18 de agosto de 2010. Diblú

Una noche más nos vamos a buscar un nuevo local donde realizar nuestra cena de miércoles. Entramos en Diblú: local moderno, con decoración agradable y mesas con poca distancia entre ellas. Bien separado el ambiente de fumadores del resto del local. Este local tiene a sus fogones uno de los discípulos de Arzak, David de la Torre.
Dado el mes en el que vamos a cenar, no se encuentra en el local. Tampoco vemos, por lo menos esta noche, a su jefe de sala Juan Carlos Sánchez. Eso no hace que el ritmo, la belleza de los platos y el contenido de los mismos se vea entorpecido. Habrá que ir un día que tengan el equipo al completo para verificar si existen diferencias.
Dado que volvemos a encontrarnos con un local vacío, por lo menos al inicio de nuestra cena, nos dejan elegir mesa, es más, nos añaden otra mesa para que estemos más cómodos cenando. Nos dejan la carta de vinos porque hemos decidido probar su menú de degustación.


En los vinos encontramos buenas entradas y de entre ellas, uno de nuestros amores: Mestizaje de la bodega Mustiguillo (D.O. Terrazo) y realizado con un coupage de distintas uvas. Resultado: un vino aromático, grato de beber, goloso y buen compañero de mesa. Pedimos que nos lo enfríen un poco más y comenzamos con el disfrute.
Además del vino, a nuestra mesa acude una botella de agua con gas (San Peregrino) que acompañará también nuestra cena.
El menú de degustación consta de cuatro entrantes, plato de pescado, de carne y postre. Como entrantes, y para ir abriendo boca, nos traen unas croquetas de bogavante con salsa de kimuchi, salsa picante japonesa, que va como anillo al dedo a las croquetas. Con este entrante viene un cestillo con panes diferentes.
El segundo entrante es una vieira con huevas de ikura (huevas de salmón japonés): la vieira, impecable, deliciosa y bien planchada. El resto acompañaba sin empañar a la presencia grande de la vieira.
El tercer entrante: foie micuit con helado de violetas. Rico rico y rico. Buen foie con un helado que potenciaba su sabor e intensidad.
El cuarto entrante fue un huevo estrellado con trigueros sobre un trozo de brioche. El huevo era más bien poché, lo que hacía un plato gustoso y suave. En el fondo del plato había una estrella de distintas salsas que volvían el plato en un sinfín de bocados diferentes. Por ponerle un pero: el trozo de brioche debía ser algo más grande para alargar el número de bocados sabrosos.
Como pescado nos traen un bacalao en tempura con salsa de cítricos y jengibre. La tempura está crujiente y compacta. El bacalao con un rotundo sabor. El jengibre encanta a Quesoy, no así a Karoleta.
Como plato de carne: magret de pato con cebolla caramelizada y espuma de cebolla caramelizada. La espuma de cebolla: impresionante.
Pese a la abundancia de distintas texturas de cebolla en el plato, no es un problema: el magret con la cebolla caramelizada es un bocado delicioso.
El postre: helado de baileys con espuma de toffe. A Quesoy le hubiera gustado un helado con mayor cantidad de sabor. A Karoleta le encanta el helado: suave y con buen sabor al licor.
El café estaba incluido en el menú así que Quesoy remata la cena con su consabido ristreto mientras a Karoleta la invitan a un chupito de bourbon. Buen final de cena.

1. Ingredientes reconocibles: 8
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración: 9
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: si
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 9
10. Relación calidad-precio: 8
Total puntos: 69 sobre 80
Precio medio (sin contar el vino)

En Valencia  Gran Vía Marqués del Turia nº 59  Tel 963 531 565

No hay comentarios: