Esta vez nos decantamos por un local joven. Un local con cocina creativa, imaginativa y que puede ser la pasarela que lleve a los mas jóvenes desde las pizzas industriales y los 'bocatas' hacia la comida convertida en platos deliciosos llenos de expresión y originalidad. Y sin tener nada en contra de las pizzas y los 'bocatas', que también son motivo de cena en miércoles.
Local colorista con tonos vivos y divertidos y una pared llena de dibujos sicodélicos (nos recuerda la pared del 18 restaurante ¿será el mismo papel pintado?) con mesas un tanto cercanas (en un día de lleno...mucho ruido, seguro, y poco sitio) y vestidas de forma informal pero con ganas (mantel de papel, pero de color bonito y cubiertos originales colocados de forma original). Pero vayamos a lo importante.
Después de leer y leer la carta de vinos, los conocidos no nos gustan (bueno uno si, pero después de haber conocido al comercial en Vinoélite, no pensamos volver a beber el vino que representa) y hay desconocidos y no estamos por atrevernos. Quesoy tiene la teoría: 'si no conozco ningún vino o no me gustan los que hay, hay que pedir un cava o champagne, si lo hubiera. Rosado mejor'. Karoleta confiesa su reparo pero....accede. Hay un solo cava un brut reserva Puig Munt. Es un cava correcto seco y bien de ácido que acompañará a la cena. Para comer, nos inclinamos por: ensalada de melón con cordero (el melón es de varios tipos, incluidos trozos de sandía sobre unas hojas de lechuga roble...es una lástima que, pese a la temporada que es, los melones no tuvieran el sabor desde dulce a pepino que deben tener. La sandía...llevaba demasiado tiempo abierta, o sin hacerle caso. Plato con buena intención pero poco tino) un flan de queso con cebolla confitada y frutos secos (delicioso y contundente queso en forma de flan y que los frutos secos con la cebolla hacían una muy buena y resultona combinación -aunque Quesoy dijera que la cebolla le sabía a col-). Como platos fuertes: tartar de atún con gambas (suponemos que manipular y servir el pescado totalmente crudo, eso es el tartar, no debe tener mucho éxito en este local o simplemente no les gusta servirlo de esta forma, así el tartar se convierte en un 'ceviche' bien macerados, y por lo tanto cocidos, el atún y las gambas en limón. La idea es buena pero no es tartar....además le faltaba pescado y sobraba cebolla) y un curry de pollo con mangos (la salsa curry y los mangos, muy buenos y original el uso de mango cocinado. El conjunto del plato, bastante correcto). Son buenas ideas, originales y creativas. Se echa de menos una mejor ejecución y una mejor presentación (no todo es comer bien...los ojos también cuentan). Pero esto haría encarecer sus platos...así que mejor que sigan así. El postre, y dado que hay poco apetito, sólo pedimos una tarta de chocolate negro caliente con salsa de naranja: la tarta es un más que correcto bizcocho de chocolate bañado con chocolate negro caliente y a un lado la salsa de naranja y al otro una especie de nata medio líquida que van empapando el bizcocho. Buen postre y generosa ración.
Quesoy finaliza pidiendo, y explicando, un ristreto.
En Valencia. c/ Roteros, 17. Telf 96 3924618
Local colorista con tonos vivos y divertidos y una pared llena de dibujos sicodélicos (nos recuerda la pared del 18 restaurante ¿será el mismo papel pintado?) con mesas un tanto cercanas (en un día de lleno...mucho ruido, seguro, y poco sitio) y vestidas de forma informal pero con ganas (mantel de papel, pero de color bonito y cubiertos originales colocados de forma original). Pero vayamos a lo importante.
Después de leer y leer la carta de vinos, los conocidos no nos gustan (bueno uno si, pero después de haber conocido al comercial en Vinoélite, no pensamos volver a beber el vino que representa) y hay desconocidos y no estamos por atrevernos. Quesoy tiene la teoría: 'si no conozco ningún vino o no me gustan los que hay, hay que pedir un cava o champagne, si lo hubiera. Rosado mejor'. Karoleta confiesa su reparo pero....accede. Hay un solo cava un brut reserva Puig Munt. Es un cava correcto seco y bien de ácido que acompañará a la cena. Para comer, nos inclinamos por: ensalada de melón con cordero (el melón es de varios tipos, incluidos trozos de sandía sobre unas hojas de lechuga roble...es una lástima que, pese a la temporada que es, los melones no tuvieran el sabor desde dulce a pepino que deben tener. La sandía...llevaba demasiado tiempo abierta, o sin hacerle caso. Plato con buena intención pero poco tino) un flan de queso con cebolla confitada y frutos secos (delicioso y contundente queso en forma de flan y que los frutos secos con la cebolla hacían una muy buena y resultona combinación -aunque Quesoy dijera que la cebolla le sabía a col-). Como platos fuertes: tartar de atún con gambas (suponemos que manipular y servir el pescado totalmente crudo, eso es el tartar, no debe tener mucho éxito en este local o simplemente no les gusta servirlo de esta forma, así el tartar se convierte en un 'ceviche' bien macerados, y por lo tanto cocidos, el atún y las gambas en limón. La idea es buena pero no es tartar....además le faltaba pescado y sobraba cebolla) y un curry de pollo con mangos (la salsa curry y los mangos, muy buenos y original el uso de mango cocinado. El conjunto del plato, bastante correcto). Son buenas ideas, originales y creativas. Se echa de menos una mejor ejecución y una mejor presentación (no todo es comer bien...los ojos también cuentan). Pero esto haría encarecer sus platos...así que mejor que sigan así. El postre, y dado que hay poco apetito, sólo pedimos una tarta de chocolate negro caliente con salsa de naranja: la tarta es un más que correcto bizcocho de chocolate bañado con chocolate negro caliente y a un lado la salsa de naranja y al otro una especie de nata medio líquida que van empapando el bizcocho. Buen postre y generosa ración.
Quesoy finaliza pidiendo, y explicando, un ristreto.
En Valencia. c/ Roteros, 17. Telf 96 3924618
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