6 de junio de 2007. La Champagne

Nos adentramos por el antiguo barrio valenciano de las tascas (zona calle Mar-Gobernador Viejo, de Valencia), hoy ya con un aspecto desconocido para los que frecuentábamos en los 70 y 80 estos locales. Muchos de ellos no han sobrevivido. El local escogido es también sugerencia de una de las seguidoras del blog (muchas gracias Sandra). Llegamos a un local recién estrenado, de bonita hechura manteniendo un delicado equilibrio entre lo minimalista-moderno y lo acogedor de cualquier restaurante francés.
Al entrar, nos encontramos con un fantástico armario transparente lleno de champagnes y vinos franceses donde se puede observar las lindezas de su bodega. Han realizado dos espacios diferenciados entre fumadores y no fumadores y en su separación encontramos una pequeña barra, la cocina y al otro lado, otro armario transparente, este lleno de todos los vinos que, además de los franceses, van a decorar su extensa carta de vinos.
Debemos comentar que los dueños de este local, al igual que su cocina, son auténticamente franceses, mr. Jean Marie y mme. Simon Edoward, y su castellano es terrible. Aunque Simon entiende y se explica bastante bien, Jean se expresa pefectamente pero sólo en francés...así que tenéis que realizar la comanda hablando despacito y con paciencia, recalcando bien lo que se pide y así poder transmitirlo a Simon, quien se mostrará siempre dispuesta a rescataros.
Después de releer la carta de platos y de vinos, Quesoy se inspira en el magnifico ambiente francés que ha conseguido el local y se decide por un champagne premiere cru (première classe) Demoiselle milesime 2000 (selección de una sola añada, que se hace cuando esta es excelente). Llega a nuestra mesa, perfectamente enfriado y zambullido en una champañera. Presenta un color oro viejo por la añada, lo que anticipa un fantástico sabor suave y tranquilo habiendo perdido esa estridencia que caracteriza al vino mas joven. Es un impecable compañero de cena. Se nos regala con un aperitivo casero de hojaldre especiado con sésamo y queso que devoramos esperando los platos seleccionados que son: como entrantes, primero, una ensalada loca que inicialmente nos dijeron que llevaba salmón y langostinos, sin embargo vino otra de queso y jamón, la aceptamos, que remedio, después de comprobar que también era muy apetecible, con buenos productos, entre ellos un excelente jamón ibérico y unos montaditos de queso de cabra gratinados que nos hacen relamernos, y un segundo entrante de dos generosos medallones de foie de maison, caseros, que se diferenciaban por su elaboración. Al primero por la izquierda en la foto, se le detectaba un agradable sabor a armagnac y el otro realizado con vino, ambos exquisitos, aunque en este segundo, Karoleta le parecía que tenía un punto subido de sal (nada de importancia) En ambos casos iban cubiertos de una generosa gelee realizada con el caldo de la cocción y dos higos caramelizados. Como plato fuerte nos decantamos por un chuletón de ternera para dos personas que puede venir con salsas y dado que no hicimos mención de ninguna, se nos sorprendió al aparecer acompañado de las dos, en sus correspondientes salseras: una de roquefort, suave y deliciosa, y otra a la pimienta, impecable y exquisita. También un tarro de mostaza de dijon para los no salseros. Este plato venía con el chuletón ya fileteado fino (hecho en su punto, nuestro punto, crudo por dentro y buena plancha en superficie), bien especiado con pimienta y hierbas y acompañado por patatas fritas (de buen sabor y crujientes), un delicioso tomate asado (coronado con una mezcla de ajo, cebollino, sal y pan rallado) y un impresionante pastel de verduras (de muchos trozos de diferentes verduras y gratinado con un delicioso queso). Ante la visión y el aroma que desprendía este plato, ya nuestros ojos se habían volteado y asomaban las consabidas lágrimas. Como postre, pedimos algo de chocolate noir...y nos trajeron una mousse de chocolate casi negro (Karoleta vuelve a protestar por lo bajito lo poco que se utiliza el chocolate negro en los postres aunque reconoce que este postre está de escándalo) enorme, esponjosa, con un sabor contundente que nos deja la mar de felices. .
Quesoy terminó la cena con el expresso de las cenas de los miércoles.

En Valencia, c/ Poeta Liern, nº 27. Telf 96 3942970



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