Ambiente: acogedor, no muy chino
Plato que no te puedes perder: pato laqueado
http://elmiercolestoca.blogspot.com.es/2013/07/24-de-julio-de-2013-restaurante-nuevo.html
Nos sirvieron todo lo que pedimos de la carta: si
1. Ingredientes reconocibles: 7
2. Saludable: 9
3. Emplatado y decoración: 6
4. Raciones generosas: 9
5. Cocina regional: si
6. Tecnología punta: no
7. Sabroso: 8
8. Equilibrio: 9
10. Relación calidad-precio: 9
Puntuación EMT 64 sobre 80
Puntuación del grupo PIG: 3
Esta noche nos vamos a un Restaurante Chino. No solemos ir porque visto (comido en) uno, vistos todos. Este en particular me lo ha recomendado Pau, buen amigo y mejor panadero (su negocio Migas va viento en popa) y me hizo unas recomendaciones de algunos platos.
Y allí nos encaminamos: estamos en una de las zonas nuevas de Valencia, muy cerca de la avenida de Francia. Lo encontramos sin problemas y nos zambullimos en la lectura de la carta (como todos los chinos existen multitud de platos, arroces, sopas, carnes...) Pero lo tengo casi decidido.
Para beber nos pedimos una botella de cava Juve Camps que siempre va bien con todo.
Como entrantes unos Dim sum rellenos de gambas al vapor (aunque no se notaban mucho) y unas samosas de pollo al curry (las vi y no pude resistirme. Me encantan).
Como plato fuerte nos pedimos pato laqueado para dos. El chef sale con su carrito y el pato, lo corta en láminas finas (el medio pato que correspondía). Lo hace con cuidado, pero veloz. Con el pato laminado sobre un soporte para que se mantenga caliente, Pitin (que me disculpe porque seguro lo estoy escribiendo mal) que fue nuestra camarera durante la cena con una destreza admirable, nos montó en nuestra mesa seis rollos de masa de arroz rellenos con el pato, pepino y una salsa deliciosa y los depositaba en el plato para que no se enfriaran. Este plato nos encantó: el pato jugoso, sabroso, la salsa rica rica, y el crujiente del pepino le daba su punto. Excelente plato.
Aquí sufrimos un golpe de calor y pedimos que pongan el aire acondicionado. Pese a ello, el calor continuaba y nos ubicaron en otra mesa en otro lado del salón donde ciertamente estábamos más fresquitos.
Ahora nos llega una cazuela de berenjenas con salsa de pescado picante. Este plato nos
lo recomendó Pau pero nos equivocamos. Este plato necesita arroz y no
habíamos pedido porque los platos (los otros) no lo requería. Las
berenjenas estaban jugosas, muy sabrosas con una salsa muy interesante.
Ambos estábamos convencidos que con arroz blanco hubieran estado
impresionantes (pero era el último plato y ciertamente el apetito nos
había abandonado hacía mucho).
Ya sin hambre nos pedimos como postre un helado frito de chocolate. Bueno...como todos los helados fritos.
Quesoy remató la cena con su consabido ristreto. Como detalle de la casa nos invitan a unos chupitos de digestivos. Quesoy se inclina por un Limoncello y yo por un vaquerito de Jack Daniels.
Sin duda un chino algo diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario