Al entrar vemos un local cálido, pequeñito y acogedor, aunque con bastante humo, por lo que escogemos una mesa que está muy cercana a la puerta. Nos la visten en condiciones y nos traen las cartas.
Vemos unas entradas de vinos y cavas poco arriesgados pero tienen algunos fuera de carta que vamos viendo en las botellas que tienen decorando el local. Matias, quien estará pendiente de nosotros y nos atenderá toda la cena, se disculpa porque la carta está todavía en construcción y quiere retocar y mejorar la carta de vinos. Así lo esperamos.
Vemos un ribera del Duero, Dehesa de los Canónigos del 2006, realizado con un coupage de tinto fino, cabernet sauvignon y albillo. Lo invitamos a nuestra mesa no sin antes amansarlo decantándolo porque viene con un fuerte temperamento (de hecho, nos hace sospechar de que tenga más edad de la que pone en la etiqueta). Una vez se tranquiliza se convierte en un vino cremoso, contundente, con un buen pase por boca y lleno de matices, sobre todo en nariz.
Vemos un ribera del Duero, Dehesa de los Canónigos del 2006, realizado con un coupage de tinto fino, cabernet sauvignon y albillo. Lo invitamos a nuestra mesa no sin antes amansarlo decantándolo porque viene con un fuerte temperamento (de hecho, nos hace sospechar de que tenga más edad de la que pone en la etiqueta). Una vez se tranquiliza se convierte en un vino cremoso, contundente, con un buen pase por boca y lleno de matices, sobre todo en nariz.
Para cenar, y pese a que Karoleta eligió este local porque anunciaban tener salazones, vemos que en carta no están presentes: a excepción de anchoas y mojama. Al comentarlo nos comentan que van a tenerlos en carta pero aún no tienen. Suponemos que es un producto que hay que ver qué aceptación real tiene. Esperamos que se convenzan que somos muchos los enamorados de los salazones y que vale la pena tenerlos junto a otros productos.
Con esta decepción leemos más cosas que nos gustaría tener en nuestra mesa. Nos decidimos por unas anchoas del Cantábrico: buenas anchoas caseras con ciertas barbas pero con un desalado impecable, acompañadas con un simple y delicioso aceite de oliva; unos ibéricos (Matías decide traernos media ración porque después de oir la comanda piensa que sería excesiva ponernos la ración entera. Buen detalle) que se compone de unas lonchas de morcón, chorizo, salchichón, lomo y jamón ibérico. Se agradece que el número de lonchas sea par. Buen plato y fácil de tomar. Un pulpo a feira: tierno y delicioso pulpo sobre rodajas de patata y aderezado por buen pimentón (lástima que le faltara temperatura). Todos estos platos vienen con unas rodajas de pan simples pero Quesoy comenta ,y tiene razón, que el pan está francamente bueno: crujiente y de buen sabor.
Como plato fuerte nos inclinamos por un entrecot de buey que pese a no ser muy muy grande, viene correctamente planchado y a nuestro gusto, acompañado por unas verduras asadas. Buen y sencillo plato.
Como postre nos decidimos por una tarta de chocolate casera: una tarta de una especie de mouse-chocolate de buen chocolate negro que nos hace poner un buen punto final a esta cena de miércoles.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto, que tienen el detalle de no cobrar. Mientras, Karoleta le acompaña con un vaquerito de Jack Daniels.
1. Ingredientes reconocibles: 9
2. Saludable: 8
3. Emplatado y decoración: 8
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 89. Vajilla y cristalería: 7
10. Relación calidad-precio: 8
Total puntos: 66 sobre 80
Precio medio alto (sin contar el vino)
En Valencia Av. de Francia nº 18 Tel 963 310 657