Esta, por fin, fresca noche nos volvemos a internar por el barrio de Benimaclet. Llegamos a nuestro destino teniendo que dar algunas vueltas pero rompiendo nuestra costumbre de perdernos.
El restaurante es un local pequeño, bien cuidado el ambiente, con buena distribución entre las mesas, estas vestidas impecablemente y con una luz tenue que relaja el ambiente. Nos dan a elegir cualquiera de las mesas y elegimos una redonda preparada para tres comensales.
Nos traen las cartas y una cazuelita de barro llena de frutos secos, cacahuetes y almendras, para ir abriendo el apetito. La carta tiene muy buen aspecto. Al final nos decidimos. Solicitamos la carta de vinos, aunque ya venía el dueño con ella en la mano. Tienen una carta de vinos muy correcta aunque los riojas son muy clásicos. Al final y como acompañante a nuestra cena, pedimos El Vinculo pero decantado. Vino tinto de Casilla la Mancha del 2003 que su hacedor (Alejandro Fernández, el que también elabora Pesquera) tiene a bien no filtrar el vino por lo que suele tener muchos posos (ya nos pasó en La Sacristía). Vino sabroso, sorprendente, bien estructurado y lo suficientemente calmado para no eclipsar los platos de la cena. Como entrantes: unas anchoas naturales en aceite de oliva (impecablemente desespinadas, con el toque salado que deben tener. ¡Las devoramos! mmmmm), foie de oca caliente (perfectamente hecho, bien planchado por fuera, casi crujiente y nada hecho por dentro, para que su textura sea la ideal. Acompañado con fruta ligeramente cocida para que pierda su rigidez y un cebolla caramelizada. ¡Una delicia!. Nos sabe a poco) y morteruelo de perdiz y conejo (a Quesoy le resulta algo grasiento, a Karoleta le hace recordar visitas a Talayuelas -Cuenca- y pese a estar elaborado con productos no de su agrado...¡¡le encanta!!). Como plato fuerte, ciervo con salsa de naranja (unas lonchas de ciervo, en su punto de hechura, poco, tierno, muy tierno, con una salsa semidulce con frutas ácidas que se convierten en un bocado exquisito. ¡Delicioso!) viene acompañado por unas patatas fritas de siempre. Como postres pedimos preguntando qué tienen y al pedir algo de chocolate nos sugieren una trufa de chocolate (pastelito de chocolate negro relleno de una densa pasta de chocolate negro acompañado de mermelada de naranja amarga. ¡dios mio, qué chocolate, qué postre, qué 'rebueno'....Karoleta ya era feliz, pero ahora vuelve a ser creyente) y un helado de turrón (impecable helado con enormes trozos de almendra, muy bueno, que hace las delicias de Quesoy). Quesoy remata la cena con un ristretto.
En Valencia, c/ Cuenca Tramoyeres, nº 21. Telf: 96 3627573 - 696 914 684
El restaurante es un local pequeño, bien cuidado el ambiente, con buena distribución entre las mesas, estas vestidas impecablemente y con una luz tenue que relaja el ambiente. Nos dan a elegir cualquiera de las mesas y elegimos una redonda preparada para tres comensales.
Nos traen las cartas y una cazuelita de barro llena de frutos secos, cacahuetes y almendras, para ir abriendo el apetito. La carta tiene muy buen aspecto. Al final nos decidimos. Solicitamos la carta de vinos, aunque ya venía el dueño con ella en la mano. Tienen una carta de vinos muy correcta aunque los riojas son muy clásicos. Al final y como acompañante a nuestra cena, pedimos El Vinculo pero decantado. Vino tinto de Casilla la Mancha del 2003 que su hacedor (Alejandro Fernández, el que también elabora Pesquera) tiene a bien no filtrar el vino por lo que suele tener muchos posos (ya nos pasó en La Sacristía). Vino sabroso, sorprendente, bien estructurado y lo suficientemente calmado para no eclipsar los platos de la cena. Como entrantes: unas anchoas naturales en aceite de oliva (impecablemente desespinadas, con el toque salado que deben tener. ¡Las devoramos! mmmmm), foie de oca caliente (perfectamente hecho, bien planchado por fuera, casi crujiente y nada hecho por dentro, para que su textura sea la ideal. Acompañado con fruta ligeramente cocida para que pierda su rigidez y un cebolla caramelizada. ¡Una delicia!. Nos sabe a poco) y morteruelo de perdiz y conejo (a Quesoy le resulta algo grasiento, a Karoleta le hace recordar visitas a Talayuelas -Cuenca- y pese a estar elaborado con productos no de su agrado...¡¡le encanta!!). Como plato fuerte, ciervo con salsa de naranja (unas lonchas de ciervo, en su punto de hechura, poco, tierno, muy tierno, con una salsa semidulce con frutas ácidas que se convierten en un bocado exquisito. ¡Delicioso!) viene acompañado por unas patatas fritas de siempre. Como postres pedimos preguntando qué tienen y al pedir algo de chocolate nos sugieren una trufa de chocolate (pastelito de chocolate negro relleno de una densa pasta de chocolate negro acompañado de mermelada de naranja amarga. ¡dios mio, qué chocolate, qué postre, qué 'rebueno'....Karoleta ya era feliz, pero ahora vuelve a ser creyente) y un helado de turrón (impecable helado con enormes trozos de almendra, muy bueno, que hace las delicias de Quesoy). Quesoy remata la cena con un ristretto.
En Valencia, c/ Cuenca Tramoyeres, nº 21. Telf: 96 3627573 - 696 914 684
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