún y mayonesa, tiras de pollo con curry, un pastel salado con una salsa verde que nos encanta que no reconocemos. Excelente experiencia para aventureros gastronómicos. Luego hemos pedido dos segundos que prometen: un burrito (enooorrrme burrito relleno de pollo y verdura, deliciosamente aderezado, muy relleno y con una tortilla realmente suave y esponjosa. Nos encanta) y un plato de carne llamado El Original (excelente carne criolla sobre lonchas de patata asada y con un chimichurri picante que nos hace disfrutar de lo lindo. Plato sorprendente por la calidad y ternura de la carne que contiene y por el precio del mismo. Soberbio plato, si señor).
Llegamos realmente ahítos a este punto pero nos esforzamos por llegar a un postre. A estas alturas el vino nos ha rendido del todo y pedimos una botella de agua con gas Vivaris de burbuja potente, nada sutil. Como postre pedimos uno bien exótico: casco de guayaba con crema de queso. La fruta tiene tanto un sabor como una textura desconocida para nosotros. La comparamos con los higos de chumbera, con la textura de las chirimollas...no nos decidimos. El queso es potente de sabor fuerte pero aceitoso. Exótico plato.
Para rematar esta cena tan caribeña Quesoy se decide por su consabido ristreto pero esta vez doble y en una taza. Karoleta le acompaña con una enorme margarita preparada. Buen e interminable digestivo.
Hemos decidido añadir a nuestros comentarios de los locales un decálogo de características que cumple o no la cena del miércoles que se trate. Nos basamos en el decálogo que la nouvelle cuisine pero traducidos por nosotros (si te interesa conocer el decálogo original realizado en 1973 pero que al leerlo se nota que está en plena vigencia, puedes encontrar un artículo con el contenido de dicho decálogo en http://www.nabar.org/cocina/nouvellecuisine.asp ). Veamos nuestra traducción y la puntuación (presencia o ausencia) de este local.
Después de leer entrantes tan sugerentes como desconocidos como tostones, yuca con chimichurri y otros, decidimos hablar con quien nos atiende. Como de segundo sí nos ha comentado cual es su favorito, nos recomienda un menú de degustación de entrantes y luego pidamos unos segundos. Aceptamos la recomendación y con ello nos traen un enorme plato de surtido de entrantes que nos cuestan reconocer: si encontramos yuca frita, plátano macho, tortillas con relleno de verduras con mucho cilantro, unas bolas de ¿?, unas pequeñas tartaletas rellenas de algo que parece atún y mayonesa, tiras de pollo con curry, un pastel salado con una salsa verde que nos encanta que no reconocemos. Excelente experiencia para aventureros gastronómicos. Luego hemos pedido dos segundos que prometen: un burrito (enooorrrme burrito relleno de pollo y verdura, deliciosamente aderezado, muy relleno y con una tortilla realmente suave y esponjosa. Nos encanta) y un plato de carne llamado El Original (excelente carne criolla sobre lonchas de patata asada y con un chimichurri picante que nos hace disfrutar de lo lindo. Plato sorprendente por la calidad y ternura de la carne que contiene y por el precio del mismo. Soberbio plato, si señor).
Llegamos realmente ahítos a este punto pero nos esforzamos por llegar a un postre. A estas alturas el vino nos ha rendido del todo y pedimos una botella de agua con gas Vivaris de burbuja potente, nada sutil. Como postre pedimos uno bien exótico: casco de guayaba con crema de queso. La fruta tiene tanto un sabor como una textura desconocida para nosotros. La comparamos con los higos de chumbera, con la textura de las chirimollas...no nos decidimos. El queso es potente de sabor fuerte pero aceitoso. Exótico plato.
Para rematar esta cena tan caribeña Quesoy se decide por su consabido ristreto pero esta vez doble y en una taza. Karoleta le acompaña con una enorme margarita preparada. Buen e interminable digestivo.
Hemos decidido añadir a nuestros comentarios de los locales un decálogo de características que cumple o no la cena del miércoles que se trate. Nos basamos en el decálogo que la nouvelle cuisine pero traducidos por nosotros (si te interesa conocer el decálogo original realizado en 1973 pero que al leerlo se nota que está en plena vigencia, puedes encontrar un artículo con el contenido de dicho decálogo en http://www.nabar.org/cocina/nouvellecuisine.asp ). Veamos nuestra traducción y la puntuación (presencia o ausencia) de este local.
1. Ingredientes reconocibles: 7
2. Saludable: 7
3. Emplatado y decoración: 5
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: SI
6.Tecnología punta: NO
7. Sabroso: 7
8. Equilibrio: 7
9. Vajilla y cristalería: 6
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 57 sobre 80
(Si quieres saber en qué nos basamos para puntuar nuestro decálogo, pincha aquí)
En Valencia, c/ Cerrajeros nº 17 Tel 963 155 040