21 de abril de 2010. Patio de Mistral

Una noche más nos vamos en busca de un nuevo local, esta vez, recomendación de una buena amiga: gracias Carmela. Y seguimos buscando locales 'anticrisis' que no dañen excesivamente nuestro bolsillo.
Estamos en el barrio de Benimaclet y cómo no, para no perder las buenas costumbres, nos perdemos. Es un barrio con problemas de aparcamiento. Es lo primero que buscamos pero no encontramos la calle y a quien preguntamos conocen la calle tanto como nosotros (además, casi todos los locales abiertos están atendidos por inmigrantes lo que dificulta nuestra búsqueda). Al final, un local de toda la vida y atendido por un vecino de toda la vida, nos da las indicaciones correctas y llegamos.
Nada más llegar nos encanta que sea una casita (no una finca) por lo que tiene una expléndida terraza delante, antes de la entrada (y vallada) y otra detrás (atravesando todo el local). En la reserva habíamos pedido 'no fumadores' y nos encanta que tengan reservados para ello. Como vemos que no hay gente (como es normal en las cenas de los miércoles) decidimos quedarnos fuera porque nos parece más acogedor. Agradable decoración, separación de ambientes...nos gusta. Las mesas están vestidas de forma funcional con un camino de mesa que hace juego con el color de las paredes.
Nos atiende uno de los socios del local (como sabremos al final de nuestra cena), amable, correcto. Nos trae las cartas después de dejarnos que escojamos la mesa que más nos guste.
Nos canta las opciones fuera de carta y nos deja que pensemos. Karoleta tiene claro de qué va a constar la cena de hoy. Y mientras esperamos a los platos, nos traen unas aceitunas que Quesoy ataca sin miramientos. Además nos trae una cesta con pan (rebanadas) recién tostadas y aderezadas con aceite y orégano y unos paquetes de grisines.
El vino que nos va a acompañar en nuestra cena va a ser un tinto de la la zona de Montepulciano (la carta es corta y sin grandes entradas pero este tinto va a acompañar muy correctamente a nuestros platos) de la bodega de Umani Ronchi y de 2008: vino contundente, con cuerpo que pedimos nos lo refresquen para calmarlo. Se hace notar pero no es impertinente.
Como entrante pedimos unos Bocconcini deliciosos rollitos de berenjena, jamón y queso de cabra rebozados y con una salsa de mostaza. Nos gustan mucho.
Entre las pastas fuera de carta nos llama la atención pasta con tinta de calamar (al nero de sepia) rellena de vieiras y con una salsa con gambas....¡¡fantástica!! nos sorprende el relleno, la presentación de la pasta (como si fueran nidos rellenos). 
Entre las pizzas Karoleta ha visto una que le apete por rememorar Sicilia: pizza rucula. Sensacional masa (fina y bien horneada) con un queso base, prosciutto y, una vez sacada del horno, coronada con rúcula fresca y parmesano recién laminado. Simplemente impresionante.
Nos deja ahítos pero no nos resistimos a probar un postre. Además de los que se encuentran en carta (muchos de ellos apetecibles: pancota, tiramisú, etc.) nos canta unos que están fuera de carta que nos suenan a cantos de sirena. Uno nos encandila: helado de mandarina (realizado con nitrógeno) con hilos de chocolate. Rico, rico, rico.
Rematamos la cena con el consabido ristreto para Quesoy que viene realizado a la perfección. Como detalle de la casa nos invitan a un digestivo: elegimos grappa y un chupito de bourbon,
Fantástica cena italiana cien por cien.

1. Ingredientes reconocibles: 9
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración: 6
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: si
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 8
8. Equilibrio: 8
9. Vajilla y cristalería: 7
10. Relación calidad-precio: 9
Total puntos: 65 sobre 80
Precio bajo sin contar el vino

En Valencia c/ Mistral nº 10  Tel 961 337 752

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