Ambiente: informalmente formal
Plato que no te puedes perder: huevo pochado con polenta, mollejas de ternera y trufa de verano
Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: no pedimos, era el menú de cena de la semana de Valencia Cuina Oberta
1 Ingredientes reconocibles: 8
2 Saludable: 8
3 Emplatado y Decoración: 8
4 raciones generosas: 9
5 Cocina regional: no
6 Tecnología punta: no
7 Sabroso: 9
8 Equilibrio: 9
9 Vajilla y cristalería: 8
10 Relación calidad-precio: 9
Puntuación EMT 69 sobre 80
Puntuación PIG 4
Estamos en la semana de Valencia Cuina Oberta. Aunque ya es difícil encontrar plazas en los restaurantes con renombre y chefs superconocidos, si que quedan en otros restaurantes no menos buenos y que en sus cocinar hay buenos chefs. Así que vamos muy contentos a este restaurante que presenta un menú de cenas impresionante. Veamos qué nos depara.
Para la cena pedimos un Venta del Puerto 12 que como siempre sale imperioso pero se relaja según pasa el tiempo descorchado. Buen compañero de cena.
Como tapas y para iniciar la cena nos traen unos chips de boniato (crujientes y sabrosos) y un chupito de ajoblanco con melón (hecho con avellanas, refrescante y que nos deja con ganas de más), Buen comienzo,
Como entrantes un delicado foie micuit con brevas al vino tinto (delicioso), con tostas. Nos lo devoramos.
Unas impresionantes vieiras con tuétano. Las vieras en su punto y el tuétano nos trajo recuerdos de infancia. Soberbia conjunción.
Huevo pochado a baja temperatura con mollejas de ternera, polenta y trufa. El aroma de la trufa nos deja extasiados. Cada cucharada nos adentra en un silencio disfrutón. Hasta que no terminamos cada uno su plato no se nos oye...bueno si, suspirar.
Como plato principal hay cuatro a elegir. Elegimos dos diferentes para tener mejor idea de la cocina de este restaurante.
Una deliciosa y sabrosa ventresca de atún rojo con cebolla caramelizada, tomate valenciano y albahaca. Nos gusta mucho mucho.
Pechuga de pato con salsa de cerezas, puré de maíz ahumado y espinacas salteadas. El puré está impresionante y junto al dulzor de la salsa y el rotundo sabor de la pechuga (que viene poco poco hecha ¡bien!) hacen un bocado delicioso.
Y vienen los postres cuando ya hace rato que estamos ahítos pero hay que seguir...gintonic de manzana ácida con helado de cáscara de limón. Esto nos alivia pero llegan los postres de verdad. Como hay dos, pedimos ambos: brownie con nuez de macadamia, cremoso de chocolate y helado de haba tonka. Bueno bueno y bueno. Para amantes del chocolate y a ser posible con mucha hambre pendiente. Y un milhojas con crema de vainilla, algo más ligero que el brownie pero igualmente bueno.
Quesoy remata la cena con su consabido ristreto que viene acompañado de macarron de chocolate con fruta de la pasión y cannelles bordelais con cera de abeja. Aquí ya me he retirado de comer nada más, sólo quiero terminar mi copa de vino.Buena y contundente cena. Nos gusta el local, así que volveremos.
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