25 de marzo de 2009. La barraca de Canyamelar

Esta noche volvemos a los Poblats Maritims, al barrio del Cabanyal-Canyamelar a buscar un bar con solera reconvertido a restaurante.
Nos encontramos en un restaurante con mesas bien vestidas y decorado para la ocasión pero con toques de bar de barrio de toda la vida: la televisión puesta. Nos dejan que escojamos la mesa que más nos guste dado que hoy miércoles vamos a ser los únicos comensales.
No tienen carta ni de platos ni de vinos por lo que el dueño nos canta las sugerencias que podrían componer nuestra cena. Son platos de siempre, de picar: sepia, ensaladilla rusa, gambas al ajillo...
Ya cuando reservamos nos preguntaron si ibamos a querer marisco dado que ahora, y debido a la crisis, sólo traen marisco por encargo. Nada más sentarnos nos regalan un enorme plato de papas caseras que atacamos con verdadera pasión.
Con todo lo que oimos nuestra cena va a ser la que sigue. Como vino nos indica que va a traernos un Ribera del Duero que no nos va a decepcionar: Resalso del 2007, un vino realizado en las bodegas de Emilio Moro y que es el vino económico que ha sacado esta gran bodega. Nos encontramos con un vino potente, aromático, algo impertinente pero que apunta maneras. Pedimos que nos lo enfrien para amansarlo.
Como platos entrantes nos inclinamos por unas alcachofas a la plancha (son las últimas del año y ya comienzan a ponerse algo duras. Pensamos que si hubieran estado cortadas algo más finas, hubieran resultado algo más tiernas), unas impresionantes croquetas de bacalao (nada del bacalao asomado sino un delicioso sabor a bacalao) y unas gambas al ajillo con un buen toque de guindilla que hace las delicias de Quesoy que moja casi todo la salsita. Como plato fuerte nos decidimos por un entrecot que viene realmente poco hecho, trinchado a daditos y acompañado de unas tremendas patatas panaderas con unos huevos rotos por encima que sucamos con las patatas, con el pan, con todo lo que pillamos.
Como postre le indicamos que nos gusta mucho el chocolate y nos pone un plato mixto con un generoso trozo de pastel de trufa con cubierta de chocolate y unos profiteroles rellenos de chocolate con chocolate caliente por encima que entusiasman a Karoleta. Para acompañarlo, nos ponen un orujo de hierbas.
Como es la costumbre, Quesoy remata la cena con el consabido ristreto.

1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 6
3. Emplatado y decoración: 5
4. Raciones generosas: 8
5. Cocina regional: No
6. Tecnología punta: No
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 3
9. Vajilla y cristalería: 7
10: Relación calidad-precio: 9
Puntuación total: 57 sobre 80

(Si quieres saber más sobre en qué nos basamos para puntuar nuestro decálogo, pincha aquí)

Local para familias, cenas-comidas de empresa, grupos...

En Valencia, c/ Barraca nº 40 Tel 963 673 154

No hay comentarios: