8 de diciembre de 2010. La Fondue

En esta noche, después de un largo puente, nos vamos al distrito de L'Eixample al barrio de Pla del Remei a encontrarnos con un clásico de Valencia. Termina de cambiar su ubicación y ahora está dirigido por la nueva generación: Daniela y Julio.
Estas calles conocidas por todos los públicos como Zona Cánovas, albergan numerosos locales nocturnos, llamando nuestra atención los que se dedican al tapeo y la restauración.


Hoy entramos en un local bonito, funcional y con mesas bien vestidas y con una separación entre ellas, inmejorable.
Nos ubican en una mesa de dos y nos dejan las cartas para que vayamos eligiendo.
Lo cierto es que ya tenia Karoleta la idea desde casa. ¿Cómo no vamos a tomarnos una fondue? y de carne "of course".
Tranquilamente miramos la carta de vinos, realmente corta, con solo tres tintos valencianos, hecho que no le impide participar a este local en la promoción del Gobierno Autonómico de entregar una copa de cristal para vino a cada comensal que consuma vino de aqui.
Nos sorprende mucho este hecho, empezando por la gran calidad del cristal de las copas, que vienen  precariamente en el interior de una bolsa de ECI, que nos dicen es por orden del distribuidor  que el regalo debe entregarse en todos los casos dentro de esta bolsa publicitaria.
Así las cosas y como no nos tiembla la mano a la hora de elegir caldos de la tierra para limpiar nuestras papilas un miércoles si y otro también si hace falta,  nos inclinamos por un desconocido tinto de Utiel-Requena: Constantia del 2005 de  Bodega las Madroñeras. Dada la edad en botella y lo corto de la barrica, según reza la etiqueta son sólo cuatro meses en roble nuevo, sale cerrado, con alguna párticula en suspensión y sin dejar que apreciemos totalmente su sabor.

Así las cosas pedimos que lo jarreen, pero como alternativa nos ofrecen un oxigenador de vino,  el vinturi que nos dejan en la mesa para que vayamos decantando en dos nuevas copas, junto a las nuestras parece que estemos de cata, en las nuevas, al vino le sienta tan bien la aireación, que hasta cambia de color.

Resultado satisfactorio, el vino procede de un coupage de uvas diferentes, donde la bobal se hace notar tremendamente, aún asi, es un vino potente, aromático, carnoso y de agradable sabor. Vemos en la contraetiqueta que tiene un premio de vino mujer 2008, debe ser de otra añada o de otra edad, porque habitualmente los "vinos mujer" son vinos más afrutados y suaves (lejos del gusto de l@s amantes del vino).


Como entrante pedimos una tabla de quesos que contiene; semi curado manchego, brie, camembert, roncal y azul. Nos los devoramos, a partir de este momento es un hecho que el vino nos va a parecer otro (ya sabéis que el queso mata el sabor del vino y lo deja manso manso).

Como plato fuerte pedimos una fondue Bourguignone (de carne) para dos: viene una bandeja de cubos de buena carne de ternera gallega (de la zona de cadera) jugosa, tierna y con buen color, unas patatas fritas de gajo, una bandeja de salsas (mahonesa, rosa, de mostaza y tártara caseras todas ellas) y un plato de variantes.

Comenzamos el ritual de toda fondue:
Viene con un corcho para evitar que salte el aceite y nos aconsejan que vayamos jugando con la carne frita en el plato con el tenedor para evitar quemaduras si nos la llevamos directamente a la boda, así es que dejamos trinchados durante un suspiro los trozos de carne sumergidos en el aceite y dado que nos gusta muy poco hecha y que se trata de una carne tierna y sabrosa, pasamos a aderezarla con salsa  (Las salsas estan bastante frias por razones de conservación y para evitar que sobreenfrien la carne no hubiera estado mal un golpecito de micro antes de servirlas).
Nos terminamos la bandeja sin mucho problema aunque por la cantidad de carne se va haciendo duro el rematarla.

Disfrutamos con el juego de hacernos la carne pero sobre todo de la buena carne.
Sin muchas ganas llegamos al postre: un helado, muy digno y que nos evoca el magnifico postre que tomamos en la bolera, de mandarina con virutas de chocolate negro que rebaja nuestro sufrido estómago.

Quesoy remata la cena con su consabido ristreto. Para buen fin de fiesta nos invitan a unos digestivos: Karoleta pide un Four Roses, un vaquerito y Quesoy hace la prueba del siete, pedir Calvados, que viene al gusto francés (a temperatura ambiente).
Muy buen detalle y muy buen culmen de cena.

1. Ingredientes reconocibles: 10
2. Saludable: 8
3. Emplatado y decoración: 7
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: si
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 9
8. Equilibrio: 7
9. Vajilla y cristalería: 7
10. Relación calidad-precio: 8
11. Se publicita en internet: si
12. Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: si
Total puntos: 65 sobre 80
En Valencia c/ Serrano Morales nº9   Tel 963 747 484

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