18 de noviembre de 2009. Senzone


 Esta noche de miércoles nos vamos al distrito de L'Eixample, al barrio El Pla del Remei, a encontrarnos con un restaurante que ya nos apetecía desde hace mucho tiempo. Nos vamos a aprovechar  que estamos en la semana de Valencia Cuina Oberta y vamos a degustar el menú que proponen para este evento.
El local está emplazado dentro del hotel Hospes Palau de la Mar, decorado de forma minimalista, funcional pero con detalles que lo hacen tremendamente acogedor.
Nos dejan que escojamos entre las mesas que tienen libres (tienen muchas mesas ocupadas, suponemos que por huespedes del hotel). Escogemos una redonda muy bien iluminada. Y nos dejamos sorprender.
Como entrantes nos agasajan con unos aperitivos variados: aceitunas partidas, almendras y unas tiras crujientes de yuca y platano macho. Esto acompañado por una cerveza: Cruzcampo Gran Reserva (patrocinador de este evento) y que ha creado una cerveza con mucho sabor y cuerpo. No deja indiferente.
Nos traen la cesta de pan para que elijamos entre los panes diversos recién hechos: escogemos uno de aceitunas negras (realmente rico) y un brioche de frutas y frutos secos que hace las delicias de Quesoy. Durante toda la cena nos abastecen de panecillos volviendo a ofrecernos todos los panes diversos. 
Como primer entrante nos traen unas alcachofas en escabeche con crujiente de jamón y acompañadas por unas ensaladas variadas: las alcachofas están muy buenas, tal vez les falte algo de vapor para que estén más tiernas, pero están en su punto de escabechadas y realmente es un plato, debido al vinagre, que o se maridan con cerveza o se carga el vino que se tome con este plato. Así que el maridaje nos parece de lo más adecuado.
Hemos elegido para acompañar a nuestra cena, un vino tinto francés (el único que tienen en carta, carta amplia y con denominaciones extranjeras muy interesantes). Quesoy es quien lo prueba y le gusta pero...Le pide a Karoleta que lo pruebe: le gusta pero...Es un vino muy grato de tomar pero tremendamente suave y creemos que va a tener problemas para estar presente acompañando a los platos. Cuando nos ven las caras y los comentarios no tienen ningún problema en retirarnos la botella, que no tiene ningún problema (el vino está bueno y en buen estado), sólo que no es de nuestro agrado  para la cena que vamos a tomar. Nos traenla carta de vinos para que elijamos otro. Nos acordamos del Pitacum, que lo tienen, como todos los otros vinos, a un precio muy ajustado pero se les ha terminado. Ivan, una de las personas que atiende nuestra mesa y el encargado de trajinar el vino, nos comenta si le permitimos que nos traiga un vino que piensa nos va a gustar y que va a ser un buen compañero de cena. Cómo no, aceptamos. Nos presenta la nueva creación del Marqués de Griñón para estos tiempos de crisis: Caliza del 2006, de Dominio de Valdepusa. Un vino tinto bien integrado realizado con uva Syrah y Petit Verdot, fuerte y alcohólico, pero que se amansa con unos suaves toques. Nos lo sirven decantado y a una temperatura impecable, temperatura que se encargan de mantener durante toda la cena enfriando de vez en cuando el decantador.El precio muy ajustado.

El trato del vino es exquisito: envinado de copas como hacia tiempo no veíamos, respeto absoluto por el gusto del cliente, temperatura ambiente del vino (del ambiente del norte de Europa, se entiende), mantenimiento de dicha temperatura en todo el recorrido de la cena, copas de vino siempre con vino sin dejar que echemos de menos la no presencia del decantador en nuestra mesa. En resumen: un excelente trabajo. Y el vino...nos encanta: fuerte, imperioso, arrogante pero sabemos que se atendrá a razones y se convertirá en un fantástico compañero de cena. No nos equivocamos.
Como segundo entrante nos traen unas setas variadas salteadas con tocino y jugo de costillas. Las setas tienen distinta profundidad de sabores pero sobre todo texturas muy diferentes.
Como plato principal nos traen cochinillo crujiente acompañado de cucurbitaceas y pera asada: el cochinillo está suave, delicioso, montado como un pastel para que de poco trabajo el comerlo. El acompañamiento de verdura (ensalada y hortalizas asadas) dulcifica el plato, aunque el cochinillo es suave suave. Excelente plato.



Como postre nos presentan un plato llamado  'chocolate pure expresion'. El nombre lo dice todo: tres chocolates negros en tres texturas diferentes: una especie de brownie muy compactado y de tremendo sabor, con boina de helado muy muy cremoso de chocolate negro y unos hijos de choclate tibio por encima. ¡Nos eleva al cielo!. Soberbio fín de fiesta.

Quesoy remata la cena con su consabido ristreto.
Buena cena, con buenos platos de buenos productos.


1. Ingredientes reconocibles: 9
2. Saludable: 8
3. Emplatado y decoración: 8
4. Raciones generosas: 8
5. Cocina regional: no
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 9
10. Relación calidad-precio: 8
Total puntos: 67 sobre 80
Precio medio-alto (sin contar el vino y dentro de Valencia Cuina Oberta)

En Valencia c/ Navarro Reverter nº 14   Tel: 963 162 884

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