Es un local grande, decorado con ese 'regusto' oriental tan dudoso pero no recargado ni lleno de rojos. Nos sitúan en una pequeña mesa de dos y pese a que tenemos mesas alrededor con gente cenando, no nos sentimos invadidos por las conversaciones ajenas. Una de las cosas más cargantes que pueden existir en los restaurantes orientales son las larguísimas cartas que suelen tener. Además en este restaurante se suma que tienen menús especiales, menús especiales para dos personas, menús de al mediodía (menos mal, estos nos los podemos saltar) y platos especiales para probar en la barra (tienen la mesa corrida típica de los japoneses donde preparan los platos a la plancha delante del comensal: 'el teppanyaki'). Mientras nos decidíamos, nos ponen dos platitos con verduras en vinagre, un vinagre dulzón que nos hace devorar las verduritas. Quesoy no duda...un menú para dos de degustación: el menú especial Yiay. Como vino, también, y para nuestra sorpresa, hay que leer un par de páginas de vinos; nos inclinamos por un rioja desconocido, Viñas de Gaín del 2002. El vino no viene refrescado pero nos lo sumergen en una cubierta con hielos. Es un vino aromático, bien construido, con buena persistencia y agradable para acompañar nuestra cena oriental. Los platos fueron: tempura de verduras (buena tempura, nada cargante ni aceitosa. Una delicia, con las verduras tersas y variadas), sushi y makis variados (Karoleta echa de menos los tekamakis, su perdición, pero aún queda mucha cena por delante. El sushi está delicioso con una cubierta generosa de pescado. Los makis de tamaño XL y rellenos de verduras). Todo ello, cómo no, con salsa de soja. Y seguimos: gambas crujientes con sal (deliciosas gambas, en su punto de hechura y crujientes, tanto que se podían comer enteras con sólo excluir la cabeza, pese a ser de buen tamaño), solomillo relleno de verduras (como un solomillo fileteado en láminas finas, casi crudo por dentro y relleno de verduritas japonesas tersas pero de muy buen sabor), capricho de pato (un delicioso y crujiente pato, bien laminado, de impresionante sabor). Ambos platos de carne, vienen acompañados con una salsa de cacahuetes que realza el sabor de la carne. Para terminar (y terminar de rematarnos) unos fideos salteados con verduras y gambas (deliciosos, bien cocinados, con buena proporción de 'tropezones' que dejamos casi entero por temer la no llegada a los postres). Como postres: tarta de chocolate japonés (un pequeño trozo de tarta de contundente sabor y helada) y un sorbete de mango (que intenta descongestionar nuestros estómagos sin conseguirlo). Nos ofertan unos licores de flores o sake que denegamos agradeciéndolos. Esta noche, ni Quesoy llega al ristretto...nos retiramos en silencio, contentos, ahítos pero contentos....muy contentos.
En Valencia, c/ Dr. García Brustenga, 3. Telf: 96 3697888 - 696 485 886
En Valencia, c/ Dr. García Brustenga, 3. Telf: 96 3697888 - 696 485 886
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2 comentarios:
no existe la página web!!! :(
Efectivamente el whois nos dice que esta ocupado el dominio, asi que la web debe estar construyéndose. En cualquier caso, tienen ya esta preciosa página de nuestro blog. Un abrazo. Karoleta Quesoy
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