13 de junio de 2007. Casa Jomi

Esta noche de miércoles sacamos de la memoria uno de los locales más clásicos de Valencia. Lleva en activo más de 38 años con Miguel a la cabeza, aportando a su local esa inmovilidad que quien ha ido alguna vez reconoce nada más entrar: nada cambia, ni las tres mesas que tiene más la máquina de pimball (mesa auxiliar para las noches de gentío), ni el hacer pausado y ceremonioso de Miguel con los salazones y el tomate, en la barra, a la vista de todos y con palabras para todo aquel que le comente (estará encantado de contar su historia y la de su local).
Tenemos suerte, por ser miércoles, y pese a que las mesas ya están todas ocupadas, hay mucho espacio en la barra y poca gente haciendo turno para una mesa. Mientras esperamos a que alguna mesa se vacíe, pedimos un vino. Tienen una amplia variedad de medias botellas (lo cual es verdaderamente un lujo), esto nos hace pensar en tomar diferentes vinos durante la cena. Nos inclinamos, para comenzar, por un Viña Pomal, un reserva del 2000 que sale como un miura de potente e intratable y a una temperatura imposible. Solicitamos que lo prueben porque lo notamos un poco ácido pero nos comentan que está bueno pero le falta enfriar, lo cual consiguen con una buena cubitera helada. A estas alturas, una mesa se ha quedado vacía y nos la ceden amablemente quienes eran los destinatarios de la misma. La potencia del vino es la que va a determinar los compañeros que le sigan: un Muga de 1999, cremoso y de un impecable sabor y un Marques de Arienza de 1999 sereno, intenso y de hechura redonda. ¡Un verdadero regalo para el paladar!.
Por lo que respecta a la comida, Karoleta ya lo tiene claro. La cena va a consistir en lo que ha conseguido hacer un nombre a casa Jomi: patatas bravas (con una salsa especial de all i oli con pimentón picante que consigue que se las nombre como unas de las mejores de Valencia), tomate Jomi (aderezado con hierbas y ajo y acompañado de ventresca en escabeche y aceitunas, un tomate que pese a no ser un pata negra ni del Perelló, tiene un sabor de los años 70, con mucha carne y poca pepita), pescados ahumados (¡excelentes! todos nos hicieron soltar un mmmm), salazones (¡las mejores, sin dudarlo, que se sirven en Valencia! que ya nos hicieron llorar de placer), cecina (de ciervo y ternera, deliciosas todas ellas sobre todo una de las de ternera) y quesos (sólo de tres tipos pero a cual de todos más sabroso. Sobre todo el que remataba el plato, el más fuerte, que junto con los últimos sorbos del vino casi nos hacían pensar que era el postre...qué equivocación). Al preguntar por los postres, recordamos que la tarta de zanahoria es también uno de los platos estrella, así que solicitamos un pedazo acompañado de higos al brandy (¡madre mía!, delicado, suave...pecaminoso) y nos pusieron unos licores para acompañar: un PX y un orujo de hierbas en un molde de chocolate-vaso comestible, que nos hicieron sonreír mas de placer que de otra cosa.
Esta vez Quesoy se queda sin ristreto ni café pues ni Jomi ni ningún local cercano tienen cafetera. Así que en otra cena será.

En Valencia, c/ Castell de Pop (frente al antiguo cuartel de la Guardia Civil, en el Barrio de Nazaret ), 13. Telf: 963671414

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy asiduo de Jomi desde hace muchos años.La oferta gastrónomica es curiosa pero de buena calidad.
También tienen marisco y demás pero nunca lo he probado,parece ser que también es de calidad.

KAROLETA BALLESTAR y ANDRES ALONSO dijo...

Hola Alex. Gracias de nuevo por tu comentario.
El Jomi es un sitio curioso y algo incómodo pero quien prueba sus especialidades, vuelve. Hacía años que no iba y Quesoy estaba loco por que le llevara allí (ya sabes que cada miercoles uno de nosotros elige el sitio para cenar...casa Jomi era mio) y le he hecho sufrir un poco jajajajajaja. Pero me ha encantado notar que siguen igual: la calidad es excelente y si, tienen más comida, de hecho suelen tener ciervo y otras carnes en salsa pero reconozco que nunca las he probado y también bocas, que he visto pero tampoco probado. Soy una amante de los salazones y alli tienen los mejores de Valencia, sin dudarlo, así que cuando he ido siempre me he inclinado por ellos. Están insuperables.